Seguramente no todos piensen que esta película es una auténtica joya. Y no creo que se hiciese pensando en agradar a toda clase de públicos. No hay que olvidar que la directora proviene del vídeoarte. Es verdad que sería difícil concretar el argumento. Pero lo mismo podríamos decir de Un Perro Andaluz o de Poeta en Nueva York. No tienen sentido. ¿Y qué? Son obras maravillosas. Pepperminta consigue enganchar desde el principio por su impresionante dirección de arte y su espléndida fotografía. Introduce en un universo surrealista de forma hipnótica. El ritmo no cae en ningún momento; el montaje es muy bueno.Y la dirección de actores también. Eso sí, decepcionará a quienes esperen ver una película con una clara línea argumental.

Entretenida, pero absolutamente prescindible. Los diálogos dan vergüenza ajena, como siempre. Los personajes son profundamente pedantes porque no son veraces. Dicen chorradas por doquier, pero aparentando ser inteligentes. Al final, el más chulo es el que se lleva los laureles. Supongo que el talento de Tarantino es hacer queribles a personajes imbéciles, en todos los sentidos. En esto sí es un maestro. Utiliza magníficamente bien la cámara, la música y el montaje. Y esto no es tan fácil como parece, ni mucho menos.

Django desencadenado es una película de personajes, de personajes imbéciles, como todos los personajes de todas sus películas. Pero ahora le ha dado por hacerlas cada vez más largas, y esto es, a mi juicio, un error, ya que se vuelven tremendamente aburridas. Esta película, como todas las anteriores, es profundamente previsible. Para evitar el tedio absoluto, Tarantino incluye entre medias algunas imágenes violentas en las que sólo podría regocijarse un enfermo mental, con las que me imagino que pretende generar un poco más de interés hacia la película, o quizá cierta polémica. Acaso intente propiciar una excusa para reabrir el soporífero debate sobre la violencia en el cine. Los actores, muy bien, como siempre. El equipo técnico, pues como siempre, o sea, magnífico. La película, en general, floja, larga, aburrida, adivinable casi desde el principio. Aunque entretenida. Un domingo lluvioso y feo puede entrar bastante bien.