No es nada del otro mundo pero cuenta una historia muy curiosa. No le sobra nada, guion y dirección como un tiro, muy buenos actores. Quizá tanto artificio de época apabulla un poco y distrae. Está claro que a este muchacho le de da muy bien contar historias de este tipo. Se nota que disfruta trabajando. Además, es un detalle que diera todos los créditos del guion al escritor original.

El tema no es muy allá, es un poco telefilme de después de comer. Pero consiguen que sea entrañable, que se entienda perfectamente sin prolongar absurdamente nada, la peli va al grano y se agradece. Te encariñas de los personajes, tanto de los que son famosos (los padre de Michael Jordan) como de los que no lo son.

La peli es básicamente lo que promete y también es de agradecer, porque el hecho de hacer algo más que correcto ya es un reto, viendo según qué otras películas que no ha por donde cogerlas.

Muchas veces intento ir con los niños a ver películas de superhéroes y son muy oscura, tétricas, complicadas, violentas... los niños ni las entienden ni conectan, con lo cual dejan de estar interesados y aguantan porque sí. Pero esta película sí que es diversión para los más pequeños, porque entienden perfectamente lo que sucede, se identifican con los personajes, tienen chistes y guiños para ellos. La han vivido a tope y para los mayores se deja ver bastante bien, casi mejor que la primera.

Qué divertidas eran las dos anteriores y esta ni se entiende, ni empatizas con los personajes ni se ve nada de nada con lo oscura que es. El CGI es un desastre, el guion no tiene ni pies ni cabeza, Modock da vergüenza ajena. Yo solo espero que esto sirva para que igual hagan menos pelis de Marvel pero que les pongan un poquito más de cariño.

Es larguísima, se hace eterna. Bill Murray está desaprovechado. Es una pena que cambiaran a la actriz que hace de la hija, porque la nueva poco aporta. Paul Rudd está siempre bien, pero no es suficiente para sostener la película.

Encima no aguanta la comparación con la siguiente peli estrenada de Marvel, Guardianes vol.3.

Si ya la primera marcó época, la segunda ni te cuento. Es el resultado de unir gente con un objetivo: conseguir un producto cuidado al detalle pero con mucho amor. Se nota que todo el que ha aportado su granito rebosa amor por el proyecto, cree en él y quiere hacer un mundo mejor. Qué buen rato de cine, qué cosa más entretenida, emocionante. Llevé a los chiquillos y aunque había cosas que no entendían, se hicieron rápidamente con el ritmo de la peli y luego se pasaron días hablando de ella.

Entramos sin pretensiones y menudo despliegue de emociones, acción y de cualquier cosa que se te ocurra. Es lo que a Disney le hubiera gustado hacer. Se ve que está hecha con mucho amor, porque cada detalle está cuidado y tiene un sentido. Y la producción deja en ridículo a muchas pelis empapadas de CGI hecho a la prisa racaneando presupuesto. Es una delicia, ojalá encontrarse más joyas como esta en las salas de cine.