El mundo precisa de éste tipo de películas, de tiempos más lentos, de pequeñas escenas hermosas... mucha imaginación y ternura. No le sobra nada, tanto para niños como para adultos.

Se deleita mi alma de ver Wallace and Gromit, el dibujo, la ternura, la imaginación...
por lo que después de leer algunas críticas pensé que podría gustarme. Me apena que con tanto dinero y profesionales no encuentren una historia mejor para contar, y opten por tener que bombardearnos de imágenes y chistes pelotudos, con una historia llena de inglaterra y poco desarrollo de la imaginación.
Los dibujos están buenos, me hubiese gustado poder verlos con más atención. Las babositas fueron las primeras en hacerme sonreír... pero prefiero historias que me hagan volar más lejos...

Agradezo cuando una película nos da el tiempo de disfrutarla. Tanto a los personajes que están muy bien caracterizados, cuánto a los escenarios, que son cálidos y llenos de detalles.
Llena de una picardía hermosa, que no cae en chistes repetidos. Muy bien dibujada...

La conciencia duele pero nos hace crecer. La tumba de las luciérnagas ya comienza con un título muy triste. Tanto como la película entera. Y a la vez con la ternura que cargan esos bichitos de luz encima. Una película hermosa y triste.

De vez en cuando viene bien ver un poquito de verdad. Está presente todos los días, pero no son tantas las veces que se cuenta. Es una película simple, con la produción de los cotidianos en la vida de éstos trabajadores. Cuenta un poco las dificultades de llevar una vida sencilla, y lo que hay que enfrentar por causas de un sistema injusto y absurdo cómo es éste, dónde están presentes los sueños y las derrotas diarias.