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Serie

7,6
29.752
10
13 de abril de 2020
13 de abril de 2020
22 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Crítica – Valoración de la Serie “Dark”.
Resumen 1ª Temporada (10): Dark tiene como protagonistas a cuatro familias que viven en Winden, un pequeño pueblo alemán con un pasado más que turbio. Un pasado que está muy presente en la historia, pues ésta tiene hasta tres realidades paralelas: 1953, 1986 y 2019. De todas ellas, la clave es la trama central: la de 1986.
En el municipio viven cuatro familias: los Kahnwald, los Nielsen, los Doppler y los Tiedemann. Todas permanecen unidas ante los misteriosos acontecimientos. Sin embargo, todo cambia el día que Mikkel, el hijo menor de la familia Nielsen, desaparece sin dejar rastro.
Resumen 2ª Temporada (9,5): Jonas se encuentra atrapado en el año 2052. Allí solo están los supervivientes del apocalipsis ocurrido en 2020. El joven intenta volver a 2019 para poder evitar el desastre. Sin embargo, descubre que ya no es posible hacer viajes en el tiempo.
La serie es una especie de rompecabezas que presenta una estructura narrativa compleja. En Winden, un pequeño pueblo alemán, cuatro familias se sumergen en la búsqueda de un niño que ha desaparecido de forma misteriosa. Entonces, descubren que los acontecimientos abarcan diferentes generaciones.
Resumen 3ª Temporada (8,5): Esta temporada comienza justo conforme acaba la segunda temporada, con un Jonas en otro mundo paralelo en donde ve que está a punto de ocurrir el Apocalipsis al igual que en su mundo, él con la ayuda de Martha harán todo lo posible por evitar el Apocalipsis y que el ciclo vuelva a empezar. ¿Lo conseguirán?
Crítica: El líneas generales, la historia es contundente y adictiva; cada vez se torna más compleja e intrigante. Todo se mezcla en una maraña de mentiras e intrigas que repercuten contra el otro. La serie hace malabares con elementos convencionales, sí, pero también con elementos nuevos, y el resultado es muy bueno. A pesar de que el tema central no es algo nuevo, el entorno en el que se sitúa, la forma de narrarlo, sus personajes, la manera en la que destruye el concepto y lo vuelve a hacer, le dota de un ambiente genuino y rico que nunca deja de sorprender.
El reparto general es destacable; la naturalidad prevalece en todos en cada palabra, gesticulación y movimiento. Quizá el trabajo de escritura y dirección ha tenido mucho que ver para que esto se logre con tal armonía. Algo a destacar son los niños. Han sido sorprendentes en varios de sus momentos cumbre. Pasando por la niña muda hasta el pequeño Mikkel Nielsen.
Tiene un ritmo perfecto, es lenta cuando toca serlo pero mantiene el misterio y la tensión en todo momento. Al menos a mí, no ha habido ningún momento en el que haya tenido la sensación de que haya alguna escena de relleno. Casi todas las escenas tienen alguna relación con la trama. Y si no logramos verla al momento, en capítulos próximos vemos el porqué de algunas acciones.
En la tercera temporada arranca justo cuando lo dejó la anterior: con la llegada del Apocalipsis, ciertos personajes se han podido salvar en búnkeres y la Martha de otro mundo ha rescatado a Jonas. Desde este punto, la trama evoluciona durante los primeros episodios como una especie de reafirmación del conocimiento del espectador.
En este nuevo mundo, el Apocalipsis aún no ha sucedido, y la audiencia contempla como todo aquello que vio en la primera temporada vuelve a ocurrir en este mundo (con ligeras variaciones), con la diferencia de que ahora el espectador ya conoce la trama, por lo que puede sentarse y disfrutar de nuevo de la historia desde la comodidad del conocimiento. Este me parece un movimiento inteligente, ya que al volver a un inicio ya no tienes que enfrentarte a continuas revelaciones y puedes centrarte en completar los huecos de la trama que quedaron en el aire.
Esta tercera y última temporada me ha parecido una buena temporada para Dark, que ha logrado poner punto y final a la serie de una manera correcta pero no se encuentra a la altura de la gran primera temporada que se nos presentó en 2017, ya que el final desde mi punto de vista se hubiera podido llevar a cabo de otra manera.
Como conclusión, es una serie misteriosa, atrapante e hipnótica, que hace pensar y reflexionar al espectador sobre muchos temas trascendentales, mientras trata de desentrañar el universo interno de esas familias de Winden, y como sus vidas están relacionadas, su presente, pasado y futuro.
Visualmente, estéticamente, técnica y cinematográficamente es impecable, por lo que hay un producto de calidad, y otro gran acierto de Netflix; siendo la mejor serie original. Es una auténtica joya, una obra maestra que con el tiempo se convertirá en todo un clásico y en una serie de culto, si aún no la habéis visto tenéis que verla ya.
Puntuación General de la Serie: 9,33
Resumen 1ª Temporada (10): Dark tiene como protagonistas a cuatro familias que viven en Winden, un pequeño pueblo alemán con un pasado más que turbio. Un pasado que está muy presente en la historia, pues ésta tiene hasta tres realidades paralelas: 1953, 1986 y 2019. De todas ellas, la clave es la trama central: la de 1986.
En el municipio viven cuatro familias: los Kahnwald, los Nielsen, los Doppler y los Tiedemann. Todas permanecen unidas ante los misteriosos acontecimientos. Sin embargo, todo cambia el día que Mikkel, el hijo menor de la familia Nielsen, desaparece sin dejar rastro.
Resumen 2ª Temporada (9,5): Jonas se encuentra atrapado en el año 2052. Allí solo están los supervivientes del apocalipsis ocurrido en 2020. El joven intenta volver a 2019 para poder evitar el desastre. Sin embargo, descubre que ya no es posible hacer viajes en el tiempo.
La serie es una especie de rompecabezas que presenta una estructura narrativa compleja. En Winden, un pequeño pueblo alemán, cuatro familias se sumergen en la búsqueda de un niño que ha desaparecido de forma misteriosa. Entonces, descubren que los acontecimientos abarcan diferentes generaciones.
Resumen 3ª Temporada (8,5): Esta temporada comienza justo conforme acaba la segunda temporada, con un Jonas en otro mundo paralelo en donde ve que está a punto de ocurrir el Apocalipsis al igual que en su mundo, él con la ayuda de Martha harán todo lo posible por evitar el Apocalipsis y que el ciclo vuelva a empezar. ¿Lo conseguirán?
Crítica: El líneas generales, la historia es contundente y adictiva; cada vez se torna más compleja e intrigante. Todo se mezcla en una maraña de mentiras e intrigas que repercuten contra el otro. La serie hace malabares con elementos convencionales, sí, pero también con elementos nuevos, y el resultado es muy bueno. A pesar de que el tema central no es algo nuevo, el entorno en el que se sitúa, la forma de narrarlo, sus personajes, la manera en la que destruye el concepto y lo vuelve a hacer, le dota de un ambiente genuino y rico que nunca deja de sorprender.
El reparto general es destacable; la naturalidad prevalece en todos en cada palabra, gesticulación y movimiento. Quizá el trabajo de escritura y dirección ha tenido mucho que ver para que esto se logre con tal armonía. Algo a destacar son los niños. Han sido sorprendentes en varios de sus momentos cumbre. Pasando por la niña muda hasta el pequeño Mikkel Nielsen.
Tiene un ritmo perfecto, es lenta cuando toca serlo pero mantiene el misterio y la tensión en todo momento. Al menos a mí, no ha habido ningún momento en el que haya tenido la sensación de que haya alguna escena de relleno. Casi todas las escenas tienen alguna relación con la trama. Y si no logramos verla al momento, en capítulos próximos vemos el porqué de algunas acciones.
En la tercera temporada arranca justo cuando lo dejó la anterior: con la llegada del Apocalipsis, ciertos personajes se han podido salvar en búnkeres y la Martha de otro mundo ha rescatado a Jonas. Desde este punto, la trama evoluciona durante los primeros episodios como una especie de reafirmación del conocimiento del espectador.
En este nuevo mundo, el Apocalipsis aún no ha sucedido, y la audiencia contempla como todo aquello que vio en la primera temporada vuelve a ocurrir en este mundo (con ligeras variaciones), con la diferencia de que ahora el espectador ya conoce la trama, por lo que puede sentarse y disfrutar de nuevo de la historia desde la comodidad del conocimiento. Este me parece un movimiento inteligente, ya que al volver a un inicio ya no tienes que enfrentarte a continuas revelaciones y puedes centrarte en completar los huecos de la trama que quedaron en el aire.
Esta tercera y última temporada me ha parecido una buena temporada para Dark, que ha logrado poner punto y final a la serie de una manera correcta pero no se encuentra a la altura de la gran primera temporada que se nos presentó en 2017, ya que el final desde mi punto de vista se hubiera podido llevar a cabo de otra manera.
Como conclusión, es una serie misteriosa, atrapante e hipnótica, que hace pensar y reflexionar al espectador sobre muchos temas trascendentales, mientras trata de desentrañar el universo interno de esas familias de Winden, y como sus vidas están relacionadas, su presente, pasado y futuro.
Visualmente, estéticamente, técnica y cinematográficamente es impecable, por lo que hay un producto de calidad, y otro gran acierto de Netflix; siendo la mejor serie original. Es una auténtica joya, una obra maestra que con el tiempo se convertirá en todo un clásico y en una serie de culto, si aún no la habéis visto tenéis que verla ya.
Puntuación General de la Serie: 9,33

7,2
36.365
10
18 de enero de 2020
18 de enero de 2020
32 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Critica – Valoración de la Película “Jojo Rabbit”.
Resumen: Jojo "Rabbit" Betzler (Roman Griffin Davis) es un solitario niño alemán perteneciente a las Juventudes Hitlerianas que ve su mundo puesto patas arriba cuando descubre que su joven madre Rosie (Scarlett Johansson) esconde en su ático a una niña judía (Thomasin McKenzie). Con la única ayuda de su mejor amigo imaginario, un niño que deberá enfrentarse a su ciego nacionalismo.
Crítica: Esta película es del año 2019 dirigida y escrita por Taika Waititi. Es una película que se encuentra dentro del género de comedia y drama, siendo en resumidas cuentas una sátira sobre el nazismo, donde toca los temas del nazismo, la raza aria, los judíos y la amistad, estando ambientada en la II Guerra Mundial, concretamente en el año 1945, año en el que se produce el fin del conflicto bélico, con una duración de 108 minutos.
A mi parecer estamos ante una película en la que puede provocar cierta división por el público, dado que es una sátira en todo momento a la ideología nazi y a su líder Adolf Hitler. Es una película en donde vemos como un niño que quiere ser nazi y donde poco a poco se empieza a dar de la realidad que conlleva formar parte del nazismo.
Tiene ciertas similitudes con la película “La Vida es Bella”, pero en esta película es en el bando contrario y como la inocencia de un niño puede ser corrompida, es lo que lo hace que estemos ante una película brillante con ciertos tonos de un humor muy surrealista y dramáticos.
A nivel técnico, es una película que cuenta con una gran fotografía luminosa, unos efectos visuales espectaculares, una gran banda sonora que acompaña en las escenas más emotivas y dramáticas. A nivel de interpretación, destacar el papel del joven actor Roman Griffin Davis y de una Scarlett Johansson que hace el papel de una mujer y madre muy valiente. El resto del reparto, incluido Waititi, acompañan la acción de una película que podía haberse quedado en parodia pero que, gracias a sus múltiples virtudes, está llamada a convertirse en todo un clásico.
Como conclusión, estamos ante una de las mejores películas del año 2019, que nos cuenta una historia muy dramática y conmovedora que golpea al espectador y hace romper a llorar en más de una escena, con un final desde mi punto de vista redondo. Ha sido una gran sorpresa, id a verla, no os va a decepcionar.
Puntuación: 10/10.
Resumen: Jojo "Rabbit" Betzler (Roman Griffin Davis) es un solitario niño alemán perteneciente a las Juventudes Hitlerianas que ve su mundo puesto patas arriba cuando descubre que su joven madre Rosie (Scarlett Johansson) esconde en su ático a una niña judía (Thomasin McKenzie). Con la única ayuda de su mejor amigo imaginario, un niño que deberá enfrentarse a su ciego nacionalismo.
Crítica: Esta película es del año 2019 dirigida y escrita por Taika Waititi. Es una película que se encuentra dentro del género de comedia y drama, siendo en resumidas cuentas una sátira sobre el nazismo, donde toca los temas del nazismo, la raza aria, los judíos y la amistad, estando ambientada en la II Guerra Mundial, concretamente en el año 1945, año en el que se produce el fin del conflicto bélico, con una duración de 108 minutos.
A mi parecer estamos ante una película en la que puede provocar cierta división por el público, dado que es una sátira en todo momento a la ideología nazi y a su líder Adolf Hitler. Es una película en donde vemos como un niño que quiere ser nazi y donde poco a poco se empieza a dar de la realidad que conlleva formar parte del nazismo.
Tiene ciertas similitudes con la película “La Vida es Bella”, pero en esta película es en el bando contrario y como la inocencia de un niño puede ser corrompida, es lo que lo hace que estemos ante una película brillante con ciertos tonos de un humor muy surrealista y dramáticos.
A nivel técnico, es una película que cuenta con una gran fotografía luminosa, unos efectos visuales espectaculares, una gran banda sonora que acompaña en las escenas más emotivas y dramáticas. A nivel de interpretación, destacar el papel del joven actor Roman Griffin Davis y de una Scarlett Johansson que hace el papel de una mujer y madre muy valiente. El resto del reparto, incluido Waititi, acompañan la acción de una película que podía haberse quedado en parodia pero que, gracias a sus múltiples virtudes, está llamada a convertirse en todo un clásico.
Como conclusión, estamos ante una de las mejores películas del año 2019, que nos cuenta una historia muy dramática y conmovedora que golpea al espectador y hace romper a llorar en más de una escena, con un final desde mi punto de vista redondo. Ha sido una gran sorpresa, id a verla, no os va a decepcionar.
Puntuación: 10/10.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena final del baile entre Jojo y Elsa, haciendo alusión que ya son libres es muy emocionante.

6,8
17.554
6
26 de diciembre de 2024
26 de diciembre de 2024
31 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Nosferatu” (2024), dirigida por Robert Eggers, es una película que, sin duda, intenta capturar la esencia de los grandes clásicos del cine expresionista alemán, pero se queda a medio camino. La atmósfera gótica y sombría está cuidadosamente recreada, y la ambientación logra transmitir una sensación inquietante y auténtica, propia de la estética de la película original de 1922. Eggers es conocido por su capacidad para crear ambientes densos y perturbadores, y aquí no es la excepción, logrando una atmósfera visualmente impactante.
Lily-Rose Depp, en su papel principal, entrega una actuación notable, mostrando su capacidad para sumergirse en personajes complejos. Su presencia en la pantalla es cautivadora, y su interpretación añade una profundidad emocional que contrasta perfectamente con el tono oscuro de la película. A pesar de que Depp brilla, otros miembros del elenco como Bill Skarsgård, quien interpreta al monstruoso Nosferatu, parecen quedarse cortos. Si bien la idea de un Nosferatu de Skarsgård prometía algo excepcional, su interpretación del personaje, tanto en términos de maquillaje como de su presencia, no logra provocar el terror esperado. El diseño de su caracterización no tiene la misma carga de inquietud que la versión original o incluso otras adaptaciones del personaje, lo que hace que el impacto del personaje sea menor al anticipado.
A pesar de la brillantez de algunos aspectos, como la ambientación y la actuación de Depp, la película no logra mantener la tensión ni desarrollar la historia de una manera suficientemente atractiva. A nivel narrativo, esperaba algo más, y el ritmo en algunos momentos se siente estancado, lo que contribuye a que la película, en general, deje una sensación de frialdad.
En conclusión, “Nosferatu” (2024) es una película que, si bien destaca por su impecable ambientación gótica y por capturar de manera fiel la atmósfera del expresionismo alemán, no logra alcanzar las expectativas que su director, Robert Eggers, y su elenco prometían. La actuación de Lily-Rose Depp es, sin duda, el punto más fuerte del filme, aportando un nivel de intensidad y profundidad emocional que equilibra, en parte, las carencias de otros elementos. Sin embargo, el diseño y la interpretación de Bill Skarsgård como Nosferatu dejan mucho que desear, careciendo de esa esencia perturbadora que convirtió al personaje original en un icono del cine de terror.
Narrativamente, la película se siente en algunos momentos desconectada y carente de un desarrollo que mantenga la tensión constante. Aunque visualmente es impresionante, no consigue sumergir al espectador en una experiencia verdaderamente aterradora o emocionalmente impactante, lo que resulta decepcionante considerando el talento detrás del proyecto.
En definitiva, “Nosferatu” es un homenaje visualmente cautivador al cine clásico, pero carece de la fuerza narrativa y la intensidad emocional necesarias para consolidarse como un remake memorable. Es un filme que se disfruta más por su estética que por su impacto global, dejando una sensación agridulce que no logra colmar las expectativas. Por todo esto, mi valoración final es un 6/10: una película con momentos brillantes, pero insuficiente para convertirse en un clásico moderno.
Nota: 6/10.
Lily-Rose Depp, en su papel principal, entrega una actuación notable, mostrando su capacidad para sumergirse en personajes complejos. Su presencia en la pantalla es cautivadora, y su interpretación añade una profundidad emocional que contrasta perfectamente con el tono oscuro de la película. A pesar de que Depp brilla, otros miembros del elenco como Bill Skarsgård, quien interpreta al monstruoso Nosferatu, parecen quedarse cortos. Si bien la idea de un Nosferatu de Skarsgård prometía algo excepcional, su interpretación del personaje, tanto en términos de maquillaje como de su presencia, no logra provocar el terror esperado. El diseño de su caracterización no tiene la misma carga de inquietud que la versión original o incluso otras adaptaciones del personaje, lo que hace que el impacto del personaje sea menor al anticipado.
A pesar de la brillantez de algunos aspectos, como la ambientación y la actuación de Depp, la película no logra mantener la tensión ni desarrollar la historia de una manera suficientemente atractiva. A nivel narrativo, esperaba algo más, y el ritmo en algunos momentos se siente estancado, lo que contribuye a que la película, en general, deje una sensación de frialdad.
En conclusión, “Nosferatu” (2024) es una película que, si bien destaca por su impecable ambientación gótica y por capturar de manera fiel la atmósfera del expresionismo alemán, no logra alcanzar las expectativas que su director, Robert Eggers, y su elenco prometían. La actuación de Lily-Rose Depp es, sin duda, el punto más fuerte del filme, aportando un nivel de intensidad y profundidad emocional que equilibra, en parte, las carencias de otros elementos. Sin embargo, el diseño y la interpretación de Bill Skarsgård como Nosferatu dejan mucho que desear, careciendo de esa esencia perturbadora que convirtió al personaje original en un icono del cine de terror.
Narrativamente, la película se siente en algunos momentos desconectada y carente de un desarrollo que mantenga la tensión constante. Aunque visualmente es impresionante, no consigue sumergir al espectador en una experiencia verdaderamente aterradora o emocionalmente impactante, lo que resulta decepcionante considerando el talento detrás del proyecto.
En definitiva, “Nosferatu” es un homenaje visualmente cautivador al cine clásico, pero carece de la fuerza narrativa y la intensidad emocional necesarias para consolidarse como un remake memorable. Es un filme que se disfruta más por su estética que por su impacto global, dejando una sensación agridulce que no logra colmar las expectativas. Por todo esto, mi valoración final es un 6/10: una película con momentos brillantes, pero insuficiente para convertirse en un clásico moderno.
Nota: 6/10.
7
21 de septiembre de 2024
21 de septiembre de 2024
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Crítica de “Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez.
La serie "Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez", continuación de la antología de crímenes reales de Netflix, se adentra en uno de los casos más controvertidos de la historia criminal de Estados Unidos: el asesinato de José y Kitty Menéndez a manos de sus hijos, Lyle y Erik, en 1989. Este caso, que capturó la atención mediática durante los años 90, ha sido reinterpretado en diversas ocasiones, pero esta nueva versión se propone presentar una mirada renovada y más profunda sobre los personajes involucrados y el trasfondo familiar.
Uno de los puntos más fuertes de la serie es su capacidad para contextualizar el entorno familiar en el que crecieron los hermanos Menéndez. La narrativa no solo se enfoca en los eventos del asesinato y el posterior juicio, sino que explora de manera intensa y desgarradora las denuncias de abuso sexual, psicológico y físico que los hermanos presentaron durante su defensa. Esta aproximación logra generar un debate sobre los límites entre la justicia, el trauma y la venganza, lo que le otorga a la serie una capa emocional más compleja que otras representaciones del caso.
La actuación de los protagonistas es destacable, brindando una interpretación convincente de dos jóvenes que se sienten atrapados en una dinámica familiar tóxica. Los actores logran transmitir tanto la vulnerabilidad como la agresividad de los hermanos Menéndez, dotando a sus personajes de una tridimensionalidad que humaniza a dos figuras que tradicionalmente han sido vistas como villanos fríos y calculadores. Esta interpretación invita al espectador a reconsiderar su percepción de ellos y del caso en general.
Visualmente, la serie apuesta por una recreación detallada del ambiente de los años 80 y 90, desde los escenarios hasta la vestimenta, lo que ayuda a crear una atmósfera inmersiva y nostálgica. A nivel técnico, la fotografía y el ritmo narrativo mantienen el interés, aunque algunos episodios pueden parecer algo alargados debido a la repetición de ciertos temas o flashbacks. Sin embargo, esta estructura repetitiva también puede interpretarse como una estrategia para reflejar la naturaleza cíclica del trauma en los Menéndez.
Uno de los aspectos menos logrados de la serie es su falta de profundidad en la exploración de los personajes secundarios, en particular los padres, José y Kitty. Aunque ambos juegan un papel fundamental en la historia de los hermanos, su representación a veces se siente superficial, limitándose a retratarlos como figuras autoritarias o problemáticas sin profundizar en sus propias complejidades o motivaciones.
En cuanto a la fidelidad histórica, la serie se toma algunas licencias creativas para dramatizar ciertos aspectos del caso, lo que puede generar críticas entre quienes esperen un retrato absolutamente fiel a la realidad. Sin embargo, este enfoque también permite que la serie explore temas más amplios, como el abuso familiar, el poder de los medios de comunicación y el sistema judicial.
En conclusión, "Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez" es una producción sólida y cautivadora que logra revivir un caso emblemático con una nueva perspectiva. Si bien tiene algunos puntos débiles en su tratamiento de ciertos personajes y el ritmo narrativo, la serie ofrece una reflexión profunda sobre los efectos del trauma y las complejidades de la justicia. Para los aficionados a los crímenes reales, esta serie es una adición imprescindible que, además de entretener, invita al debate y a la reflexión.
Nota: 7/10.
La serie "Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez", continuación de la antología de crímenes reales de Netflix, se adentra en uno de los casos más controvertidos de la historia criminal de Estados Unidos: el asesinato de José y Kitty Menéndez a manos de sus hijos, Lyle y Erik, en 1989. Este caso, que capturó la atención mediática durante los años 90, ha sido reinterpretado en diversas ocasiones, pero esta nueva versión se propone presentar una mirada renovada y más profunda sobre los personajes involucrados y el trasfondo familiar.
Uno de los puntos más fuertes de la serie es su capacidad para contextualizar el entorno familiar en el que crecieron los hermanos Menéndez. La narrativa no solo se enfoca en los eventos del asesinato y el posterior juicio, sino que explora de manera intensa y desgarradora las denuncias de abuso sexual, psicológico y físico que los hermanos presentaron durante su defensa. Esta aproximación logra generar un debate sobre los límites entre la justicia, el trauma y la venganza, lo que le otorga a la serie una capa emocional más compleja que otras representaciones del caso.
La actuación de los protagonistas es destacable, brindando una interpretación convincente de dos jóvenes que se sienten atrapados en una dinámica familiar tóxica. Los actores logran transmitir tanto la vulnerabilidad como la agresividad de los hermanos Menéndez, dotando a sus personajes de una tridimensionalidad que humaniza a dos figuras que tradicionalmente han sido vistas como villanos fríos y calculadores. Esta interpretación invita al espectador a reconsiderar su percepción de ellos y del caso en general.
Visualmente, la serie apuesta por una recreación detallada del ambiente de los años 80 y 90, desde los escenarios hasta la vestimenta, lo que ayuda a crear una atmósfera inmersiva y nostálgica. A nivel técnico, la fotografía y el ritmo narrativo mantienen el interés, aunque algunos episodios pueden parecer algo alargados debido a la repetición de ciertos temas o flashbacks. Sin embargo, esta estructura repetitiva también puede interpretarse como una estrategia para reflejar la naturaleza cíclica del trauma en los Menéndez.
Uno de los aspectos menos logrados de la serie es su falta de profundidad en la exploración de los personajes secundarios, en particular los padres, José y Kitty. Aunque ambos juegan un papel fundamental en la historia de los hermanos, su representación a veces se siente superficial, limitándose a retratarlos como figuras autoritarias o problemáticas sin profundizar en sus propias complejidades o motivaciones.
En cuanto a la fidelidad histórica, la serie se toma algunas licencias creativas para dramatizar ciertos aspectos del caso, lo que puede generar críticas entre quienes esperen un retrato absolutamente fiel a la realidad. Sin embargo, este enfoque también permite que la serie explore temas más amplios, como el abuso familiar, el poder de los medios de comunicación y el sistema judicial.
En conclusión, "Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez" es una producción sólida y cautivadora que logra revivir un caso emblemático con una nueva perspectiva. Si bien tiene algunos puntos débiles en su tratamiento de ciertos personajes y el ritmo narrativo, la serie ofrece una reflexión profunda sobre los efectos del trauma y las complejidades de la justicia. Para los aficionados a los crímenes reales, esta serie es una adición imprescindible que, además de entretener, invita al debate y a la reflexión.
Nota: 7/10.
Serie

7,0
1.420
9
14 de diciembre de 2024
14 de diciembre de 2024
29 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Crítica de la serie Invisible.-
La serie Invisible, dirigida por Paco Caballero y protagonizada por Eric Seijo en el papel de “Capi”, es una obra profundamente conmovedora que adapta con gran sensibilidad el aclamado libro de Eloy Moreno. La trama aborda el bullying desde una perspectiva cruda y cercana, reflejando con gran realismo la soledad, la impotencia y el dolor de quien se siente invisible ante el mundo.
La interpretación de Eric Seijo es magistral, dotando a su personaje de una vulnerabilidad desgarradora que conecta con el espectador desde el primer episodio. Su capacidad para transmitir emociones sin palabras es una de las grandes fortalezas de la serie. La dirección de Paco Caballero también destaca por su delicadeza y compromiso en respetar la esencia del libro, combinando planos íntimos con momentos de tensión que logran mantener al espectador enganchado.
La narrativa alterna entre el presente y el pasado, explorando tanto el impacto del acoso escolar como los factores que lo perpetúan. Este enfoque multidimensional ayuda a profundizar en la psicología de los personajes, incluyendo a los agresores, los testigos y los adultos que, en muchas ocasiones, eligen ignorar.
La producción se complementa con una banda sonora emotiva y una fotografía que utiliza tonos fríos y cálidos para reflejar los estados emocionales del protagonista. Aunque en ciertos momentos la serie puede parecer un poco didáctica, esto no desmerece el impacto global de la historia ni el mensaje contundente que transmite.
En conclusión, “Invisible” es una serie imprescindible que invita a la reflexión y al diálogo sobre un tema tan urgente como el acoso escolar. Su capacidad para despertar empatía y conciencia social es un testimonio del poder de las historias bien contadas. Altamente recomendable.
Nota: 9/10.
La serie Invisible, dirigida por Paco Caballero y protagonizada por Eric Seijo en el papel de “Capi”, es una obra profundamente conmovedora que adapta con gran sensibilidad el aclamado libro de Eloy Moreno. La trama aborda el bullying desde una perspectiva cruda y cercana, reflejando con gran realismo la soledad, la impotencia y el dolor de quien se siente invisible ante el mundo.
La interpretación de Eric Seijo es magistral, dotando a su personaje de una vulnerabilidad desgarradora que conecta con el espectador desde el primer episodio. Su capacidad para transmitir emociones sin palabras es una de las grandes fortalezas de la serie. La dirección de Paco Caballero también destaca por su delicadeza y compromiso en respetar la esencia del libro, combinando planos íntimos con momentos de tensión que logran mantener al espectador enganchado.
La narrativa alterna entre el presente y el pasado, explorando tanto el impacto del acoso escolar como los factores que lo perpetúan. Este enfoque multidimensional ayuda a profundizar en la psicología de los personajes, incluyendo a los agresores, los testigos y los adultos que, en muchas ocasiones, eligen ignorar.
La producción se complementa con una banda sonora emotiva y una fotografía que utiliza tonos fríos y cálidos para reflejar los estados emocionales del protagonista. Aunque en ciertos momentos la serie puede parecer un poco didáctica, esto no desmerece el impacto global de la historia ni el mensaje contundente que transmite.
En conclusión, “Invisible” es una serie imprescindible que invita a la reflexión y al diálogo sobre un tema tan urgente como el acoso escolar. Su capacidad para despertar empatía y conciencia social es un testimonio del poder de las historias bien contadas. Altamente recomendable.
Nota: 9/10.
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