Los primeros minutos, los tres o cuatro primeros planos, hacen que la cinta entre de manera potente. Ya marcan un tempo que no cambiará, un tempo que permite a Dea proyectar una película de unos 40 o 50 planos, los mismos que habría en una secuencia de lucha en cualquier película de acción contemporánea.

Beginning habla de la fe, pero sobre todo lo que te hace llegar a ella, dudar de ella o refugiarte en ella. Yana comete un error, y es el de ser mujer. En su sociedad, en su credo, hace que muchas cosas sean incomprensibles e imperdonables. Es esa fe la que la ayudará, la salvará o la dejará caer. Porque sí, porque no es lo mismo ser mujer atea en España que ser mujer testigo de Jehová en Georgia. Esto ya lo dice todo, y las imágenes del film hablan por sí solas.