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Críticas 487
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
6
28 de agosto de 2009
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Simon Brand, quien debutó en Hollywood con este filme tras haberse responsabilizado durante varios años de videoclips de famosos artistas norteamericanos, nos presenta ahora esta original historia que se inicia con cinco individuos que tras despertar, descubren que están atrapados en un aislado almacén de productos químicos. Sobra comentar que ninguno de ellos recuerda cómo llegó hasta allí ni quién es.

'Mentes en blanco' transita sobre la línea de otros thrillers sobre personas secuestradas a base de buenas dosis de anestesia, sosteniéndose en la intensidad de las interpretaciones (Jim Caviezel, Bridget Moynahan, Greg Kinnear o Peter Stormare por ejemplo), ya que éstas al exponerse a una situación límite en la que ninguno de ellos sabe si los demás dicen la verdad o sólo intentan salvar su culo, resultan bastante convincentes.

Aunque la historia presente alguna que otra trampa -sobre todo en la segunda vez de su visionado-; aunque nos recuerde sospechosamente a 'Saw' por la premisa, el mobiliario, o el filtro azulado y aunque en algunos casos se pierda el equilibrio de la cordura; la cinta presenta un final a la altura, su guión muestra atisbos de inteligencia y qué coño, es un fantástico ejercicio de entretenimiento. Ojalá se hagan más thrillers de este calibre, ya que al menos, se obra un esfuerzo por no dejarle al espectador con la mente en blanco durante lo que dura la película.
23 de octubre de 2009
20 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cinta nos presenta al Doctor Parnassus, un actor inmortal de mil años de edad que posee una compañía teatral que ofrece a los miembros de su espectáculo ir más allá de la realidad mediante un espejo mágico. Los miembros de la compañía incluyen a un ilusionista experto, Anton, y un enano, Percy. Parnassus había conseguido ser milenario y guiar la imaginación de los demás mediante un trato con el Diablo, quien llega a recoger lo que le pertenece según dicho acuerdo, la hija del doctor al cumplir los 16 años. La compañía, a la cual se une un misterioso forastero llamado Tony, embarca hacia mundos paralelos para rescatar a la muchacha.

Terry Gilliam se enfundó su mejor traje de sastre para conseguir a base de remiendos y parches que la cinta siguiese adelante, sacrificando veracidad y muchísima parte de su encanto. Heath Ledger está fantástico, ofreciendo muestras de que detrás del Joker aún quedaba muchísimo actor por delante. Natural, espontáneo y con un gracejo que dista mucho del que muestran los malogrados apaños de los actorazos de la talla de Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell. Y es que estos tres son los culpables -sin querer- de que el conjunto cojee. La segunda parte, que es donde se echa de menos a Ledger, se ve muy forzada y está estirada incomprensiblemente, dando lugar a que se colasen por la sala algún bostezo que otro.

Los demás personajes están muy bien caracterizados. En este peculiar circo no existe cabida para animales, domadores, malabaristas, trapecistas, contorsionistas, escapistas, etc., por no haber no hay ni payasos... pero lo que sí tenemos es a un simpático enano quien da la nota de humor a todo el conjunto, a una bella y atrevida actriz de 16 años, a un ilusionista con unos sentimientos guardados en su corazón y a un peculiar personaje con una careta de un pronunciado pico que convencerá a cualquier público del asombroso espectáculo que presenciarán. Fuera de todo al aura que rodea a Ledger, sería de locos no destacar al Doctor Parnassus ni al Diablo, quienes vencen y convencen en cada conversación que entablan.

Los elementos fantásticos aparecen nada más penetrar en un espejo mágico. Cada inmersión es un auténtico deleite visual. En estas deliciosas escenas en las que hay que disfrutar como si fueran agua de Mayo, el espectador se encuentra dentro de un mundo aparente real pero lleno de fenómenos ocultos, personajes carnavalescos, situaciones paranormales propias de cualquier fábula adulta y muchísimo encanto. Ya sólo por el coqueteo dedicado en cada detalle y por el hechizante ritmo con el que se narra cada viaje dentro del espejo, son ya suficientes motivos para verla en pantalla grande.

Una lástima -lo primero- por el fallecimiento de Ledger, otra porque la historia vaya mermando según se acerca el final y otra, que da la sensación de que a la cinta le falta chispa fuera del marco de la fantasía y del mundo de Yupi que se nos presenta en el tráiler. Un deleite visual cosido con remiendos.
24 de marzo de 2009
20 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que 'Más allá de los sueños' era lo que me esperaba. Bajo la tutela de Walt Disney, Adam Sandler hace disfrutar a los espectadores (jóvenes y no tan jóvenes) en una historia llena de aventuras, amores, desamores, acción, humor y una medida porción de drama.

Lo mejor, o con lo que quizás más me reí fue al principio, cuando Sandler entra en la casa de su hermana y dice: "¿Ey, qué pasa? ¿Se ha muerto el payaso?" jaja. Ese humor característico de Sandler y que ya no se vuelve a ver en toda la película porque entre que se da protagonismo a los dos enanos -que son más repelentes que Andrés Montes comentando el fútbol- y que se pone más énfasis a las escenas efectistas que a un buen guión pues…

La conexión entre los cuentos -mención especial al de la época romana- y la vida real resulta muy llevadera. Lo peor, la tipa rubia del Ferrari (por lo idiota que resultaba no por lo jamona que estaba), el bicho Bolitas, Guy Pearce por la vergüenza ajena que me hizo pasar al final, lo desmejorada que se ve a Courteney Cox y que Disney no vuelve a olvidar la evidencia argumental y los topicazos en esta clase de películas.

Entretiene, que es lo que importa, aunque me haya metido un poquito con ella. No me enrollo más venga, generoso aprobado.
4 de junio de 2009
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cinta coreana de corte bélico-dramático que gira en torno principalmente a una pareja de hermanos. Por un lado tenemos al hermano mayor, Jin-tae, quien es el que marca la serenidad y responsabilidad de toda la familia. Un modesto zapatero que lleva años trabajando sin descanso para que su hermano menor, Jin-seok, pueda ir a la universidad y tenga el futuro que él nunca tuvo. Todo cambia cuando Jin-seok, es reclutado obligatoriamente por el ejército coreano en la guerra contra los comunistas. Jin-tae sufre cargo de conciencia ante el hecho de dejar sólo a su hermano de 18 años y decide ir con él al campo de batalla, a pesar de la política del gobierno de permitir a sólo un integrante por familia en la guerra. A partir de esta premisa, sus caracteres cambian, poniendo a prueba constantemente su amor entre hermanos. Aquí es cuando comienza nuestra historia.

Nada más empezar, la cinta nos muestra una breve pero emotiva escena en la Corea del Sur actual en la que un veterano de guerra que cuida de su jardín, recibe una importante llamada. En ese momento la banda sonora estimula y relaja nuestros oídos poniéndonos en situación de alerta para saber que aquí se va a cocer algo importante. Retrocedemos en el tiempo por medio de un largo flashback hasta 1950 en el contexto de una Corea del Sur recién ocupada por los japoneses y en la que se nos presenta la etapa más feliz de los dos hermanos protagonistas citados anteriormente.

Ya durante la guerra y metidos de lleno en el fragor de la batalla, comentar que los que busquéis sangre la encontrareis, ya que ésta emana por doquier. Los efectos especiales son comparables a los de cualquier producción americana de alto presupuesto -helicópteros en llamas por ejemplo- y las batallas son frenéticas y creíbles, sin heroicidades y sobre todo, los soldados luchan con cabeza y corazón.

Admito que de momento lo que he escrito es muy tentable, pero es que aún no ha venido el plato fuerte: la evolución en la relación entre los dos hermanos. Más que interesante es presenciar cómo cambia la manera de ver la guerra de cada uno; cómo se van creando sentimientos de culpa, de honor, hipocresía, envidia, venganza, repulso, etc. o básicamente, cómo pasan del amor al odio y viceversa.

El final se ve venir pero es increíblemente rompedor. Una grandísima escena entre los dos hermanos que se me ha quedado grabada en la retina, cierra la aventura en la guerra de Corea. Una escena que pone los pelos de punta y que creo que si hubiese contado con una banda sonora del pelo de Hans Zimmer, Howard Shore o John Williams, estaríamos hablando de una obra maestra.

Con un reparto desconocido, un tal Je-gyu Kang, me acaba de alegrar la tarde, recuperando la fe en un género, que con bastante frecuencia se basa en el mata-mata de nazis/comunistas/vietnamitas o lo que se tercie en el momento. Muchos meses han tenido que pasar para que otorgue un ocho a una película, y ésta os lo aseguro que se lo ha ganado a pulso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
"Me promestiste que vendrías, te he estado esperando durante 50 años."

El que no se haya emocionado con esa frase no tiene corazón.
28 de abril de 2009
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Miyazaki vuelve a la carga con esta nueva aventura que nos obliga a sumergimos en el océano para conocer al protagonista de nuestra historia, una pececita llamada Ponyo y una vez inmersos en las profundidades, coger aire en tierra para presentarnos al jovencito Sosuke.

Según avanza la cinta podemos percatarnos de las afables intenciones de la pequeña Ponyo: hiperactiva, mágica, divertida y amigable. Cuando conoce a Sosuke, ésta se enamora (amistosamente hablando) de Sosuke, un chico de cinco añitos inquieto, cuya curiosidad es tan grande como su imaginación y su corazón. A partir de conocerle, Ponyo descubre cuál es su verdadero objetivo: convertirse en una niña de carne y hueso.

Miyazaki nos hace disfrutar durante una hora y media de una animación que no tiene nada que envidiar a la animación digitalizada actual, teniendo en cuenta en todo momento, el titánico trabajo que esto requiere. Un acertadísimo uso del color bajo el mar (1) que nos sirve para desintoxicarnos de tanto 3D. La banda sonora es preciosa (esos créditos iniciales ponen los pelos de punta hasta al apuntador).

SIN EMBARGO... no todo iba a ser perfecto. Miyazaki peca de inocente e infantil, aunque eso ya me lo temía. Algunos personajes no conectan con el espectador (ambos padres: Fujimoto y el que trabaja en el barco) y el final resulta evidente carente de emoción. Los peores (o menos buenos) momentos de la cinta es justamente cuando (2). Nunca aburre, eso está claro, pero le falta ese magnetismo "made in Hayao" que vimos en 'El viaje de Chihiro' o 'Mi vecino Totoro' por ejemplo.

Altamente recomendable aunque me esperaba más. La doy un bien alto y ojalá que todo el mundo que la vea se sienta concienciado por el cuidado de la naturaleza, o sino Fujimoto...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
(1) Sobre todo en la magnífica escena de la primera conversión de Ponyo a ser humano.

(2) Ponyo se hace humana.
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