Empecé a ver está serie porque todo el mundo a mi alrededor no paraba de hablar de ella y pensé que por alguna razón sería. Cuando terminé de verla me di cuenta de que estaba ligeramente sobrevalorada, aunque me pareció una serie recomendable.
A primera vista podemos pensar que su argumento es muy original, pero si la analizamos nos damos cuenta de que la situación es similar a la de Los Juegos del Hambre: un grupo de personas que son reclutadas para que se acaben matando entre ellos por un premio. Sin embargo, el ambiente coreano y sus juegos es lo que resulta novedoso para nuestra sociedad occidental, que desde mi parecer es con lo que han jugado para llamar la atención del espectador.
Por otro lado, la trama está bastante bien construida, aunque la violencia es excesiva, pero hay que admitir que te engatusa fácilmente ya que la intriga se mantiene hasta el final. Además, se puede ver como representa de una forma indirecta como muchas personas en esta sociedad (o prácticamente todas) actúan movidas por dinero.
Recomiendo totalmente esta serie, pero teniendo cuidado de que no haya ningún niño pequeño cerca, pues la violencia es constante y no es precisamente apta para personas sensibles.

No se si afirmar que esta película no me emocionó especialmente me hará parecer una persona fría o algo por el estilo. Sin embargo, el argumento no me ha parecido nada original: utilizar un verdadero drama humano que causó un gran sufrimiento a numerosas familias para atraer a espectadores que se emocionen viéndolo. Nada que no hayamos visto.
Si yo fuera una superviviente de ese gran tsunami, me sentiría indignada con esta película pues, aunque refleja bastante todo el sufrimiento que supuso, no alcanza a reflejarlo completamente. Es verdad que representar una catástrofe como esta en una película tiene un cierto nivel de dificultad. Es por esto que si se realiza hay que tener en cuenta a toda la gente que se encontraban en el momento del tsunami y que verdaderamente sufrió, lo que creo que esta película no ha tenido en cuenta.
Se salvan los efectos especiales, que hay que admitir que están muy trabajados, y la actuación de los niños, sobre todo de Tom Holland.
En todo momento esta película decía a gritos “llora, llora”; la música trágica, junto con los personajes con unas heridas en carne viva que si eres sensible con estos temas, te recomiendo no ver, tuvieron el efecto contrario en mí.

No puedo quejarme de lo que me ha hecho llorar esta película, pues ya me habían avisado. Sin embargo, yo que no suelo llorar con las películas, pensaba que no sería para tanto. Bien, me equivocaba completamente.
A veces hace falta ver películas como esta para apreciar cosas a las que no solemos dar importancia, como la salud o el contacto físico. La historia de estos jóvenes, a los que la vida no ha ayudado, pero que siempre intentan sacar lo positivo de esta, es realmente conmovedora. Cuando me quise dar cuenta, era yo la que estaba viviendo el sufrimiento que supone el romance de los protagonistas.
Pese a no tener un argumento muy original, esta película nos hace sentirnos afortunados de todo lo que tenemos. Es muy triste, sí, pero al mismo tiempo es realmente bonita ya que muestra todo el bien que puede hacer enamorarse. Sería muy cursi y bastante irracional afirmar que el amor puede con todo, pero los protagonistas de esta película nos enseñan todo lo que puede llegar a cambiar el amor en la vida de una persona, incluso de una que tiene una enfermedad que no le asegura muchas posibilidades de supervivencia.
Esta película es, por lo tanto, una película que te va a hacer llorar como una magdalena, pero al mismo tiempo reflexionar sobre lo poco que valoramos cosas tan simples como el contacto físico.

Empecé a ver la serie una tarde que no tenía nada que hacer y, sin darme cuenta, dos días después ya la había terminado.
La serie cumple perfectamente con el que creo que es su objetivo: mostrar temas de la adolescencia que no están tan normalizados como deberían, como son la homosexualidad o la transexualidad, entre otros. La historia de dos adolescentes, junto con sus respectivos grupos de amigos, que se van dando cuenta de lo que verdaderamente sienten, plasma a la perfección los dilemas existenciales de la adolescencia y como cualquier cosa, por mínima que sea, puede desembocar en un verdadero drama.
Por otro lado, la trama me ha parecido demasiado simple, aún teniendo en cuenta que es una serie de Netflix. Siempre ocurría lo que me esperaba y esto que me dejaba con ganas de un final ligeramente inesperado, lo que no ocurrió. Además, la brevedad de los capítulos no contribuía a que se complicase la trama.
Sin embargo, la serie es bastante entretenida y puedes empatizar perfectamente con sus personajes, a los que acabas cogiendo cariño una vez que acabas la serie. Opino que esta serie puede ayudar a muchos chicos y chicas que se encuentren en la misma situación y que, al igual que los personajes de la serie, no sepan que hacer ni como sus decisiones influirán en las personas de su entorno.

He de decir que cuando salió esta serie, no me llamó especialmente la atención, pues pensaba que sería la típica serie de Netflix que cuenta una historia de amor con un final perfecto. Además, las duras críticas sobre su falta de rigor histórico no me animaban a verla. Sin embargo, varias amigas me recomendaron verla, así que decidí darla un voto de confianza.
Cuando terminé la temporada, me di cuenta de que el objetivo de la serie no es el de una serie histórica, sino que está enfocada para los amantes de las series románticas. Además, tiene un cierto punto de comedia. Pese a no ser una serie histórica, si que aparecen representados algunos aspectos de la sociedad de la época que me parecieron realmente importantes, como lo poco que sabían las mujeres acerca de la vida sexual. Es por esta y otras razones que en la serie también se ve reflejado el feminismo, denunciando los pocos derechos que por entonces tenían las mujeres.
Las vestimentas de los personajes y las bandas sonoras, que son adaptaciones de canciones actuales, junto con una trama que contiene aquellos aspectos que nos podemos esperar de una Inglaterra del siglo XIX: bailes, batallas por el honor y casamientos obligados; hicieron que la serie me engatusase más de lo que me esperaba.
Recomendaría esta serie únicamente a personas a las que les gustan los dramas románticos, pues es básicamente de lo que trata. Sin embargo, es un drama romántico que te hace esperar ansiosamente al siguiente capítulo para ver como se desarrollan los acontecimientos en esta sociedad inglesa ficticia.