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España España · Madrid
Críticas de Damarela
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Críticas 209
Críticas ordenadas por utilidad
3
19 de diciembre de 2014
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sólo quedaban apenas 40 páginas para que se terminara el libro, y de ellas sólo tres narran la batalla. Todavía me parece ver a Peter Jackson balanceándose en un rincón mientras repite “tenía que hacerlo, tenía que hacerlo”, con un cierto regocijo malsano después de habernos presentado con “El Hobbit: la batalla de los cinco ejércitos” dos horazas y media de épica batalla llenas de historias sacadas de la manga.

Y es que el insulto al espectador es gordo, gordo. Ya no voy a entrar en que esto directamente no es la preciosa novela de Tolkien, puesto que sabíamos que volverían a echar mano de otros escritos del autor, como es la reunión del Concilio Blanco, en un intento de ofrecer cuanto más metraje y fanservice mejor; es que sencillamente la película es más mala que la leche caducada. La empiezas a ver y se te pone la misma cara de haber bebido del cartón y pensar, “jo, y me queda todo el brick lleno, ¿qué hago?”.

Que sabíamos que iba a ser larga, que no es eso, el gran problema es que el guión es absurdo, hecho por los fans de “Star Trek” puestos de crack, a modo de venganza y recochineo.

El guión…lleno de malos diálogos en los que sobresale toda esa serie de clichés del estilo de “se acerca el invierno”, “ya lucharemos otro día”, la que parece ser la frase purificadora de la saga “no tienes poder aquí” y algunas perlas más que intentan parecer homenajes, pero quedan ridículas. Guiños y frases insertadas en escenas totalmente prescindibles, haciendo que el relleno de “Naruto” sea un breve paseo por el mundo de los ninjas antes de la hora de la comida.

Y estos diálogos no son interpretados por personajes interesantes. Tenemos otra vez a la chica de “Perdidos” interpretando a la elfa Tauriel más perdida que si estuviera otra vez en la Isla. La incongruencia de su relación con el enano Kíli, convertido de repente en el fucking master, que ya viéramos en la segunda parte continua su camino para regocijo de todos los que esperábamos echarnos unas risas. Habíamos dado por hecho que Peter Jackson tenía una partida de rol inacabada y quería dar a su personaje elfo un final y encontró la escusa en “El Hobbit“. Eso es sacarse la cola y decir: es mi peli y me la follo cuando quiera.

¡Y todavía no os he dicho de qué va la película! Porque se llama “El Hobbit: la batalla de los cinco ejércitos” pero empieza con el ataque de Smaug a la Ciudad del Lago en los 10 minutos de metraje más raros que nos ha proporcionado Jackson. ¡10 minutos! ¿Por qué no lo metió en “El Hobbit: la desolación de Smaug“? ¿Pensaba que con esos 10 minutos la película le iba a salir demasiado larga? De la misma manera que la segunda película iba de unos enanos antidisturbios que quieren matar a un dragón okupa, la tercera no debería ir de cómo se finaliza eso y abrir un marco argumental completamente diferente sino, ya que han decidido que así sea, de la batalla de los cinco ejércitos.

Y esta batalla se convierte también en un homenaje, por un lado ...

[...]

Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
Damarela
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6
24 de marzo de 2016
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay una peli de superhéroes que acaparaba todas las miradas en esta primera mitad de año era, y que “Deadpool” me perdone, “Batman v Superman” (2016). Quizá por ser el principio de algo más grande, como la primera piedra en el que se supone será el enorme muro del universo cinematográfico DC. Quizá también por la impresionante relevancia de sus protagonistas; y es que si una película de “Batman” ya es de por sí relevante, una en la que sale con “Superman” partiéndose los morros es todo un acontecimiento hasta el momento único en el mundo del celuloide (de imagen real, pues ya disfrutamos de un “Batman v Superman” de animación que resulto ser una muy buena película).

Secuela directa de aquella anodina y algo insulsa “El hombre de acero” (2013), “Batman v Superman” sigue estando dirigida por el tantas veces aclamado como abucheado Zack Snyder: el tío que nos obsequió con maravillas como “El Amanecer de los muertos” o “Watchmen“, pero que también nos torturó cruelmente con “Shucker Punch” o “Ga’ Hoole“, por lo que definitivamente uno no sabe muy bien que esperar de esta nueva inmersión del cineasta en el universo DC.

“Batman v Superman” es un film ante todo y al igual que “El hombre de acero“, hecho con mucho mimo y con un tremendo respeto hacia sus personajes y sus universos, cosa que hoy por hoy se hace más que imprescindible si pretendes ganarte el respeto del público. Sin embargo, Zack Snyder confunde muchas veces respeto con excesiva seriedad y solemnidad, siendo estos defectos que ya se le achacaron en la anterior película.

La película se desgrana con sobriedad y parsimonia, con unos tonos grises y apagados que tratan de transmitirnos el drama en el que están sumergidos los personajes, unos personajes bien trabajados y definidos (aunque el film se centra mucho más en Batman que en Superman), eso sí, a costa de llevarse por delante demasiados minutos valiosísimos en un metraje que termina por hacerse interminable y eso, amigos, hablando de una peli de superhéroes, no termina de ser una buena noticia.

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Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
Damarela
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6
6 de agosto de 2016
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aaaah la serie B, ese maravilloso género que, bajo el estandarte del bajo presupuesto y la falta de pretensiones, tantas alegrías y disgustos nos ha dado a lo largo de la historia. Lo que podemos encontrar en este mundillo es muy variado, y puede ir desde legendarias películas de culto como La invasión de los ladrones de cuerpos o El increíble hombre menguante hasta cosas inclasificables como Bad taste o Brain dead.

Hablar de la serie B es hablar de un género terriblemente prolífico que, aunque se las ha apañado por llegar vivo a nuestros días, no goza de la misma salud de la que disfrutaba durante la segunda mitad de los noventa. Sin embargo hay una compañía que parece haber abrazado las directrices del cine de bajo presupuesto, produciendo despropósito tras despropósito y sintiendo orgullo por ello. Hablamos de The Asylum, una compañía que se dedica a las parodias y a las pelis cutres entre cuyas obras podemos encontrar joyitas como: Transmorphers, Paranormal Entity, Avengers grimm o Atlantic Rim y, aunque hay que admitir que son una mierda bien grande, lo cierto es que tienen su gracia y funcionan sorprendentemente bien como películas de comedia.

[...]

La historia arranca cinco años después del final de Sharknado 3, Fin Shepherd (Ian Ziering) consiguió derrotar a los tiburones espaciales gracias a la ayuda de su padre (David Hasselhoff), y aunque Fin echa de menos a su querida April (Tara reid), parece que por fin ha conseguido encontrar la paz en su rancho, lejos de escualos y de fenómenos meteorológicos que lo perturben.

Sin embargo la paz no parece durar mucho, ya que las defensas que la humanidad había desarrollado para defenderse de los Sharknados se vuelven inútiles cuando estos empiezan a evolucionar en poderosos Sharknados elementales: Piedranados, Tibuarenados y Truenonados son algunas de las mortales espirales de mandíbulas que la naturaleza arrojará contra nuestros protagonistas.

Esto que acabáis de leer es, tal cual, el argumento de Sharknado 4, no podría haceros spoilers aunque quisiera porque lo cierto es que no hay mucho más que contar. Sharknado 4 es un compendio de cosas muy locas unidas entre sí porque sí, sin darle más vueltas al asunto ni andarse con tecnicismos. Suena a mierda de las buenas, y lo cierto es que lo es, pero lo más sorprendente de todo es que es una mezcla que funciona.

Los que hayan disfrutado de las anteriores entregas sabrán de lo que hablo, es algo difícil de describir pero lo cierto es que todo en estas películas parece conspirar para hacerte reír: el argumento es estúpido, las actuaciones son de risa, el guión es penoso, la fotografía un insulto y la propia edición de la película es basura, con planos ridículos, giros de cámara borrosos, cambios de escenas confusos y zooms dramáticos que no pintan nada. Sin embargo detrás de todos estos fallos se encuentra una atracción extraña, casi magnética, que parece atraernos (a los idiotas) de forma inevitable.

Es algo así como la relación que existe entre las moscas y la mierda, solo que aquí hay tiburones, y son bastante cutres.

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Resumiendo, Sharknado: the 4th awakens se mantiene muy en la linea del resto de entregas de la franquicia, volviendo a ofrecer un espectáculo tan cutre que resulta imposible odiarlo, siendo una obra cinematográfica de escaso valor pero que funciona sorprendentemente bien como comedia. Una película que disfrutarán los fans de las anteriores entregas, aquellos que busquen una comedia que no se tome en serio a sí misma y a los que les suene gracioso todo el asunto de los Sharknados. Si lo que buscáis es algo inteligente, bien escrito e interpretado o una buena película… manteneos alejados de esto

Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
Damarela
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7
16 de enero de 2016
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es extraordinario e incluso gratificante comprobar que todavía no lo hemos visto todo en cuanto a películas costumbristas. “La chica danesa” (2015) no pecará de historia original, como viene pasando con todas las películas basadas en hechos reales que ahora inundan los cines, pero es la forma de contarlo, esa mezcla de guión, dirección y grandes actuaciones la que hacen que visionar “La chica danesa” se convierta en toda una experiencia para los sentidos.

Y es que sólo unos grandes actores como son Eddie Reymare y Alicia Vikander podrían haber elevado este drama sobre un matrimonio danés, ambos artistas, en el que él Einar, descubre posando como modelo femenina para su mujer, Gerda, que hay algo que no va bien en su interior, y no convertirlo en un melodrama insustancial. La transformación que sufre Einar en su paso de hombre a mujer es lo que diferencia una actuación a la que hay que nominar porque “es lo que toca y lo que se espera” de una actuación memorable realmente digna del Oscar. Pocas veces habréis visto algo tan sublime y lleno de matices.

Y es de agradecer que no sea una de esas películas en las que el peso sólo lo lleva un actor. La trama no requiere de muchos personajes y los diálogos podrían haberse hecho pesados. Alicia Vikander pasa por todas las fases de la interpretación en su historia de amor con Einar. Gerda es segura, desvergonzada, alegre, y todo su mundo se trastoca cuando descubre que Einar ha sacado fuera a su verdadero yo, una Lili con la que tendrá que aprender a vivir.

Es notable que la película se centre en la aceptación por parte de ambos de la condición de transexual de Einar. Desde luego, en plenos años 20 la situación habría sido diferente a la de ahora. Aceptarlo era extremadamente difícil y poco aprobado por la sociedad en general. Ulla (Amber Heard), la bailarina amiga de ambos, Henrik Sandal (Ben Whishaw) como el homosexual que trastoca el pequeño equilibrio en el que vive Einar-Lili, y Hans Axgil (Matthias Schoenaerts) como el apoyo incondicional del matrimonio, completan el reparto de “La chica danesa” y son el pilar sobre el que apoyarse; quizás, porque todos pertenecían al liberal mundo de los artistas. Sin embargo, se echa en falta un poco más la lucha que habría que haber tenido la primera mujer transexual en su paso hacia su transformación definitiva. Cierto, los médicos le tratan o de demente, o de pervertido, pero no se aprecia como debiera y el tratamiento debería de haber sido más arriesgado, con un contenido en este sentido más profundo.

Claro que la cinta se ha centrado en los matices de las interpretaciones, en las sensaciones que nos produce Einar/Lili, y ello lo convierte en una obra elegante. La escena en que Einar descubre su cuerpo se aleja bastante de la recreación “drag queen” de “El silencio de los corderos” (1991) y, aunque a algunos les producirá incomodidad (y ole por ello) es casi una escena necesaria. Era complicado no caer en la vulgaridad o en el artificio, bueno, en general en toda la cinta es complicado y creo que nadie podrá quejarse del trabajo tan respetuoso que hace Eddie Reymare (y si alguien duda de él, que vuelva a ver “La teoría del todo” 2014), pero muchos verán que tanta corrección le resta interés a “La chica danesa” desde un punto cinematográfico, y quizás habría que haber dado menos gentileza y más visceralidad, en pro de no aburrir al personal, típico caso en una cinta de este tipo, pero claro, yo también habría querido, si fuera parte de la película, alejarme del “toque Almodóvar” y buscar el Oscar.

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Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
Damarela
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6
6 de junio de 2015
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver, rara es. “Horns” no es la típica película de “mi novia ha aparecido muerta y me culpan de asesinato”. Tienes que mezclar las clásicas películas donde en el fin del mundo, en un pueblo perdido, alguien investiga una muerte; con películas estilo “Little Nicky“, “El día de la bestia“, “El laberinto del Fauno” y cosas así.

No quiero decir que “Horns” sea una película de coña o de fantasía; Ignatus `Ig´ Perris (Daniel Radcliffe) sufre demasiado la muerte de Merrin Williams (Juno Temple), como para pensar siquiera eso, pero no sé si acaba de encajar bien la idea de aunar el drama y el misterio o el thriller policíaco, con los cuernos nada metafóricos que le crecen a Ig en la cabeza, a la vez que desarrolla la habilidad de sacar las verdades más truculentas de la gente. Ig usa su nuevo poder para resolver el asesinato, dando lugar a situaciones dantescas, muy propias de su director, Alexandre Aja. Y esto no tiene porqué ser necesariamente malo, puesto que el resultado es una película muy especial, y que desde luego, no deja indiferente.

El problema sin embargo de la cinta no se encuentra en esa mezcla de mundo terrenal e inframundo, ni siquiera es un problema de guión (recordemos que es una adaptación de la novela del mismo nombre de Joe Hill). Quizás, lo que hace a “Horns” ganarse el apelativo de rara es la dirección. Esos flash-back tan largos (sobre todo en las escenas de la niñez), esas pausas excesivas, esas escenas lentas, esas secuencias raras que pretenden introducirnos en la vida de pesadilla que está sufriendo Ig pero que, debido a los parones de ritmo del film, no consiguen acabar de encajar. Todo genera un tufillo de comedia negra o de sátira pseudoreligiosa que, o bien te encanta, o bien la detestas.

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Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
Damarela
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