Dicen, que el "azar" condiciona la vida, y esto parece ocurrirle a los personajes de esta película, que se funden en una interconexión de desgracias varias, todos ellos con grandes carencias afectivas, traumas y un gran vacio existencial. Unidos por una esperanza, ya que al igual que nosotros necesitan y esperan que algo o alguien les salve de su dolor, les reconcilie con la vida. Pero esto no resulta tarea fácil en una sociedad llena de prejuicios, tabúes y convencionalismos. En ocasiones es ya, demasiado tarde para regresar, no podemos quedarnos parados y esperar que lluevan ranas.

Ojala siempre fuese tan fácil como en el caso de David, y con una honda bastase, pero existen gigantes tan poderosos que ni todo el valor del mundo es capaz de derrotar. Esta película trata sobre esos gigantes que hacen que uno se convierta en el espectro de lo que fue, que se vacíe por completo.

Es increíble como Haggis sin utilizar el morbo, sin apenas mostrar nada, consigue transmitir el horror de la guerra de esta manera.

Dura, muy dura o al menos eso me pareció a mi, que me pase la ultima media hora con un nudo en la garganta y salí de la sala, como hacia mucho tiempo no lo hacia, llorando como una niña.
Para mi sin duda, es mucho mejor que Crash que tampoco es mala y por decir algo negativo....