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Críticas ordenadas por utilidad
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6,2
39.123
5
12 de agosto de 2015
12 de agosto de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La alianza Marvel/Disney ha propinado un golpe de efecto al panorama cinematografíco del momento. La Fase 1 de "Los Vengadores", iniciada con la primera película de Iron Man en 2008, ha cambiado el concepto que se tenía del cine de superhéroes. Es conspicuo que la evolución técnica, la irrupción del 3D y la confección de un universo vivo han propiciado que los personajes de Marvel se hayan convertido en un filón que genera millones y millones de beneficios.
"Ant-Man" pertenece a la Fase 2, y es claramente una película de transición que debe servir de nexo con la esperada Fase 3. Una producción controvertida y un elenco liderado por un actor de tinte cómico como Paul Rudd, no me hacían demasiado optimista respecto a la calidad del largometraje, mas el éxito de "Guardianes de la galaxia" me obligó a adoptar una taimada circunspección a la hora de visionar la película.
"Ant-Man" es una película vacua, que adolece de ninguna intención más que proporcionar entretenimiento de la clase más básica posible. Y sí, ya sé que no le puedo exigir a Marvel que me proporcione una epopeya sin parangón dotada de un argumento elaborado y trascendental, es más, jamás se lo pediré porque considero que escapa a sus pretensiones, pero sí espero que, si busco entretenimiento, que ese entretenimiento no permita que mi mente vuele a otro lugar mientras veo la película.
No es un desastre, por supuesto que no. A nivel visual las escenas en miniatura son una delicia para la vista, de un nivel técnico excelso, pero se quedan cortas para ser una razón de peso que convierta a esta película en algo para recordar. Después de ver dos o tres te queda un aroma reiterativo, coo si fuera el único punto en el que se ha puesto cierto esfuerzo.
A escala interpretativa, un Michael Douglas solvente, como suele ser habitual en él, una Evageline Lilly que lleva a cabo el único papel que parece que sabe hacer, el de chica dura pero que a la vez tiene sentimientos, y un Paul Rudd que salva la papeleta con solvencia además de transmitir la sensación de que será una gran incorporación, por su comicidad al elenco de "Los Vengadores". En cualquier caso, salvo el conducido por Douglas, todos ellos son personajes predecibles e irrelevantes, por no hablar de la actuación de Corey Stoll, de una carencia de carisma casi ofensiva.
En materia argumental, lo dicho, una película de transición y prescindible, ya que aunque posee referencias a Los Vengadores, nada tiene que ver con la trama principal sobre la que girará la fase 3, es decir, las gemas del infinito, o el índice del registro de mutantes que será el telón de fondo de Civil War. Por lo tanto, como espectador, no te interesa lo que vaya a acaecer durante el periplo de Paul Rudd como "Ant-Man", y llegas a la conclusión de que se podría haber introducido al personaje directamente en Civil War sin necesidad de tener película propia.
En cuanto a los beneficios, al ser un producto Marvel, su éxito no es una sorpresa. Inversión de 130 millones de dolares y recaudación de 330, además parece que tanto a la crítica como el público les ha gustado. "Ant-Man" es un producto de menor calidad que los precedentes, una película en la que no interesaba adelantar nada de las que serán las grandes bazas de Marvel en 2016, y que introduce a un personaje que veremos cómo cuaja en Los Vengadores.
Decepcionante, pero por otra parte, previsible. A muchos no os aburrirá, pero os quedaréis con la sensación de que os habéis tragado dos horas de relleno.
"Ant-Man" pertenece a la Fase 2, y es claramente una película de transición que debe servir de nexo con la esperada Fase 3. Una producción controvertida y un elenco liderado por un actor de tinte cómico como Paul Rudd, no me hacían demasiado optimista respecto a la calidad del largometraje, mas el éxito de "Guardianes de la galaxia" me obligó a adoptar una taimada circunspección a la hora de visionar la película.
"Ant-Man" es una película vacua, que adolece de ninguna intención más que proporcionar entretenimiento de la clase más básica posible. Y sí, ya sé que no le puedo exigir a Marvel que me proporcione una epopeya sin parangón dotada de un argumento elaborado y trascendental, es más, jamás se lo pediré porque considero que escapa a sus pretensiones, pero sí espero que, si busco entretenimiento, que ese entretenimiento no permita que mi mente vuele a otro lugar mientras veo la película.
No es un desastre, por supuesto que no. A nivel visual las escenas en miniatura son una delicia para la vista, de un nivel técnico excelso, pero se quedan cortas para ser una razón de peso que convierta a esta película en algo para recordar. Después de ver dos o tres te queda un aroma reiterativo, coo si fuera el único punto en el que se ha puesto cierto esfuerzo.
A escala interpretativa, un Michael Douglas solvente, como suele ser habitual en él, una Evageline Lilly que lleva a cabo el único papel que parece que sabe hacer, el de chica dura pero que a la vez tiene sentimientos, y un Paul Rudd que salva la papeleta con solvencia además de transmitir la sensación de que será una gran incorporación, por su comicidad al elenco de "Los Vengadores". En cualquier caso, salvo el conducido por Douglas, todos ellos son personajes predecibles e irrelevantes, por no hablar de la actuación de Corey Stoll, de una carencia de carisma casi ofensiva.
En materia argumental, lo dicho, una película de transición y prescindible, ya que aunque posee referencias a Los Vengadores, nada tiene que ver con la trama principal sobre la que girará la fase 3, es decir, las gemas del infinito, o el índice del registro de mutantes que será el telón de fondo de Civil War. Por lo tanto, como espectador, no te interesa lo que vaya a acaecer durante el periplo de Paul Rudd como "Ant-Man", y llegas a la conclusión de que se podría haber introducido al personaje directamente en Civil War sin necesidad de tener película propia.
En cuanto a los beneficios, al ser un producto Marvel, su éxito no es una sorpresa. Inversión de 130 millones de dolares y recaudación de 330, además parece que tanto a la crítica como el público les ha gustado. "Ant-Man" es un producto de menor calidad que los precedentes, una película en la que no interesaba adelantar nada de las que serán las grandes bazas de Marvel en 2016, y que introduce a un personaje que veremos cómo cuaja en Los Vengadores.
Decepcionante, pero por otra parte, previsible. A muchos no os aburrirá, pero os quedaréis con la sensación de que os habéis tragado dos horas de relleno.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En este apartado estoy obligado a referirme al papel de antagonista llevado a cabo por Corey Stoll. Es el arquetipo de genio despreciado por su maestro que por obra de la rabia y el rencor se convierte en un psicópata con "chaqueta amarilla" que no dudará en matar a quién sea necesario para demostrar que es aquello que su maestro no supo ver. Este modelo no estaría del todo mal de no ser básico, estar más que manido, y de no evocar nada en el espectador. Marvel crea unos antagonistas lamentables, con la salvedad de Loki, un personaje con la suficiente personalidad como para protagonizar una película propia.
En cuanto a Lilly, al final se nos revela que se convertirá en la Avispa, personaje que sin duda aparecerá en Civil War, ya que debido al lío de licencias con Sony, Marvel/Disney necesitan introducir a todos los héroes posibles para que dicha historia tenga sentido. ¿Habría pasado algo porque Lilly se convirtiera en la Avispa durante esta película? No, pero sin ella siendo una heroína han roto la caja, así que se lo resevan para "Los Vengadores" o "Ant-Man 2".
¿Aporta algo nuevo? Sí. ¿Lo hace bien? No del todo. ¿Interesa? Más por lo que se nos adviene el año que viene, que por el valor de la película en sí.
En cuanto a Lilly, al final se nos revela que se convertirá en la Avispa, personaje que sin duda aparecerá en Civil War, ya que debido al lío de licencias con Sony, Marvel/Disney necesitan introducir a todos los héroes posibles para que dicha historia tenga sentido. ¿Habría pasado algo porque Lilly se convirtiera en la Avispa durante esta película? No, pero sin ella siendo una heroína han roto la caja, así que se lo resevan para "Los Vengadores" o "Ant-Man 2".
¿Aporta algo nuevo? Sí. ¿Lo hace bien? No del todo. ¿Interesa? Más por lo que se nos adviene el año que viene, que por el valor de la película en sí.

4,6
15.102
3
12 de agosto de 2015
12 de agosto de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adoro el cine de terror. Desde que era un imberbe crío me tragaba cualquier película que pudiera convertir la oscuridad en algo terrible y aterrador. El problema de introducirte en este género tan pronto, es que te vas insensibilizando. Si unimos este proceso incoercible con el contexto actual del género, tenemos como resultado este subproducto, que busca explotar el decente resultado que nos dejó "Expediente Warren: The conjuring", sin conservar prácticamente nada de lo que convirtió aquella película en una atractiva excepción.
El único elemento con carisma es Annabelle, y solo por esa turbadora efigie que posee y que ya nos atrajo en la historia de los Warren. La película pretende narrarnos los orígenes de esta muñeca, y cómo esta comenzó a atormentar a todo aquel que se hiciera con ella. El porblema no es la muñeca ya que de por sí sola logra una atmósfera que con un par de detalles ya reviste de tensión cualquier situación, lo mediocre de la película son los personajes que la rodean. Desde el arquetipo de madre que debe afrontar sola los sucesos paranormales porque su marido tiene cosas más importantes que hacer que acompañarla después de experimentar un intento de asesinato, sin olvidarnos de este patriarca que siempre va de aquí para allá, pasando por la mujer afroamericana con un pasado tormentoso y en apariencia experta en estos asuntos -solo en apariencia- y terminando por el cura (nunca puede faltar un representante de Dios que demuestre que nada puede hacer la religión contra un ente demoníaco).
Estos personajes se desenvuelven en un contexto años 70 que desde mi prisma no interesa. Entendería, por ejemplo, que parte de la historia hubiera transcurrido en ese entonces, desvelando después cómo la muñeca atormentaba a esas jóvenes -parece que estudiantes- que coviven con ella en el presente, pero el señor Leonetti, director de fotografía de la mencionada "The Conjuring", seguramente reservándose material para una posible segunda parte, tomó la decisión de dilatar un hilo argumental excesivamente prolijo, y que además, no te cuenta realmente de dónde sale la muñeca puesto que el marido no desvela de dónde ha salido.
A nivel de terror general, mucho intento de sobresalto vía poltergeist, con objetos cayendo y volando de un lado a otro, y el extenuante recurso de la utilización por parte de los entes malignos del bebé (no voy a escribir el susto de las palomitas, me niego).
La fotografía no ayuda a que el corazón se acelere, si Leonetti se hubiera encargado quizás se habría parecido más a The Conjuring, aunque tampoco es posible hacer milagros.
No esperaba mucho de esta película, pero consigue la difícil tarea de obrar que la historia detrás de Annabelle, sobre la que quizás debería haber girado más el metraje, ya no me interese. En lugar presenta la típica familia que es atormentada por una muñeca diabólica. Esto ya se hizo, y muchas veces. Creo que no hace falta que recuerde con qué famoso muñeco diabólico.
A nivel económico, nada que reprochar. Una inversión de poco más de 6 millones de dolares, y una recaudación de más de 250. El producto funciona, y tienen la oportunidad de crear alrededor de las investigaciones de los Warren un interesante tejido, mas cuidado, porque pese a su éxito, con Annabelle ya han rasgado parte de la tela. Veremos si The Conjuring 2 es capaz de recobrar el interés.
El único elemento con carisma es Annabelle, y solo por esa turbadora efigie que posee y que ya nos atrajo en la historia de los Warren. La película pretende narrarnos los orígenes de esta muñeca, y cómo esta comenzó a atormentar a todo aquel que se hiciera con ella. El porblema no es la muñeca ya que de por sí sola logra una atmósfera que con un par de detalles ya reviste de tensión cualquier situación, lo mediocre de la película son los personajes que la rodean. Desde el arquetipo de madre que debe afrontar sola los sucesos paranormales porque su marido tiene cosas más importantes que hacer que acompañarla después de experimentar un intento de asesinato, sin olvidarnos de este patriarca que siempre va de aquí para allá, pasando por la mujer afroamericana con un pasado tormentoso y en apariencia experta en estos asuntos -solo en apariencia- y terminando por el cura (nunca puede faltar un representante de Dios que demuestre que nada puede hacer la religión contra un ente demoníaco).
Estos personajes se desenvuelven en un contexto años 70 que desde mi prisma no interesa. Entendería, por ejemplo, que parte de la historia hubiera transcurrido en ese entonces, desvelando después cómo la muñeca atormentaba a esas jóvenes -parece que estudiantes- que coviven con ella en el presente, pero el señor Leonetti, director de fotografía de la mencionada "The Conjuring", seguramente reservándose material para una posible segunda parte, tomó la decisión de dilatar un hilo argumental excesivamente prolijo, y que además, no te cuenta realmente de dónde sale la muñeca puesto que el marido no desvela de dónde ha salido.
A nivel de terror general, mucho intento de sobresalto vía poltergeist, con objetos cayendo y volando de un lado a otro, y el extenuante recurso de la utilización por parte de los entes malignos del bebé (no voy a escribir el susto de las palomitas, me niego).
La fotografía no ayuda a que el corazón se acelere, si Leonetti se hubiera encargado quizás se habría parecido más a The Conjuring, aunque tampoco es posible hacer milagros.
No esperaba mucho de esta película, pero consigue la difícil tarea de obrar que la historia detrás de Annabelle, sobre la que quizás debería haber girado más el metraje, ya no me interese. En lugar presenta la típica familia que es atormentada por una muñeca diabólica. Esto ya se hizo, y muchas veces. Creo que no hace falta que recuerde con qué famoso muñeco diabólico.
A nivel económico, nada que reprochar. Una inversión de poco más de 6 millones de dolares, y una recaudación de más de 250. El producto funciona, y tienen la oportunidad de crear alrededor de las investigaciones de los Warren un interesante tejido, mas cuidado, porque pese a su éxito, con Annabelle ya han rasgado parte de la tela. Veremos si The Conjuring 2 es capaz de recobrar el interés.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En cuanto al contenido argumental de la película solo voy a hacer un par de apuntes. En los albores del metraje, los protagonistas son atacados por dos sectarios obsesionados con la muñeca. Este elemento me sedujo ya que el contexto de sectas como la liderada por Charles Manson etc., siempre me han resultado un tema de lo más atractivo. El problema es que ahí termina, después pasamos a los espíritus y demonios sin explicar nada el origen de Annabelle, más allá de ser el resultado de un ritual para invocar un demonio. Espero que si hay secuela, la cual no tengo muy claro de ver, buceen más en esta faceta.
El final es lamentable. El demonio que posee a Annabelle quiere un alma y ambiciona la del bebé. Por ello la madre decide suicidarse para salvar la vida de su hijo. Pero entonces aparece la devota mujer afroamericana que perdió a su hija tiempo atrás y se sacrifica en su lugar. Todos felices, muere un personaje irrelevante y los protagonistas se libran de la muñeca. Final idílico. Y hediondo.
Película decepcionante. Sin interés argumental, sustos efectistas y personajes de una linealidad insultante.
El final es lamentable. El demonio que posee a Annabelle quiere un alma y ambiciona la del bebé. Por ello la madre decide suicidarse para salvar la vida de su hijo. Pero entonces aparece la devota mujer afroamericana que perdió a su hija tiempo atrás y se sacrifica en su lugar. Todos felices, muere un personaje irrelevante y los protagonistas se libran de la muñeca. Final idílico. Y hediondo.
Película decepcionante. Sin interés argumental, sustos efectistas y personajes de una linealidad insultante.

5,6
18.197
9
14 de noviembre de 2021
14 de noviembre de 2021
7 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo escribo sin rodeos; Eternals es mi película favorita del UCM. Por primera vez en mucho tiempo he vuelto a sentir algo viendo uno de estos largometrajes. Al menos algo más que el entretenimiento vacuo y visual al que Disney nos tiene acostumbrados. Porque para mí la mayor virtud de Eternals es utilizar el contexto superheroico para plantear dilemas y preguntas. Para intentar que, como espectador, te preguntes si mereces ser salvado.
He de reconocer que acudí al cine con ciertas reservas sepultado por la abrumadora opinión general. Si no me equivoco, en muchos de los portales que recopilan críticas tanto de expertos como de espectadores está clasificada como la peor película del UCM. Y aunque trato de mantenerme alejado de la opinión populista, sentía inquietud. No obstante, de inmediato, el desasosiego se transformó en esperanza; desde el chasquido de Thanos mi interés en los largometrajes de Marvel estaba moribundo, estertóreo, próximo a marchitarse, por lo que, quizás, algo diferente podía reanimarlo. Quizás alguien había arriesgado sin pensar en agradar y, por ese motivo, podía volver a sentir algo. Y fue así.
Eternals no es la típica película de Marvel, eso es evidente por su premisa. Se introduce a un gran número de héroes nuevos y desconocidos que se supone que han acompañado a la humanidad desde los albores de nuestra especie, conectando con la tradición y el folclore de muchas culturas que en sus más primigenias obras artísticas representaban la existencia de seres venidos del cielo a los que veneraron como dioses. Los Eternos siempre han estado y, en principio, estarán hasta que cumplan su misión, que es terminar con los Desviantes. De este modo, en una estructura narrativa fragmentada con flashbacks que nos retrotraen a diferentes momentos de la historia, vemos y conocemos a los Eternos, descubrimos su indubitable complejidad y entendemos la deteriorada dinámica de un grupo que es inmortal.
Lo que hace Zhao con su interpretación de esta obra es poner a los Eternals y sus poderes en un segundo plano. La primera parte de la película estos sirven de excusa para mostrarnos un reflejo de la humanidad, es decir, de nosotros mismos y plantearnos cuestiones tales como si debemos ser protegidos. O si merecemos ser libres asumiendo el riesgo de destruirnos. O si vale la pena el esfuerzo de facilitar nuestra evolución. Todo decorado con una belleza visual abrumadora y potenciado por unos personajes que se alejan de lo canónico. Porque otro punto en el que Eternals es diferente es en el tono. Marvel se caracteriza por bañar de comicidad todo tipo de escenas, eliminando cualquier tensión. Eternals consigue minimizar esta sensación, un peaje imprescindible para Disney, regula muy bien la dosis bromista que recibes como espectador. Esa es la razón por la que no estás viendo una película de acción en la que los personajes, mientras luchan por salvar a la humanidad, se ríen y lanzan frases absurdas. En su lugar, Eternals plantea una batalla de varias capas: Los Eternos contra los Desviantes, los Eternos contra los Eternos y los Eternos contra sí mismos. Esto provoca que, mientras discurre la trama principal, nos encontremos con varios conflictos existenciales: la pugna entre fe y amor, el poder de las creencias, la frustración de lo inalcanzable, la fractura por la locura, el amor desinteresado, el ansia de la evolución, la naturaleza del depredador, el ciclo de la vida, el valor de la tranquilidad, la fuerza de la unión, la venganza, la protección de lo amado, el peso de la verdad, la comprensión de la lealtad…
Eternals no ceja ni un instante de plantear y proponer dilemas y cuestiones, presenta personajes maduros, con inquietudes y conflictos. Y, sobre todo, es capaz de dotar a su trama de una tensión que te arrastra a la incertidumbre de que cualquier cosa puede ocurrir, hasta que los Eternos fracasen en su objetivo, sea el que sera. Por estas y muchas más razones que podría comentar, pero que me reservo, Eternals se acaba de convertir en mi película favorita del UCM. Me desasosiega que la decepcionante recepción de este metraje condicione a Disney en sus futuras producciones. Es evidente que hay que ciertos personajes y contextos en los que esta fórmula no podría funcionar. Soy el primero que sabe apreciar dos horas de entretenimiento bien construido pero insustancial, sin pretensiones , pero quiero más películas como Eternals. Las necesito. Gracias, Chloé Zhao.
He de reconocer que acudí al cine con ciertas reservas sepultado por la abrumadora opinión general. Si no me equivoco, en muchos de los portales que recopilan críticas tanto de expertos como de espectadores está clasificada como la peor película del UCM. Y aunque trato de mantenerme alejado de la opinión populista, sentía inquietud. No obstante, de inmediato, el desasosiego se transformó en esperanza; desde el chasquido de Thanos mi interés en los largometrajes de Marvel estaba moribundo, estertóreo, próximo a marchitarse, por lo que, quizás, algo diferente podía reanimarlo. Quizás alguien había arriesgado sin pensar en agradar y, por ese motivo, podía volver a sentir algo. Y fue así.
Eternals no es la típica película de Marvel, eso es evidente por su premisa. Se introduce a un gran número de héroes nuevos y desconocidos que se supone que han acompañado a la humanidad desde los albores de nuestra especie, conectando con la tradición y el folclore de muchas culturas que en sus más primigenias obras artísticas representaban la existencia de seres venidos del cielo a los que veneraron como dioses. Los Eternos siempre han estado y, en principio, estarán hasta que cumplan su misión, que es terminar con los Desviantes. De este modo, en una estructura narrativa fragmentada con flashbacks que nos retrotraen a diferentes momentos de la historia, vemos y conocemos a los Eternos, descubrimos su indubitable complejidad y entendemos la deteriorada dinámica de un grupo que es inmortal.
Lo que hace Zhao con su interpretación de esta obra es poner a los Eternals y sus poderes en un segundo plano. La primera parte de la película estos sirven de excusa para mostrarnos un reflejo de la humanidad, es decir, de nosotros mismos y plantearnos cuestiones tales como si debemos ser protegidos. O si merecemos ser libres asumiendo el riesgo de destruirnos. O si vale la pena el esfuerzo de facilitar nuestra evolución. Todo decorado con una belleza visual abrumadora y potenciado por unos personajes que se alejan de lo canónico. Porque otro punto en el que Eternals es diferente es en el tono. Marvel se caracteriza por bañar de comicidad todo tipo de escenas, eliminando cualquier tensión. Eternals consigue minimizar esta sensación, un peaje imprescindible para Disney, regula muy bien la dosis bromista que recibes como espectador. Esa es la razón por la que no estás viendo una película de acción en la que los personajes, mientras luchan por salvar a la humanidad, se ríen y lanzan frases absurdas. En su lugar, Eternals plantea una batalla de varias capas: Los Eternos contra los Desviantes, los Eternos contra los Eternos y los Eternos contra sí mismos. Esto provoca que, mientras discurre la trama principal, nos encontremos con varios conflictos existenciales: la pugna entre fe y amor, el poder de las creencias, la frustración de lo inalcanzable, la fractura por la locura, el amor desinteresado, el ansia de la evolución, la naturaleza del depredador, el ciclo de la vida, el valor de la tranquilidad, la fuerza de la unión, la venganza, la protección de lo amado, el peso de la verdad, la comprensión de la lealtad…
Eternals no ceja ni un instante de plantear y proponer dilemas y cuestiones, presenta personajes maduros, con inquietudes y conflictos. Y, sobre todo, es capaz de dotar a su trama de una tensión que te arrastra a la incertidumbre de que cualquier cosa puede ocurrir, hasta que los Eternos fracasen en su objetivo, sea el que sera. Por estas y muchas más razones que podría comentar, pero que me reservo, Eternals se acaba de convertir en mi película favorita del UCM. Me desasosiega que la decepcionante recepción de este metraje condicione a Disney en sus futuras producciones. Es evidente que hay que ciertos personajes y contextos en los que esta fórmula no podría funcionar. Soy el primero que sabe apreciar dos horas de entretenimiento bien construido pero insustancial, sin pretensiones , pero quiero más películas como Eternals. Las necesito. Gracias, Chloé Zhao.
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