Película de animación vacía de contenido, nada que ver con las últimas películas animadas llenas de conceptos y emociones de Pixar. Esta falta de contenidos la convierte en un entretenimiento infantil sin más. Su calificación debería ser: "prohibida a mayores de 15 años".

Sus creadores españoles hacen un uso descarado, llegando a hacerse desagradable, de valores culturales norteamericanos. Lo pueden vender como un homenaje a las películas americanas de los 50, pero sobre todo la primera mitad del metraje apesta a americanada rancia. Supongo que lo habrán hecho adrede, para conseguir introducirse en el mercado norteamericano y ganar pasta, pero se les ha ido la mano, han sido más americanos que los americanos y han logrado una americanada infantil, desagradable si no eres un patriota norteamericano, si lo eres tendrás un orgasmo viendo esto.

Las situaciones argumentales están más vistas que el tebeo, han aparecido mil veces en películas anteriores. Lo único "nuevo" es la buena factura técnica de las animaciones, algo que ya casi se da por sentado gracias a las nuevas tecnologías de animación. Por similitudes argumentales, no puedo evitar comparar esta película con "El gigante de hierro", otra película animada pero mucho más adulta que sí merece la pena ver.

El concepto de fidelidad está muy presente en Up (fidelidad a una persona, a una promesa, a una forma de ser, la mascota más fiel es el perro, etc.). Extendiendo este concepto fuera de la película, con "Up" se confirma, después de "Ratatouille" y "Wall-e", que su productora Pixar es fiel a:
-la didáctica; incluyen conceptos y valores humanos positivos: amor, fidelidad, ternura, empatía, respeto, educación, ...
-la creatividad: cuentan historias originales combinando elementos ya existentes
-las historias bien contadas; por ejemplo, usan mecanismos narrativos clásicos: en "Up" hay una secuencia muda antológica donde unas pocas imágenes cuentan lo que no podrían hacer miles de líneas de diálogo
-la imaginación: partiendo de elementos cercanos a la realidad, el contexto de las historias se adorna con saltos de imaginación que lo enriquecen
-el entretenimiento; aplican esta idea de Billy Wilder: (paráfrase) "si tienes que contar algo serio, mejor hazlo de una forma divertida"
-hacer películas que interesen a espectadores de todas las edades; en mi opinión, "Up" funciona como película infantil y como película adulta
-la calidad técnica; estéticamente, cada plano de "Up" es irreprochable.

La primera parte de "Up" es sencillamente magistral, de una precisión envidiable: si fuera cineasta, me gustaría que las historias me salieran tan bien contadas. La segunda parte, por comparación con la primera, desmerece un tanto porque se centra más en el divertimento puro y duro, aunque es una parte agilísima que continúa los conceptos iniciales. Es la misma fórmula que funcionó en Wall-e, parece que Pixar ha encontrado la forma de hacer películas geniales como churros.

Una de los recursos narrativos más complicados del cine es conseguir que el espectador sienta e imagine más cosas de las que aparecen en pantalla. Pues "Up" lo logra. Es genial cómo consigue que un personaje que aparece poco en pantalla, y sólo al principio de la historia, esté presente en la imaginación del espectador a lo largo de todo el metraje.

Como dijo Trueba, "no creo en Dios, creo en Billy Wilder", y cada día le rezo para que en Pixar sigan siendo fieles a sí mismos y nos regalen más joyas como "Up". Y como "Ratatouille" y "Wall-e". Porque estas tres películas de creadores diferentes tienen semejanzas que las hacen "películas de productora". De Pixar.

En la trama se elimina la mierda, pero el director se ha dejado parte entre el metraje.

De una presentación fluida pasa a una trama arrítmica e insustancial. De un planteamiento vigoroso y conciso pasa a un desarrollo flojo que se va por las ramas. De un comienzo que confronta al imaginativo contra el realista se pasa a una mera sucesión de anécdotas; la envidia sólo se trata al comienzo de la segunda parte, así que el conjunto falla si su pretensión
es ser un tratado sobre la envidia y desprende un tufo a materialismo más que a otra cosa.

Comedia ligera que inicialmente promete más contenido y rigor de lo que después ofrece. Elige la ligereza cómica en lugar de tratar en profundidad algunos temas interesantes que plantea. Y así el conjunto se escora y hace agua.

Promete (en la mágica introducción inicial).
Llevar al espectador a un futuro muy cierto donde las corporaciones hacen negocio con los recursos naturales básicos.
Hablar de sostenibilidad y ecología.
Imaginación de futuro y reivindicación de soluciones a asuntos actuales que serán problemas futuros.

Ofrece.
Exceso de ligereza que reduce su interés. No explota las relaciones entre los personajes, elude desarrollar críticas a temas que sólo apunta: el poder de las grandes empresas, desarrollo insostenible, propaganda de estado, desvío de la atención pública a temas sin importancia, emigración,...
Dispersión a través de las muchas ideas que sólo bosqueja, falta de hilo argumental.
Lentitud porque ocurren muchas menos cosas de las que podrían ocurrir, porque se espera sin resultado que suceda algo de entidad tal como promete el inicio, porque su metraje es largo para lo poco que finalmente cuenta.
Un tratado sobre la boludez y la mediocridad, lástima que la propia película quede incluida dentro de él junto con el personaje principal.

Película de originalidad indudable y muy arriesgada donde todo gira alrededor del concepto "cómic" y que resulta algo fallida por algunos de sus excesos.

Especial atención merece el prólogo que es de 10, donde destaca el sorprendente control del montaje y de los tiempos. Desgraciadamente, el resto de la película no tiene la agilidad y frescura de este prólogo y tras unos creativos títulos de crédito viene una primera secuencia decepcionante que parece de otra película en comparación con el prólogo. El resto de la película alterna escenas interesantes próximas al prólogo con escenas flojas y torpes. Posiblemente no sea casualidad que las mejores escenas son las que tienen mayor relación con el mundo del cómic y las peores son las que tratan los temas más convencionales (la historia de amor, el fracaso personal, la amistad, etc). Estas escenas convencionales son excesivas y perjudican decisivamente al ritmo de la película y deberían haberse reducido en el metraje: sobran escenas de diálogo mal planteadas y largas en exceso, no son necesarias las 2 largas escenas explicativas de la trama, prescindible toda la sub-historia del asesor personal.

En los cómics obviamente no hay actuaciones y parece como si se hubiera intentado llevar intencionadamente esa idea a las interpretaciones de la película utilizando clichés excesivos: Gutiérrez sub-actúa su personaje de empanado, Sbaraglia sobreactúa su villano, Pataki mal-actúa su personaje de rubia (horribles sus primeros planos), Toledo parodia su personaje-parodia y los secundarios de tan excesivamente naturales parecen peores de lo que son.

Es disparatada en su argumento y estilo pero curiosamente tiene control formal. Sorprende la coherencia narrativa dentro de un argumento tan fantasioso y excesivo que permite deslices argumentales si se quiere; aquí no se quiere y todas las situaciones de la trama quedan explicadas y encajan entre sí. Sorprende el derroche de imaginación visual que hace que el
presupuesto luzca más.

Siguiendo el tono bromista de la película, tras verla me queda la impresión de que el mundo -incluido yo- todavía no está preparado para excesos como los suyos. La realidad es que consigue parcialmente su pretensión de entretener pero hubiera necesitado un exceso de ritmo y de dirección interpretativa para conseguirlo y para eliminar su pinta de "película de aficionado".