Hace tiempo fui un niño repleto de ilusiones y esperanzas. En mi mundo de fantasías, Street Fighter, Mortal Kombat y Contra, fueron juegos que me elevaban a un mundo mágico lleno de acción y emociones. Daba mis primeros pasos en el terreno de la sexualidad, y las curvas de Cammy o de Sonya, me resultaban fascinantes. Y entonces llegó este film... y me di cuenta por vez primera que yo era un tonto, que disfrutaba con cosas de pésimo gusto, que tenía que pertenecer al rincón de los retrasados, para que el Sr. de de Souza pretendiera divertirnos con este aborto de película. Es un logrado cóctel de sandeces, de pésimas escenas y con el guión más absurdo que he visto jamás. Me destruyeron la infancia, me mataron la ingenuidad, me abrieron los ojos al cruel mundo real, al darme cuenta con estas actuaciones que son un chiste, que todo era tan falso como Santa Claus ¡Gracias! ¡Muchas Gracias!

Logan siempre fue el mutante díscolo, su vida transcurrió mayormente alejado de los planes cohesivos de Charles Xavier, sin mucha fe sobre el futuro de su especie. En esta película vemos a un Wolverine en decadencia ligado a un Charles Xavier en los días finales compartiendo un tiempo tan desolador como lleno de humanidad y sentimientos. Esto no es un film para adolescentes y en esa medida no será popular entre ellos. Es una historia violenta y adulta como pocas en el mundo de los cómics (watchmen viene a mi mente) y que puede destrozarte el corazón si es que la miras en profundidad. Si quieres ver efectos y devorar palomitas, mira para otro lado.

Para aquellos que amaron a su padre y lo han perdido, este magistral ejercicio de buen cine de Tim Burton (¿y cuando no de este genio?) es un disparo directo al corazón. En mi caso, el ingrediente adicional es que mi padre tenía un poco de ese discurso entre mágico y fantasioso del Gran Pez que todo lo envuelve con esa aura de mística belleza, y hace más de una década que lo perdí. Yo fui un poco el hijo cansado de las historias de mi padre, algunas de ellas mentiras a todas luces, pero no por ello carentes de encanto. La escena final llega a tocar fibras que para mí son hilos que alcanzan lo más humano y espiritual de mi ser. Esta película es sublime, de principio a fin, una vida contada de una forma cautivadora. Nadie debería prescindir de ella.

Es sencillamente la peor película que he visto, con creces, tanto que no he podido borrarla jamás de mi mente, la tengo grabada como una experiencia inolvidable especialmente por la escena final, el sello de honor para semejante mamarracho sin sentido, sin gracia y sin terror.