Título en Sudamérica, Región 4: Revelaciones

Infravalorada en su momento, hoy diría que es una película prolija con muchos guiños a Hitchcock. Previsible por momentos, eso no quita que te quedes esperando el final por más que te lo esperes. Notable Pfeiffer y sorprendente Ford, en el único papel dónde le he visto hacer de malo. Correcta película de suspenso para ver aferrandose al paquete de palomitas de maíz. Recomendable.

Nunca podré entender que diablos hacía Sir John Gielgud en el elenco de esta aberrante película. Menos mal que su papel de Nerva duró poquito. Película que no añade nada nuevo a lo que se sabe del desquiciado y sangriento emperador romano. Película abiertamente pornográfica con ínfulas de arte. Prescindible.

Título en Sudamérica, Región 4: El Ocaso De Un Asesino

Película de excelente fotografía, de diálogos medidos, casi monosílabos, con gestos y actitudes que dicen más que muchas palabras. Un George Clooney, melancólico, lacónico, en una actuación de aceptable promedio en una película de final previsible. Film para mirar con tiempo y sin prisas. Disfrutable.

Título en Sudamérica, Región 4: Ojos Bien Cerrados

Cansina película, lenta, que se arrastra tal cual un reptil para mostrarnos verdades pseudo ocultas que todos en mayor o menor medida ya sabemos. Matrimonios que son fachadas, fantasías íntimas reveladas a fuerza de estimulantes por falta de coraje. Un fisgoneo a los altos círculos donde se juega a ser Dios y Satán a la vez y todo el bla, bla, bla en un aquelarre en donde a la conclusión que se llega es que el dinero muchas veces no te compra un pasaje automático a esos sitios adónde no llegas sino por influencias. Eso sí, confiesa tus fantasías y por favor!!!! llévalas a la práctica, que no te coman la cabeza. Déjate de pavadas! Sino te ocurrirá lo mismo que a los protagonistas de la historia, que al final se dan cuenta que tienen que copular como Dios manda. (Vaya descubrimiento)
Kubrick, descubriste la pólvora y se te mojó. Olvidable.

Lo confieso, vi "El resplandor" hace pocos días y no me sorprendí demasiado, quizás porque como ya lo dije en otra crítica anterior, estoy harta de ver a Jack Nicholson haciendo de esquizofrénico. La actuación de Shelley Duvall me resultó insoportable, el miedo que le imprimió a su personaje me supo a estupidez todo el tiempo. Lo que sí destaco, es el timing que Kubrick le puso a la película y el uso de la luz transmitiendo notablemente esa atmósfera de misterio que se mantiene hasta el final. Sólo para entendidos en el tema de la patología mental y los que creen en almas en pena. Interesante.