El hombre: un molde de carne que se hace grande por su espíritu. Un espíritu que entraña defectos y virtudes, que es capaz de sorprenderse a sí mismo y a los demás en la lucha por la supervivencia, que es algo más que simple materia, es ALMA: un alma tan virtuosa como mugrienta.

Aegnieszka Holland ha conseguido plasmar en este film todos estos contrastes: la nobleza del espíritu humano en un contexto de heces, ratas y miseria bajo las cloacas de la Polonia invadida por los Nazis. Y asimismo, la vileza que invade a estos mismos personajes, esclavos no sólo de sus invasores, sino de sus defectos de carácter cuando han de enfrentarse, en la soledad de las alcantarillas, a su principal enemigo: ellos mismos.

Fascinante trabajo el conseguido por Holland. Un soberbio Robert Wieckiewicz, en un personaje arriesgado, víctima de su avaricia, quien finalmente sucumbe para convertirse en lacayo de su nobleza.

IMPRESCINDIBLE film. No es una más de Nazis, no. Esta película habla del HOMBRE, tal y como es. Con sus virtudes y sus miserias.

Como ocurre en gran parte de las mini-series de HBO, en esta particularmente es notable el degradamiento de los episodios según avanzan la serie.

Grandiosos los episodios 1 y 2. Escenas inolvidables, interpretación magistral de Giamatti, una puesta en escena digna de una película de alto presupuesto... lamentablemente, a partir del episodio tercero entramos en la época de la estancia en Europa del séquito de Franklin y nos vemos inmersos en un "desconcertante" cambio de ritmo, con la consiguiente apatía y aburrimiento por parte del espectador.

Una pena.. prometía mucho. Me quedo con lo bueno: los dos primeros capítulos. Para recordar.

...antes de enfrentarse a casi dos horas de película (yo lo pasé por alto) que vamos a ver una adaptación de una novela de Kafka, lo que hace absolutamente Kafquiano el film. Ya no es cuestión de lo enigmático del guión, es que la propia "locura" de la historia y sus personajes le resta interés al desenlace. He tenido verdaderos dolores de cabeza (no bromeo).

Buena interpretación, Anthony Perkins está colosal ..... !!! ahh!!! y hay una secuencia de plano MEMORABLE (Cámara encima de O.Welles en el papel de Abogado) y frente a él Anthony Perkins. Parece la inversa de aquella de Ciudadano Kane en la que tuvieron que excavar para meter la cámara.

Sin duda el Orson Welles de los Clásicos Literarios (Kafka en este caso). No me va el género, lamentablemente.

Quizás, en mi caso, haya sido necesario ver por quinta vez "Das Boot", para comprender que no somos conscientes de "cual es nuestro límite"... en qué nivel de presión reventará "nuestro Das Boot" cotidiano... y que sólo con fe, lucha, constancia, voluntad y sacrificio podemos volver a emerger cuando nos encontramos hundidos en las profundidades, atrapados por esa fuerte presión en la que sentimos el crujir de nuestro armazón.

Das Boot es una lección de supervivencia, de lucha contra la adversidad: nos atrapa, nos sumerge, nos asfixia, nos ahoga.......... y fácilmente nos sentimos miembros de aquella tripulación: "250.000 marcos en torpedos y no tenemos medio metro de alambre" ¿Quién de vosotros no ha experimentado alguna vez un pensamiento similar?.

Necesitaré una sexta vez, quizás séptima, volver a disfrutar de la agonía de Das Boot, para ser consciente de que una vez te hunde el enemigo (las circunstancias, la adversidad), las prioridades inmediatas son poner el arrojo suficiente para repara motores y volver a emerger.

Si alguna vez alguien me pidiese una definición de la "miseria humana", sin dudarlo un instante le recomendaría ver este excelso film.

Nada convencional, como si de una obra de teatro se tratase, pero plagado de genialidades interpretativas, Dogville comienza a apoderarse de nosotros desde el primero de sus capítulos.

En el transcurrir de los mismos, vamos descubriendo las inmundicias más recónditas que adornan la condición humana, contadas con tal realismo que , por duro que resulte, nos rendimos admitiendo que todo aquello no es más que una parte de nosotros y de la sociedad en la que vivimos.

Para verla un par de veces y reflexionar.