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Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
8
9 de noviembre de 2014 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunos dirán que ‘Interstellar’ es una película exagerada, que intenta ser demasiado épica, que abarca más temas de los que debería. Todo es hiperbólico, desde las frases cuasi-lapidarias hasta los sentimientos de los personajes. Busca ser una historia monumental… Y vaya si lo consigue.

‘Interstellar’ es un cuento a lo grande. Es un relato de aventuras donde confluyen la desesperación, el miedo y el amor. Parafraseando la película, los sentimientos van más allá del espacio y el tiempo, y aquí aparecen en su forma más pura y más conmovedora.

Es especialmente dura la parte donde McConaughey y compañía se quedan atrapados en un planeta donde cada hora equivale a 7 años en la Tierra. Con cada minuto que pasa se van esfumando las probabilidades de volver a ver a sus seres queridos, que envejecen inevitablemente. Es uno de los momentos más angustiosos que he vivido en el cine y sus consecuencias son realmente emotivas.

Las 3 horas que dura la película se pasan sin darte cuenta. La historia avanza a buen ritmo con situaciones variadas, algunas más relajadas y otras que te mantienen al borde de la butaca. No faltan los momentos donde toda la sala exclama al unísono ante algún giro sorpresivo de los acontecimientos. Hay más explicaciones científicas que escenas de acción propiamente dichas, pero creo que todo funciona perfectamente bien de cara al final de la historia.

Por supuesto, la película termina con un giro marca de la casa. Pero en ‘Interstellar’ Nolan encuentra un desenlace especialmente genial para este cuento. El resultado no es perfecto pero sí es memorable, es cautivador y es extraordinario, y eso es suficiente para perdonar sus pequeños defectos.

“Antes mirábamos hacia el cielo y nos peguntábamos cuál sería nuestro lugar en las estrellas, ahora miramos hacia abajo angustiados por cuál será nuestro lugar entre el polvo", le dice McConaughey a su suegro antes de comenzar su aventura espacial.

Al igual que su protagonista, ‘Interstellar’ vuela alto y durante el viaje nos convierte en soñadores para encontrar, así, su lugar entre las estrellas.

10/10
10 de febrero de 2015 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Recordáis las fotografías mágicas que salían en Harry Potter, ésas que contenían paisajes y personajes con vida que entraban y salían del encuadre a su antojo? ‘Ida’ parece estar formada por muchas de esas fotos mágicas.

La cámara no se mueve ni un centímetro en toda la película: siempre está posicionada para sacar el mejor retrato de una Polonia triste, oscura y devastada. Ni un travelling ni una panorámica, sólo cuadros fijos meticulosamente construidos y con un blanco y negro que quita el hipo. A través de los contrastes entre luces y sombras, Ida viaja en busca de su pasado entrando en el encuadre, saliendo y colándose en el siguiente.

Las imágenes son hipnóticas, pero esa cámara distante vaticina el que, para mí, es el principal problema de la película: es difícil empatizar con los personajes. Esto es grave cuando estamos ante una historia que claramente busca conmover al espectador. Es un relato corto, simple y directo sobre la pérdida de la fe y el vacío de la vida de dos personajes aparentemente opuestos: una joven novicia y su tía alcohólica. Son dos mujeres frías que apenas hablan, son apáticas, casi no parecen humanas. Es difícil encontrar algo por lo que sentirse identificado son ellas. En consecuencia, los eventos que ocurren en la película, por muy dramáticos que sean, me son indiferentes.

Se me vienen a la cabeza dos películas que también tratan el tema de la pérdida de fe, ‘Viridiana’ y ‘El séptimo sello’, ambas visualmente geniales. La diferencia es que los protagonistas de estas historias son más completos, tienen motivaciones y te invitan a reflexionar o a implicarte en lo que les pasa. Sufro más por una vajilla rota en ‘Viridiana’ que por el desenlace de los padres de Ida.

Por otro lado, el tema de los nazis es casi anecdótico en vez de ser el eje central del argumento, como prometía la sinopsis. Al final, ‘Ida’ acaba convirtiéndose en un retrato de pérdida de fe que visto desde fuera que, eso sí, conduce a un final bastante interesante.

En conclusión, ‘Ida’ es una historia decente (no conmueve pero no aburre) que está rodada de forma maravillosa. Sencillamente, es para coger cualquier plano, enmarcarlo y colgarlo en el salón de tu casa. Sólo por eso ya merece la pena verla.

6.5/10
5 de febrero de 2015 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘La Isla Mínima’ es quedarte atrapado en una marisma de asesinos, violadores, traficantes, corruptos, torturadores y aquéllos que se desentienden a sabiendas. La historia engancha y tiene la suficiente intriga para que antes de darte cuenta, estés con el fango hasta las rodillas, sin poder ni querer moverte del borde del sillón.

A los protagonistas les ocurre lo mismo durante su investigación en los paisajes de Doñana: se van introduciendo en la barbarie sin que haya vuelta atrás. La trama es notable, si bien no hay grandes giros o verdaderas sorpresas en la resolución del caso. La verdad, tampoco hace falta. La clave de la película es el retrato que hace de una España sórdida dispuesta a olvidar, una España de cabos sueltos y una transición que prefiere hacerse la sueca.

“¿Todo en orden?” No, claro que no, pero qué más da. Sigamos adelante, olvidemos los crímenes del pasado; contentémonos con lo que hemos conseguido, que no es nada en comparación con lo que dejamos impune.

Moralejas aparte, ‘La Isla Mínima’ es un buen thriller policíaco, valiente tanto en su contenido como en su forma. Y es que la fotografía es genial. Destacaría las composiciones geométricas de los créditos iniciales y las que van apareciendo a lo largo de la película, que reflejan ese ambiente sucio y mezquino, violento y a la vez bellísimo.

No es una película redonda, claro, pero sorprende. Intento no hacer demasiado caso a las críticas de prensa sobre cine español porque muchas veces el hype me juega malas pasadas. Sin embargo, creo que las alabanzas a ‘La Isla Mínima’ están justificadas y prueba de ello es que no hace falta recurrir a esa fea coletilla de “para ser española está bien”. La película está muy bien aquí y en la desembocadura del Misisipi. Eso sí, hay que tener muy en cuenta el contexto para entender la crítica que plantea, la de los cómplices, la de mirar hacia otro lado.

8/10
10 de agosto de 2013 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
He leído críticas que dicen que The Conjuring es una cinta clásica y que por eso no innova. Vale, está bien volver al concepto clásico de casas encantadas y posesiones pero ¿es necesario usar todos los tópicos del cine de terror? ¿Es necesario reutilizar escenas que ya tenemos más que superadas? El principal error de la película es mezclar buenas ideas con clichés y recursos que ya no sorprenden y que, desde mi punto de vista, parecen hasta ridículos. Y lo peor de todo es que los añade indiscriminadamente, sin centrarse en uno o varios conceptos principales.
¿Cuáles son las buenas ideas? Lo de las palmadas es original y da pie a las escenas más terroríficas del refrito. También sorprende la secuencia donde los Warren recuerdan los exorcismos que han presenciado. Tienen un toque crudo, realista y agobiante que, por desgracia, no se repite en las escenas que se suponen que deben sobresaltarnos. Por ejemplo, aquélla en la que vemos el careto de la bruja del oeste a través de un zoom in acompañado del típico sonido estridente. O el niño gótico con maquillaje de mapache que aparece a través del espejo ese giratorio. Qué cutre.
Pero para cutre de verdad, la lista de clichés de la que tira James Wan para confeccionar el argumento. Es como si un niño le hubiese dado una lista de sugerencias con lo primero que se le pasa por la cabeza.
-Eh, tito James, ¿Por qué no metes una muñeca asesina? ¡Eso sí que da miedo! Ah, y que haya niños sonámbulos y un amigo imaginario. Sí, sí, y que el amigo esté muerto. ¡Eso nunca antes lo hemos visto! Y que haya una pelota que se mueva sola, seguro que sorprende a la gente. Y una mecedora y… y… ¡Un sótano escondido! También relojes que se paren a la misma hora… Y que al principio haya un perro que no quiera entrar porque la casa está encantada…
-¡Qué buenas ideas! ¿Se te ocurre algo más?
-Las brujas dan mucho miedo, podrías meter una. Tito James, ¿has visto Los Pájaros de Hitchcock?…
Claro, el pobre James hace lo que puede para que el refrito tenga algo de sentido. Son tantas ideas diferentes que es complicado profundizar en ellas. Muchas sobran y quedan en el olvido. No tienen un propósito concreto. Como vengo diciendo, la película no sorprende porque tienes la constante sensación de haberla visto antes. Ya sabes de antemano lo que va a suceder en muchas de las escenas de este monstruo de Frankenstein.
Sin embargo, hay que reconocer un gran punto a favor: técnicamente es magnífica. El rodaje, las actuaciones, la ambientación son muy, muy buenos (¿Habéis visto el plano secuencia larguísimo del principio?). Gracias a esto, la película consigue mantenerse a flote y logra crear tensión a pesar del argumento manido. Supongo que ése es el propósito de este film de terror de corte clásico. No busca sorprender ni pretende ser más que un mero entretenimiento bien realizado pero carente de originalidad. Entretiene, asusta a veces: Un 6.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Cómo puede Satanás sobrevivir a un exorcismo pero es derrotado por recordar un mísero día de playa? Seré bueno e ignoraré ese final cutre y olvidable.
5 de febrero de 2015 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Es ‘Gente en sitios’ una obra tan estúpida que parece intelectual o recoge situaciones estúpidas para plantear una reflexión inteligente?

Tras ver la película no sé en qué bando posicionarme: en el lado de los que han visto una genialidad o una simple tomadura de pelo. Lo cierto es que las situaciones son tan tontas como absurdas, pero se puede entrever su razón de ser. Más o menos.

Lo cotidiano es ilógico, ocurre y ya está. No lo pensamos, no hay vueltas de tuerca. No hasta que ves ‘Gente en sitios’. ¿Y si de pronto te olvidaras de cómo caminar o cómo beber? En ese mundo surrealista se puede ver más claramente la naturaleza del ser humano, lo que nos mueve en el día a día. Así, hay sketches que muestran el egoísmo, la soledad, el miedo, la felicidad, la incomodidad, la dejadez… y lo llevan al extremo. Es difícil no sentirse identificado con algunas situaciones.

Unos cuantos fragmentos me han parecido muy interesantes y me he reído con ellos. Hay momentos muy buenos de humor absurdo o “post-humor”, como dicen por ahí. Por desgracia, tiene demasiadas historias que me han dejado indiferente o simplemente desconcertado. No llego a entender qué pintan en ese collage de situaciones cotidianas. Tampoco dicen mucho de la naturaleza humana ni de los vicios sociales. Simplemente son raros (como la parte del puente, por ejemplo) y acaban por convertir ‘Gente en sitios’ en una experiencia agridulce.

La idea es interesante; el resultado, aunque insólito, demasiado irregular. Pero al menos se hace entretenida y, funcione o no, es bueno saber que hay cineastas con ideas valientes dispuestos a revolucionar la industria.

5,5/10
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