Pues no me gusta que la posterior versión alemana copiara el discurso racista de esta, pero debo reconocer que lo hace de una manera más llamativa, la dicción es más clara y provoca un impacto más contundente. A mi lo que me ha pasado es que veía a Auteuil, y pensaba en el triste tipo que seguramente seguiría recordando a Camille en 'Un corazón en invierno', de hecho lo asocio más a aquel personaje que a este profesor venido a menos con ínfulas de amedrentador de universitarios de primer curso. Aquel clavo alemán era más cañero, se veía que era un tipo altamente cualificado pero que odiaba al mundo entero, sin excepción, veías la rabia en el fulgor de su mirada, este parece que se mete con ella por exigencia del guión, que se lo habían pedido por favor que lo hiciera. Claro, el germano jugaba con ventaja, él tenía tan solo cincuenta y cuatro, mientras que Auteuil cuando hizo esta peli ya estaba más talludito, concretamente entrando ya en la edad de jubilación.

Siendo la película original me la esperaba más irreverente y verbalmente agresiva que el remake (como viene a ser habitualmente) pero esta vez ha sido al revés. Aún así la historia me parece bonita y entretenida.

Me quedo con la idea de que no importa que lo que digas sea lo que realmente sientas o pienses, es más importante convencer al otro. Sin duda es algo mucho más práctico (y de paso, asertivo) en el día a día.

Cinismo:

1. Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables.

2. Impudencia, obscenidad descarada.

La dupla de directores se vuelve a asociar con Oscar Martínez como protagonista, siguiendo la estela del cínico, egoísta y amargado personaje que ya interpretó de 'El ciudadano Ilustre', película que supondría la definitiva consagración de los tres. Recuerdo que en el coloquio de dicha película de Versión Española, el actor expresaba que en realidad no podía estar situado más lejos del dicho personaje, pero de lo que no hay duda es que le va como anillo al dedo, tan frío, flemático, racional, agrio, elegante, inteligente, sibarita... Si bien se sigue sin dificultad, no genera el impacto de aquella, es más una sitcom con situaciones, muchas ya vistas, resueltas de una (aquella) manera simpática, pero superficial. Estos autores son los hermanos Caballero de Argentina, tienen predisposición al humor negro, políticamente incorrecto, y los personajes cínicos (cualidad que todo el mundo se empeña en el cajón de lo negativo, pero que no tiene por qué ser necesariamente así, gente así te dice las cosas como son) que dicen abiertamente lo que piensan, sin el menor tipo de filtro, talento que emplean para reírse de las realidades de la nueva sociedad, sacándole punta a cualquier posicionamiento.

La serie tiene seis capítulos de media hora cada uno y si bien no hay un final abierto, se deja una puerta a que haya más temporadas, aunque viendo que la serie no ha conseguido generar mucho revuelo (cosa que sí hizo la corrosiva 'El encargado', de los mismos realizadores, que ya en breve estrenará tercera temporada) diría que no va a ser renovada.

No va a hacer que te caigas de la silla (ni para bien ni para mal) pero se pasa un rato entretenido, sobre todo si te gusta como trabaja el actor (yo me la vi por él).

Me estoy pasando con la calificación, pero quitando el bajón del inicio de la segunda temporada (que hasta lo atribuyo a un día de cansancio mío), la serie engancha y atrapa. Me acabo de ver los cuatro últimos episodios seguidos, y se puede notar como que a lo mejor han metido algunas elipsis temporales algo bruscas (opinión personal), pero el cierre ha sido maravilloso, me gusta como se fragua la complejidad de las relaciones entre los personajes, sin lugar a dudas ese es su punto fuerte. Las escenas de acción no abundan pero las interpretaciones son magníficas, personalmente destaco a Gonzalo de Castro, que a pesar de tener un papel secundario llena la pantalla con un empaque y saber estar que solo proporciona la experiencia. Y su dicción es perfecta, fluye con mucha soltura y coherencia.

Al aquí imponente Álex García no le queda grande en absoluto el rol protagonista, del rey del juego, y la madura, prácticamente ya anciana colombiana mafiosa es otra actriz a la que da gusto ver trabajar, personaje contundente y seguro, e interpretación seductora. La desconocida Teresa Riott sorprende y muestra mucho desparpajo. María Hervás es la frialdad encorsetada. Massagué y Kortajarena fieras. El último, supermodelo como profesión principal hace un papelón, imagino que será todo lo contrario a ese snob drogadicto, pendenciero y entrañable. Como defectos, diría que obedece a algunos estereotipos un tanto marcados, así como presenta algunos tics repetitivos, por no hablar de la adulteración de los hechos reales (humanizan demasiado a estos delincuentes, sí, son muy duros y crueles e injustos a veces pero te irías de cañas con ellos) o las puntuales suspensiones de credibilidad, pero insisto que me lo he pasado muy bien. Diría que me ha gustado también porque deja ese inevitable poso de amargura que se da al sumergirse a contemplar como se deforman las relaciones con el paso del tiempo, con factores como el poder, el dinero, la amistad, la adicción, la envidia, el miedo, el amor, el resentimiento, la traición, la ambición infinita, la familia y la pérdida por muerte de un ser amado siempre presentes. Salen muchos actores de series juveniles que yo veía antaño y que en su día me gustaban, pero este tipo de producciones están muy por encima, no se eternizan ni se estiran innecesariamente y por otro lado el tono más oscuro al abordar con mayor profundidad dramas criminales y temas universales.

Serie adulta, violenta, con mucha muerte y crueldad, ideal si te interesa el género. Muy recomendable y me sorprende que tenga tan poco seguimiento para la impecable factura y solidez narrativa que ofrece, parece que la crudeza en la ficción efectivamente no vende, la mayoría prefiere contenido más ligero y desenfadado, más de andar por casa, o con una relación tóxica-imposible metida con calzador de por medio.

El líder de una secta funciona exactamente igual, un demagogo que atrae a su público; mentes virginales, impresionables y desorientadas, aún en vías de desarrollo, con frases superficiales y eslóganes reconfortantes, pero que en realidad no vienen ni a decir ni a solucionar nada en concreto, en lo que derrocha carisma barnizada con payasadas populistas, e impone su filosofía con un talante dogmático, por el mero placer de ejercer influencia y ser un referente. Les dice que se suban a la mesa como él y lo hacen, si les hubiera dicho de ponerse una nariz de payaso, también lo harían, si les pidiera acostarse con ellos... ¿ustedes qué creen? Pero les está enseñando a ser libres... En cambio el padre que le dice a su hijo, primero sácate la carrera y gánate la vida, y entonces podrás hacer lo que quieras (sé libre pero con tu dinero, no con el mío) no tiene corazón...

Lo siento, pero la película no puede ser más empalagosa e infumable, de verdad. El colmo es ya la musiquita de thriller que le meten cuando los chicos están planeando desobedecer el toque de queda para hacer el canelo a medianoche en ese bosque. ¿En serio?

Con películas como esta, queda claro que Hollywood se ríe del público porque les confunde y manipula a su antojo, tergiversando lo que es lo bueno y qué es lo malo. Aplicarse en un centro educativo de lujo pagado por tus padres, que no te quieren porque son estrictos, con profesores garcas y carcas, tan repulsivos y viejos y estirados y horribles todos es lo peor, mientras que lo mejor del mundo es dejarse influenciar por un vendehumos y sus tonterías, que se olvida de mencionar que del aire no se vive.

Falla también en que los padres no explican con la suficiente efusividad por qué es tan importante que se saquen la carrera y no se distraigan con idioteces por el camino, bastaría que les diesen una vuelta con el coche por alguno de los barrios más deprimidos de la ciudad y les dijeran: "¿Ves a todos esos indigentes? Si no te sacas esos estudios que te estoy pagando o bien, acabarás como ellos, o si tienes suerte y la vida es compasiva contigo, limpiarás wateres durante cincuenta años que te permitirá pagarte una cochiquera en un quinto sin ascensor." Ahí se acabaría toda esta rebeldía de pega y por consiguiente, tampoco se podría rodar esta estupidez.

La frase del título es lo mejor.

Quizá no sea más que una sucesión de episodios crueles vertidos porque sí, pero a mi me parece que está muy bien interpretada, y el nivel de los diálogos está bastante por encima para lo que cabría esperar de una película de bajo presupuesto. Literalmente, engancha, cuando la mayoría de este tipo de producciones te matan de aburrimiento.

Está bien recordar de vez en cuando que existen personas así en el mundo, que solo desean el mal a todas horas, viven por y para ello. En este caso la madrastra fue matando poco a poco a sus dos hijastros, los hermanos de Aurore, por un móvil económico. Pero disfruta especialmente torturando a Aurore, probablemente por su atractivo, su rebeldía o porque le recuerda a la difunta esposa de su nueva pareja, es la última semilla que ha de ser exterminada. La madrastra engatusa al padre, un hombre tosco y desvanecido, que necesita ser dirigido para poder sobrellevar los días. Es sorprendente la influencia psicológica que llega a ejercer sobre esa mujer sobre él, hasta el punto de mostrarse totalmente impasible y ausente ante el hecho de que ésta la estuviera matando a palos literalmente delante de sus narices. Yo creo que hay gente que se vuelve así, de una personalidad narcisista y psicopática, debido a un arraigado complejo de inferioridad contraído en la infancia.

Y no sería nada descabellado pensar que horrores así de verdad sucederían, que estas atrocidades no salieron de la perversa imaginación de algún guionista morboso. También sirve para reflexionar sobre el mundo de la pareja y de los peligros que puede esconder, conoces a una así, te monta un par de veces como Dios manda y eres tú el que voluntariamente se pone a cuatro patas, el bozal y la correa, y le entregas todo lo que tienes, incluyendo a tus propios hijos.