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Críticas 296
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
29 de mayo de 2015
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de terror (el fantástico en general) son dos de los géneros que más espectadores, y por ende dinero, generan alrededor de sí mismo. Estamos muy acostumbrados a que anualmente lleguen multitud de cine de terror y que, a pesar de su poca calidad, logran grandes datos de taquilla. El terror vende. Y mucho. Dentro de dicha –lamentable– fiebre revisionadora de clásicos nos encontramos con este ‘Poltergeist’, película que actualiza el clásico de 1982 producido por Steven Spielberg y dirigido por Tobe Hooper que forma parte de esa lista de grandes clásicos del cine de terror por méritos propios.

Si me permiten y jugando con la temática de la obra les diré que se meten en terreno sagrado. Ciertamente me asaltan las dudas de si mínimamente han pretendido realizar un film con consistencia y vigor propio o sí simplemente han reproducido casi a raja tabla las líneas maestras que se escribieron hace más de tres décadas, aunque en este caso con un único fin, uno que poco o nada tiene que ver con lo artístico y sí mucho con el monetario. Sin querer realizar una tesis comparativa sobre semejanzas y diferencias o sobre si cierto detalle es mejor o peor en una u otra, diré que es muy osado y absolutamente innecesario tratar de recrear esa atmósfera de proximidad y temor a lo desconocido tan bien armonizada entre imagen y música de la mano de Tobe Hooper/Steven Spielberg y Jerry Goldsmith. Primero por falta de calidad y segundo por un problema ocasionado por la superpoblación y sobreexposición al género: Ahora ya no sorprende casi nada.

El film, por si no lo saben, cuenta el drama paranormal que vive una familia de clase media que cambia de hogar para establecerse en una problemática casa. La hija menor del matrimonio será objetivo de los espíritus que invaden su nueva casa.
Este nuevo ‘Poltergeist’ está dirigido por Gil Kenan, quién nos trajera en 2006 su debut con esa gran película de animación que es ‘Monster house’ (nominada al Oscar y al Globo en dicho año), y cuenta con el guion (por decir algo) de David Lindsay-Abaire. La película presenta un reparto suficientemente motivante como para esperar otra cosa diferente a lo que realmente encontramos: Un casi siempre notable Sam Rockwell (¿aún no han visto ‘Moon’ de Duncan Jones, 2009?), Rosemarie DeWitt, una estupenda Kennedi Clements en el papel de la malograda e inolvidable Heather O’Rourke, un flojo Kyle Catlett (tercer bodrio en el que actúa el niño tras la serie ‘The following y ‘El extraordinario viaje de T.S.Spivet’) o Jared Harris (hijo del gran Richard Harris). A pesar de ello y a excepción de la joven Clements están todos bastante mal. Rockwell, como DeWitt, absolutamente con el piloto automático, Catlett con cara de pánfilo de principio a fin y el resto, ¿Qué decir del resto? Un grupo de intérpretes sin alma ni espíritu por recuperar una obra emblemática del cine de terror en general y del cine de terror ochentero en particular.

¿Había dicho que no iba a entrar en comparaciones? Lo siento. Les he mentido.

El film apenas modifica detalles de la trama original e incluso revela en su inicio asuntos que sólo eran revelados en el espectacular clímax del film de Hooper, aceptando así de alguna manera el hecho de que hayamos visto el film original conociendo así el magnífico clímax al que nos llevaba la película en el 82. Dejémoslo en un canon intrínseco a los remakes puros. Aspectos como el padre en paro, el cambio de casa como ‘bajada de peldaño’ económico, la utilización de nuevas tecnologías (tablets, móviles o incluso un dron) o el cambio en el experto en factores paranormales (si en la original la memorable Zelda Rubinstein crea un personaje extraordinario en misticismo, Jared Harris, aun pareciéndome de normal un actor decente, no le llega ni a la suela de los zapatos no ya por culpa inherente a él sino derivada de la pobreza de un personaje mal diseñado en el guion) son algunos de los principales detalles que se aprecian a simple vista. Otros aspectos serían la pérdida del televisor como creador de pánico y generador de tensión (provocado por la pérdida de peso dentro del status familiar actual), o el mayor protagonismo –para sorpresa- de unos personajes por encima de otros. Probablemente uno de los aspectos que menos me gustaron del film radica en el giro al humor que toma el film en ciertos momentos. Algo completamente fuera de lugar.
El compositor encargado de la banda sonora (Marc Streitenfeld) no dota suficientemente de intensidad su pieza, y en consecuencia al film, quedando muy desapercibida y muy lejos de la pieza mágica y original de Jerry Goldsmith. Sin embargo el film sí que se defiende bastante bien en cuanto a detalles técnicos: Los efectos especiales sin ser memorables son interesantes (sobre todo en su parte final) y la fotografía es impoluta (a cargo del español Javier Aguirresarobe), rebelando una factura visual muy aseada y moderna.

En definitiva decepcionante y que poco aporta ni al género ni a la historia que idearon hace más de treinta años. Apropiada para quienes no conozcan la obra matriz o sean muy fans del género. Evítenla y disfruten de un verdadero film de terror de calidad actualmente en cartelera: ‘It Follows’.

Lo mejor: La factura técnica del film.
Lo peor: Los intérpretes y cierto tono cómico innecesario.
Valoración:
Banda sonora: 4
Fotografía: 6
Interpretación: 4,5
Dirección: 4,5
Guion: 4
Satisfacción: 4
NOTA FINAL: 4,5

@hilodeseda - www.habladecine.com
4 de marzo de 2015
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un buen fin de semana de variopintas e interesantes propuestas europeas, en habladecine destacamos ‘Fuerza mayor’, película llegada desde Suecia y dirigida por Ruben Östlund que obtuvo la nominación al Globo de Oro a mejor película de habla no inglesa, el premio del jurado (“Un Certain Regard”) en Cannes y los premios de mejor película y mejor guion en el festival de cine de Sevilla del pasado año.

En ‘Fuerza mayor’ se tratan varios asuntos todos desde una perspectiva emocional y basados en la confianza, los estereotipos y la aceptación de nuestros actos más básicos y reprochables. La película nos muestra una familia ideal: matrimonio y dos hijos todos guapos y adinerados, quienes viajan 5 días a esquiar a los Alpes en un hotel de lujo. El clima y el paisaje son idílicos, la nieve perfecta para la práctica del esquí y la alegría (contenida, pues son nórdicos) es palpable. Sin embargo, a la mañana siguiente y mientras se encuentran en el restaurante de las pistas, se ven afectador por la llegada de una previsiblemente contenida avalancha de nieve. La nieve no llega nunca a su zona, pero el polvo cubre toda la zona provocando la huida de los clientes de la terraza y generando a su vez un cataclismo familiar tras la reacción sorprendente del padre de familia, quien en lugar de proteger a su mujer e hijos huye despavorido fruto del miedo. La avalancha en efecto no produce daños físicos a nadie, pero desquebraja la confianza hacia el marido y padre de familia.

La película se cuece a fuego lento, haciendo al espectador partícipe de su desmoronamiento y del cómo afecta a hijos, amigos y resto de familia. Los reproches, la no aceptación de los hechos y las discusiones nocturnas se hacen continuas, revelando una situación muy alejada de la idónea y de la que en apariencia mostraban. La familia modélica no era tal.

Ruben Östlund indaga en las reacciones más básicas del ser humano para salvar su vida, sobre los estereotipos acerca del hombre salvador y también del duro sufrimiento infantil cuando un matrimonio se desquebraja. El film se sustenta en una narración fría y seca, que a modo de relatos y situaciones separadas pero conexas revela el cambio entre los componentes de la familia, y donde se nos va mostrando con inteligencia la personalidad de cada uno de ellos a través de conversaciones con terceros. ‘Fuerza mayor’ analiza la personalidad del hombre europeo de mediana edad, exitoso en los negocios o situaciones laborales pero un irresponsable en los factores vitales que le rodean: una huella genética de costosa y esforzada modificación. También sutilmente revela situaciones actuales de la comunidad norte europea como la trivialidad de las relaciones, la habilidad idiomática de la cultura sueca o lo costoso de la revelación de los propios sentimientos.

La película posee una fotografía impoluta tanto en exteriores como en los interiores, mostrando unos encuadres y enfoques hábiles y sutiles, aportando veracidad y tensión a las situaciones que se nos revelan. El montaje tiene su miga, y alterna unos momentos con otros con fundidos a negro a modo de actos de obra de teatro. El trabajo actoral muestra franqueza en cada gesto, tanto por parte de el dúo protagonista compuesto por Johannes Kuhnke y Lisa Loven Kongsli como por sus hijos en la ficción (hermanos en la vida real), o la pareja compuesta por el hermano del primero (el visto en ‘Juego de tronos’ Kristofer Hivju) y su novia (Fanni Metelius). Sin embargo no todo es perfecto en la película. En ocasiones la historia revela situaciones quizás poco desarrolladas o que no terminan de aportar en la historia (los momentos del juguete del niño o aquel momento desfase homínido-cervecero), así como un final algo torpe para la inteligencia con la que muestra toda la situación previa. Esto no impide el que podamos disfrutar de una película que arrasará moralmente con el espectador y que posee situaciones que oscilan entre la comedia y el drama más descarnado. Film muy notable y recomendable con una banda sonora acertadamente ubicada.

Lo mejor: El análisis y desarrollo de una situación impredecible.
Lo peor: La presencia de ciertas escenas de relleno que alargan innecesariamente su metraje.

Valoración:
Banda sonora: 7
Fotografía: 8
Interpretación: 7
Dirección: 7,25
Guion: 7,5
Satisfacción: 7,5
NOTA FINAL: 7,4

@hilodeseda - www.habladecine.com
23 de septiembre de 2015 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La directora, guionista y productora danesa Susanne Bier (ganadora del Oscar a mejor película de habla no inglesa en 2010 con ‘En un mundo mejor) vuelve con ‘Una segunda oportunidad’ a la narración dramática de problemas familiares y personales en los que un bebé es el gran catalizador de la historia. Algo así sucedía en su anterior y flojo film -‘Serena’, adaptación de la novela de Ron Rash- y sobre ello aunque con matices vuelve a girar su actual película, escrita en esta ocasión por Anders Thomas Jensen.

Bier, una de los grandes referentes del movimiento cinematográfico conocido como Dogma 95, presenta una historia con altibajos que mientras domina la tensión dramática tiene fuerza pero que no sabe redondear con un final blando y descafeinado.

‘Una segunda oportunidad’ narra la historia de dos compañeros policías muy distintos: Por un lado está Andreas (Nikolaj Coster-Waldau), un hombre pausado y responsable que vive con su bella mujer y su recién nacido hijo; y por otro Simon (Ulrich Thomsen), un recién divorciado que ahoga su soledad en vasos de alcohol noche tras noche. Ese estatus tan marcado y diferenciador entre ambos se modificará sin embargo a raíz de la intervención de la pareja en un caso de violencia de género y tras encontrar a un bebé en mal estado en el armario de la pareja de yonkis (Nikolaj Lie Kaas, protagonista de los films del Departament Q interpreta a uno de ellos). Andreas entrará en conflicto con la idealizada idea que tiene sobre la justicia y sus consecuencias, algo a lo que sumando el enorme drama propio familiar que sufre le harán tomar una complicada decisión.

Lo cierto es que la primera parte del film se sostiene e interesa. Una mezcla de drama y thriller policíaco que se potencia a raíz del drama que padece el personaje protagonista. Nikolaj Coster-Waldau está bien en su interpretación y demuestra que es más que el famoso matarreyes de ‘Juego de tronos’ aunque no fue él, a pesar de sus abundantes minutos en pantalla, quien más atrajo mi atención sino que ésta fue a parar a sus compañeros de reparto Nikolaj Lie Kaas en su pequeño papel de yonki y Maria Bonnevie como esposa de Andreas. La narración comienza con una introducción que juega con el tiempo lineal avanzando alguna secuencia de lo que presenciaremos más adelante, e irá construyendo la para nada idílica situación de la pareja. El film se desarrolla con contundencia ahorrando en artificios y juega con el desconcierto que se crea en el espectador ante la situación que se plantea. Sin embargo y a medida que avanza la trama, el guion y el desarrollo de los personajes presenta secuencias y situaciones poco creíbles y que desmerecen el importante trasfondo ético que lleva implícito el film. Toda esa evolución culmina con un final flojo del que me podría esperar algo más.

La estética fría y desoladora contrasta con las emociones que produce el relato, algo que secunda perfectamente la fotografía y la música, curiosamente ambas a cargo de la misma persona: Johan Söderqvist.

Un film solvente de Susanne Bier que entretiene lo suficiente pero del que me da la sensación se podía haber sacado un mayor dinamismo y emoción en el desarrollo.

Lo mejor: El acertado casting.
Lo peor: Ciertas soluciones de guion me resultan poco creíbles. Su flojo final.

Valoración:
Sonido: 6
Fotografía: 6
Interpretación: 7
Dirección: 5,5
Guion: 5,5
Satisfacción: 6
NOTA FINAL: 6

@hilodeseda - www.habladecine.com
13 de julio de 2015 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco tiempo después del estreno de ‘Misericordia. Los casos del departamento Q’ llega a nuestros cines la notable segunda entrega basada en las novelas de Jussi Adler-Olsen: ‘Profanación’. Un thriller nórdico que continúa la trama iniciada en su primer film y que hará las delicias de los amantes del género.

Dirigida también por Mikkel Noorgard y con guion de Nikolaj Arcel y Rasmus Heisterberg (la misma dupla que adaptaron la exitosa ‘Millenium’) ‘Profanación’ supone un paso adelante en la trama y sobre todo, un paso adelante en el asentamiento de la serie de novelas como unos thrillers muy a tener en cuenta por estilo, historia e intriga. A saber, el detective Carl Mørck (Nikolaj Lie Kaas) y a socio Assad (Fares Fares), del Departamento Q de la Policía de Copenhague que se especializa en casos cerrados hace años y que requieren de una revisión previo a su archivo definitivo. La trama revela los dos opuestos caracteres de los protagonistas, que sin embargo, se complementan a la perfección a la hora de estudio e investigación policial. Mientras la comisaría está de enhorabuena por la exitosa resolución del primer caso del departamento, Mørck –siempre alejado de cualquier contacto humano– es asaltado por un hombre alentándole a que investigue el caso de sus dos hijos gemelos que fueron asesinados años atrás. Las palabras casi incongruentes del señor apenas serán tenidas en consideración por el autodestructivo agente, algo que lamentará al día siguiente una vez haya descubierto el suicidio del ex policía y apenado padre. A raíz de los acontecimientos, y tras dejarnos ver los problemas del protagonista incluso con su propia familia, este decide de manera unánime que tanto Assad como la nueva secretaria en el departamento se dediquen plenamente a la investigación de dicho caso, el cual fue cerrado con la confesión de un personaje marginal del pueblo, a pesar de que la policía sospechaba de un grupo de estudiantes de clase alta.

‘Profanación’ es una estupenda película, narrada con flashbacks paralelos de manera que conocemos tanto el curso de la investigación como los sucesos del pasado. El film tiene garra y la ambientación de oscuridad, cigarros y alcohol secundan la trama. Además la correcta interpretación de la totalidad del reparto, tanto el adulto como el juvenil, fomenta un visionado creíble e intenso. La recreación de la fría atmósfera tan característica del cine nórdico está fabulosamente captada y el estilo de filmación anima a que la mente del espectador pueda especular con el resultado de su investigación de dos horas.

Es cierto que todo lo que rodea la propia historia y ambientación es estupenda pero realmente lo que da empaque al film es el dibujo que hacen de los personajes ambos protagonistas. Nikolaj Lie Kaas interpreta a Carl Mørck, nuestro solitario y oscuro protagonista, alguien alejado de la realidad y que no tiene nada aparte de su propio y compulsivo trabajo. Un personaje con muchas sombras, absorto en su piel del anti héroe tradicional, clásico del cine negro y el cual recuerda a grandes obras de los sesenta. El contrapunto a la negatividad protagónica lo muestra Fares Fares (visto también recientemente en ‘El niño 44’) y su Assad, un personaje más positivo y cercano a la realidad que sirve de único nexo de unión del primero con el resto del mundo. En ‘Profanación’, además del alto interés que provoca su trama, tenemos el aliciente de un personaje que en apariencia tendrá una alta importancia en los films venideros: el personaje femenino de Rose, la secretaria que irrumpe en momentos concretos durante el film y que interpreta Johanne Louise Schmidt. También merece especial consideración la interpretación de la joven Sarah-Sofie Boussnina en la piel de una intrigante y compleja joven con un gran peso en la historia.

La película tiene la ventaja de poder satisfacer por igual a quienes disfrutaron de su primera parte como a aquellos neófitos que quieran involucrase en segundas nupcias. Una ventaja que espero ayude en taquilla. Sin duda un muy distraído film que analizara las diferencias de clases, la humanidad de los personajes y claro está, las facilidades de los ricos para enfrentarse incluso a sus propios demonios.

Recomendable film del que saldrás con aroma a tabaco y a buen whisky.

Lo mejor: El guion y su atmósfera. La dupla protagonista.
Lo peor: Que pase tan desapercibida en taquilla por la ausencia de rostros populares.

Valoración:
Banda sonora: 6
Fotografía: 7
Interpretación: 7,5
Dirección: 7
Guion: 7,5
Satisfacción: 7
NOTA FINAL: 7

@hilodeseda - www.habladecine.com
15 de junio de 2015 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta francamente interesante comprobar como todavía quedan por descubrir interesantes secretos que sólo el pasado conoce: Creaciones ocultas bajo el tupido manto de la opresión y enemigo de las mentes lúcidas y libres. Este es el caso de ‘Suite francesa’, novela de cinco tomos de los cuales su autora, la escritora francesa de origen judío-ucraniano Irène Némirovsky, solo pudo escribir los dos primeros y esbozar las líneas maestras del tercero. Un libro escrito en tiempo real, durante la ocupación alemana de Francia, que ha estado oculto durante más de cincuenta años tras el apresamiento de su autora en Auschwitz y su posterior fallecimiento de tifus. Más de doscientas páginas guardadas en una maleta hasta que su hija mayor a finales casi de siglo tuvo arrestos para leerlo -no lo había hecho antes al pensar que se trataban de unos duros escritos personales a modo de diario- y descubrir la inacabada novela de ‘Suite française’, la cual fue publicada finalmente en 2004 obteniendo ese año el Premio Renaudot, convirtiéndose así en la primera que lo lograba a título póstumo.

Lucile Angellier (Michelle Williams) es una joven que aguarda noticias de su marido, prisionero de guerra, mientras lleva una sofocante existencia junto a su controladora suegra (Kristin Scott Thomas) en un pequeño pueblo de la Francia de 1940. Ambas viven ajenas a la realidad de la guerra fruto de su buena posición económica, al menos hasta que un grupo de refugiados parisinos llega a la localidad huyendo de la ocupación pero siendo seguidos por un regimiento de soldados alemanes que tras alcanzar y controlar el pueblo, establecen sus residencias en los hogares de los habitantes del pueblo. En la gran mansión de Madame Angelier se instala uno de los oficiales, el Comandante Bruno von Falk (el últimamente omnipresente actor belga Matthias Schoenaerts), a quien tratan de ignorar pero del que poco a poco Lucile caerá enamorada a pesar de las trágicas circunstancias.

‘Suite francesa’ es un moderadamente interesante drama romántico que sobre todo atrapa por lo sugestiva de la situación narrada y de lo bien ambientada que se encuentra aunque le falte fuerza en algunas interpretaciones así como un mayor desarrollo de personajes para entender más dicha situación. Rodada en la localidad francesa semi fronteriza de Marville y aprovechando la fotografía de dichos parajes, la película es filmada con pulso por el director británico Saul Dibb (autor de ganadora en 2008 del Oscar a mejor vestuario ‘La duquesa’) a partir del guión escrito por él mismo junto a Matt Charman y basada en la novela de Irene Némirovsky. La película trata de mostrar la difícil convivencia en un pequeño pueblo francés donde la principal fuente de ingresos provenía del trabajo del campo y los ganados, y donde –como en casi todos lugares- las diferencias entre clases estaban muy marcadas. La historia mezcla la situación de una pasiva en primera estancia Lucile, sumisa bajo la fuerte personalidad de su suegra y a quién la situación le sobreviene tras mucho tiempo sin conocer el verdadero paradero de su esposo; así como el apreciar las armas que cada vecino utilizada para salir adelante, bien entablando amistad o bien tratando de rebelarse. En esta última categoría descubriremos la situación de Benoit (Sam Riley) y su esposa Madeleine (Ruth Wilson), un matrimonio pobre que malvive del trabajo de labranza de unas tierras alquiladas a los terratenientes del pueblo y a quién se le asigna el hospedo de un problemático oficial.

Todo lo que ganamos con la deliciosa melodía de la banda sonora, la posición más que interesante de la cámara, y la fotografía (a cargo del español Eduard Grau), lo perdemos en fuerza interpretativa. Ninguno de los protagonistas nos regalan su mejor actuación, cojeando fundamentalmente en la parte de Michelle Williams, una actriz que ha sabido cautivar en films anteriores -sobre todo en la magnífica ‘Mi semana con Marilyn’- pero que aquí no termina de imprimir la pasión y la tensión que requería su personaje. La siempre notable Kristin Scott Thomas está estupenda, aunque su personaje goza de pocos aunque importantes minutos en pantalla. Quienes están mucho mejor son tanto Sam Riley como Ruth Wilson en sus papeles de pobres granjeros. La guapa y reconocida desde su aparición en ‘El lobo de Wall Stret’, Margot Robbie tiene una breve aparición. Completan el reparto Tom Schillilng y Lambert Wilson.

‘Suite francesa’ mantiene el interés del espectador y nos lleva a un final más que interesante que conformará una película, que si bien no será memorable, hará pasar una rato ameno a los espectadores que se aventuren en ella y donde se pondrán en juego aspectos como el valor de las personas, los prejuicios, la debilidad humana y la fuerza de la unión.

Lo mejor: Su innegable valor histórico. Sam Riley.
Lo peor: La tibieza de Michelle Williams.

Valoración:
Banda sonora: 6,5
Fotografía: 6
Interpretación: 5,5
Dirección: 6
Guion: 6,5
Satisfacción: 6
NOTA FINAL: 6,1

@hilodeseda - www.habladecine.com
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