Filme del ya antediluviano año 2000, que prepara una remezcla singular de Scream, siendo que prácticamente la copia en todo. La cosa es que es un fiasco bastante bien conseguido y sirve unas cuantas muertes interesantes. Incluso la máscara me ha hecho gracia.

Creo que parte del hate contra esta cinta, es que sale Kilie Minogue unos dos minutos, unido a que explota muchas (todas) características de slasher legendarios como La Matanza de Texas, Halloween o la mencionada Scream y eso es tocar la fibra sensible de muchas personas.

Jamás la vería como algo comparable, pero si como un homenaje con cierto sentido del humor, de hecho, hacen continuas referencias en los diálogos.

Entretenimiento de cierto interés, en una infrecuente película australiana.

Una película supuestamente divertida que no volveré a ver. Bueno, quizas un par de veces más. Una vez superado el tremendo rechazo del primer visionado, que incluye escenas que dan auténtica vergüenza ajena, pretenciosos diálogos, situaciones estúpidas from 1986 y un giro final bochornoso, el segundo visionado se revela como un documento que narra una esoecie de accidente de tráfico a cámara lenta, con publicidad abusiva de cocacola, empresa que seguramente no puso un duro en la producción de esta cinta. Si bien es cierto que para algunas personas, este metraje tirado a la basura puede ser entrañable, desde luego no merece la pena pagar dinero por eso. Un glorioso formato VHS que no me devolverá esos 91 minutos de vida. Maldición XD

La peli de supers de Stallone!, pensé. Esto tengo que verlo.

Tenía una vaga idea de lo que trataba, dos personajes enfrentados, sin mucho interés. Pero chico, la última de Sly hay que verla. Comenzado el filme, la trama atufa a repetición de tropos, pero ey, le damos una oportunidad.

Descubrimos una película divertida, con buenas escenas y frases memorables, que recuerda a trabajos anteriores de Sly, como Cobra, Rambo o Rocky. La contundencia de las secuencias de acción, las resoluciones naturales y un tono desenfadado, hacen de esta película algo simpático, sin embargo, poco trascendente.

El director no es alguien que tenga en alta estima, pero logra que el ritmo no decaiga, a pesar de algún que otro momento innecesario y de sufrir a un villano poco carismático e irrelevante. Ya que la ha producido (y bien producido), he tenido que comprobar que no la había dirigido el mismísimo Sly. Habría tenido gracia.

Filme honesto, actual y con algún que otro mensaje interesante, con buenas actuaciones y un enorme papel protagonista.

Infumable largometraje patrocinado por el legendario titiritero Jim Henson. Uno se pone ante la pantalla con el peso del nombre y esperando un biopic sobre una ecologista de los años 30 y se encuentra con la exposición palmaria del corolario del viejo Hitchcock “nunca grabes con niños, animales, ni con Charles Laughton”.

La película, cimentada sobre la premisa de que la señora “humanizaba” animales tratándolos como personas, vistiéndolas y poniéndolas a comer con cubiertos, cansa a los dos minutos y la interminable bufonada de los bichos eclipsa por completo la fantástica marioneta del gorila “Buddy”.

Desasosegante y desesperante, podría ser capaz, paradójicamente, de poner los pelos de punta a cualquier amante de los animales de la actualidad.

Impresionante pérdida de tiempo frente a la pantalla, seducido por los jóvenes cuerpos de las “actrices” principales, cuya actuación me recuerda a otras grandes estrellas de la interpretación como Ana Obregón o Silvia Saint. Una introducción lenta como el discernimiento de un terraplanista y una segunda parte más o menos interesante, con diálogos que ponen a Paris Hilton a la altura de William Shakespeare. La cuadratura del círculo donde comedia y vergüenza ajena se dan la mano. Véala bajo su propia responsabilidad, pondrá a prueba sus capacidades.