Pablo Neruda, exiliado en Italia, es acosado por la nostalgia y el sinsabor de estar lejos de su patria. Mario, el cartero, se encarga de darle color a su vida, enseñándole, en su ingenuidad y candidez, la grandeza de las pequeñas cosas. Asimismo, el poeta le enseña a su joven amigo algunos trucos de poesía, y le toma un aprecio sincero y desinteresado. Mario consigue enamorar a la mujer que le inspiró sus versos, y Neruda termina siendo el padrino de la boda. El final, triste y dramático, es de una calidad estética innegable.

Algunos datos de interés:
a) Modigliani siempre apreció el arte de Picasso; de hecho, en su obra se percibe la influencia del cubismo y del "periodo azul" del maestro español.
b) El sujeto que trata de ayudarle a comercializar sus pinturas, "Zbor", es nada menos que Leopold Zborowski, poeta polaco y gran admirador de Modigliani. Otros admiradores suyos fueron Paul Alexander, médico, y Ortiz de Zárate, escultor.
c) Modigliani también conoció al poeta Vicente Huidobro, al escultor Chana Orloffa (quien le presentó, en la vida real, a Jeanne Hebuterne, la que sería su esposa) y a Max Jacob.
d) La escena en la que la policía francesa clausura una exposición de sus cuadros, organizada por Berthe Weill y su amigo Zborowski, ocurrió en la vida real: en dicha ocasión, la policía actúa (¡qué atrevida es la ignorancia!) por la supuesta "obscenidad" del trabajo de Modigliani.
e) Utrillo y Soutine, tal como se ve en la película, fueron amigos y contertulios de Modigliani en sus "incursiones" bohemias, pero también dos grandes artistas, eclipsados por la teatralidad de Picasso y la trágica existencia de Modigliani. A ellos, como a Kisling, hay que redescubrirlos y situarlos en el pedestal que les corresponde.