Magnífica interpretación de Jean Seberg, cuya vida misma podría ser una interesante película con triste final, en este caso interpreta a una bella joven mentalmente perturbada.
Warren Weatty aporta la imagen masculina, en principio esperanzadora, y fuerte, luego: no puedo desvelarlo. Recomiendo firmemente verla hasta oír el último tono de la música final.
Si alguien se cuestionó alguna vez qué puede sentir una persona atrapada por alguna angustia mental, enajenamiento, obsesión, esquizofrenia, etc. puede sentirlo al ser rodeado por la telaraña de esta joven Lilith.

Si una película pretende reflejar la realidad, ha de representar una sucesión de hechos fortuitos, aleatorios y sin sentido. Lo que nos muestra este filme es realismo crudo en unas calles peligrosas donde la vida no tiene valor... Con eso no podemos buscar pragmatismo en los personajes. No pretendamos que la lógica impere como lo hace en clásicos tipo Sed de mal (1958), del reconocido Orson Welles. Un desbarajuste, eso es la vida de un violento, paranoico y sufridor de una dualidad complejísima, como lo es la del personaje que interpreta Christian Bale.
Es, en definitiva, una historia oscura de un personaje violento.

¿Cree alguien que la CIA sea un arma estabilizadora y beneficiosa para alguien más que para unos pocos?
¿Cuál es el precio por mantener los poderes actuales, como el petróleo? ¿cientos de vidas, miles de vidas, no existe límite?
Cóndor, un tipo muy inteligente, le gana la partida a estos secuaces del imperio. Al menos en una película, por un corto periodo de tiempo, un valiente capaz de tal hazaña podrá caminar, pero ¿hasta cuándo?
Muy bien están Robert Reford, Faye Dunaway, Max Von Sydow y Cliff Robbertson, muy acertados y creíbles.
Esta película tiene unos diálogos muy inteligentes.

Es una de las mejores películas de ciencia ficción. Esta historia es ya una leyenda dentro del séptimo arte. Saltando algunos defectos como que los simios hablan, pero nosotros no; los simios guardan recuerdos, pero nosotros no; las simias no se maquillan, pero las humanas sí, también se depilan, desenredan el cabello, etc.; en la nave nadie reconoce las coordenadas del planeta tierra; las armas de fuego y la munición ¿quién las fabrica o les hace el mantenimiento? Sin embargo, la película funciona, la historia nos interesa, el desarrollo es perfecto, el desenlace, mejor aún. Esto es el cine, una gran mentira que nos entretiene cuando está bien realizada.
La película goza de un estupendo mensaje pacifista.

La agresividad está en todos nosotros, pero no todos sentimos un desahogo después de pelearnos, es más: para algunos vendrá una angustia mayor durante mucho tiempo. El mensaje de la película lleva muchas trampas escondidas y puede atrapar a muchos, pero confío en que la razón, la moral o la ética común, que están en muchos de nosotros, desestimen todas esas horribles ideas que parece destilar el fondo dramático de esta violentísima y angustiosa película. Claro que es una cinta de culto, es atrevida e inquieta con algunos de sus mensajes pesimistas. Los actores están muy bien, todo hay que decirlo. Pero no es verdadero decir que convertirnos en violentos nos transformará en un atractivo Brad Pitt, que mejora hasta haciendo el amor. Tampoco disparándonos en la boca acabaremos con un trastorno bipolar, que antes llamábamos psicosis maniaco-depresiva.