Una western en clave de comedia que nos deja disfrutar de un Zero Mostel vociferando y gesticulando como sólo él sabe hacer. Kim Novak le da el toque erótico a la cinta mientras luce su escote con desvergúenza en varias ocasiones.
Un banco que todo el mundo quiere robar y nadie sabe como es el leitmotiv de esta cinta que aunque divertida y con momentos de acción, malabares y florituras de revolver podría durar algunos minutos menos.
Sin duda el desenlace es muy aparatoso y divertido por lo que deja un buen sabor de boca.
No quiero olvidarme de Clint Walker que hace un excelente interpretación apareciendo en todas las secuencias clave de la película.
Buena obra de Hy Averback con excelentes actores.

Si duda el inicio es divertido y Patricia Arquette que durante toda la película parece sufrir un grave problema de furor uterino nos tiene un poco despistados ya que en teoría estamos viendo una película de cine negro y suspense y hasta ahora sólo hemos visto aventuras sexuales en sitios comprometidos.
Estamos a punto de pensar que en realidad estamos viendo una comedia erótico-romántica cuando de manera inopinada sucede un crimen y la aparición de Ellen DeGeneres como detective policial que no para de comer y hurgarse entre los dientes hace que la comedia negra se convierta en parodia estupida con un argumento inverosimil y sin ninguna gracia.

Vemos en esta comedia a ladrones de poca monta preparando el golpe de su vida que para desdicha del espectador termina siendo un slapstick aburrido y que a tenor de semejante batallón de tontos, desde el primer minuto sabemos que nada saldrá bien.
Se agradecen los intentos de William H. Macy y Luis Guzmán pero de donde no hay no se puede sacar. Lo de George Clooney es lamentable aunque hay que reconocerle cierta habilidad con la silla de ruedas, si bien se lo podían haber ahorrado ya que cualquiera podría hacer ese papel por mucho menos dinero.

En definitiva, el que no la haya visto mejor que disfrute con Rufufú, es la original, tiene una música bonita, hablan en italiano y además es divertida.

A todos los que les apasionó esta película les encatará este documental. Si bien no es un "como se hizo" nos habla de algunas curiosidades sobre el rodaje y de como para algunos actores fue su gran oportunidad. Todos aquellos jovenzuelos locos ahora peinan canas y nos hablan pausadamente de aquella película. Un documental demasiado corto para todo lo que se podría contar en él; aún así es el complemento perfecto para la obra más famosa de Walter Hill

Aunque aparezca James Coburn no se trata de una cinta de espías al uso. Que el presidente de los EEUU te contrate para ser su psicoanalista personal no ocurre todos los días; semejante argumento podría dar mucho juego pero lamentablemente decidieron engordar el metraje con cancioncitas hippie y bobadas similares que no aportan nada a la trama. Tiene un toque transhumanista muy de moda en los últimos tiempos que produce cierta ternura por su ingenuidad. A pesar de los constantes altibajos de la película contiene una escena espectacular que seguramente fue la inspiración de una importantísima y popular película española. Sólo por ello merece ser vista.