"Smile" es una de las muestras de un marketing impresionante para un producto mediocre.

La película cuenta con un ritmo odioso y unos sustos baratos que te ves venir a leguas, quitando mucho impacto a las escenas que se suponen que deberían tener algún suspense.

Una atmosfera muy mal aprovechada y desarrollada. La idea es muy buena como para haber hecho un nuevo icono del terror moderno pero se queda en una malgama de malas ejecuciones, en sus casi dos horas de duración sientes que le sobra muchísimo metraje al intentar crear una intriga al espectador que se hace pesada con clichés repetitivos, que esa es otra; está luchando constantemente en meterte todos los clichés habidos y por haber uno detrás de otro.

Iba con bajas expectativas porque no quería emocionarme mucho con sus anuncios y aún así ha logrado decepcionarme, como he dicho antes la idea me estaba gustando pero se ha quedado en nada. Voy a pasar a unos spoilers a continuación.

Un slasher redondo contemporáneo que sabe que hacer en todo momento.

Pudimos ver la primera aparición de Art en "All Hallows' Eve" (podéis evitarla, no os perdéis nada) y aquí hace su debut en una película a la que no le pesa su bajo presupuesto, al contrario, sabe muy bien que hacer con todo el dinero que tiene mano y Damien Leone nos regala un slasher cruel, sádico y sangriento que recurre a algún tópico que otro vistos en el género pero consiguiendo su propio toque personal. El director sabía que en la primera aparición del payaso tenía a un personaje con un carisma digno de muchos asesinos dentro del mundo del slasher y aquí se nota que se puso manos a la obra.

El único punto negativo que le saco a la película es que me ha dejado con la necesidad de saber más sobre Art que espero que nos den en su secuela. Te deja con muchas dudas de dónde viene el asesino (cosa que tampoco te resuelven en "All Hallows' Eve"), sus motivaciones detrás de sus sangrías ni el contexto del toque sobrenatural que tiene (zona spoilers) y eso te crea (al menos a mí) una necesidad de saber más.

La película es disfrutable con unos efectos de maquillaje increíbles que te arrugan un poco la cara al verlos y consiguen que te den algo de miedo. Recomendable para pasar un rato entretenido.

No puedo creer que haya desperdiciado dos horas de mi vida viendo semejante obra soporífera, Ari Aster; devuélveme mi tiempo.

Una película que se vendía como la primera cinta de terror que transcurría de día que más que miedo lo que te causa es un rechazo más grande que el arco del triunfo de Barcelona.

¿Qué puedo decir? Una película que es previsible hasta de la manera en la que empieza y en la que acaba. Ari Aster es el típico director que se la das de profundo a más no poder que a la mínima que podía te llamaba tonto por no gustarte la poesía y el arte. Escenas que intentan ser repugnantes y acaban rozando el absurdo paródico digno de "Scary movie", una comedia involuntaria en todo su esplendor.

¿Lo único bueno? El paisaje del metraje. Es difícil tener una fotografía espectacular si vas a un sitio tan bonito a rodarla porque llega a hacer que eso también parezca horrible y ya sería para hacerle una denuncia colectiva al director.

Una película que se las dará de intelectualmente superior e intentará en toda su duración insultar tu inteligencia si no eres capaz de entenderla.

Odio ver como Sam Raimi ha querido dar rienda suelta a su creatividad y que Marvel le haya cortado de raíz y dejándole libre en momentos contados.

No puedo con la tónica que quiere llevar Marvel Studios al cine obligando a que la dirección artística de sus películas se parezcan entre todas y cuando viene alguien como Sam Raimi a intentar innovar un poco y dar su toque creativo a las cintas se le corten las alas. Hay cada momento en los que puedes ver el arte del director plasmado que es espectacular para luego ver como se cargan literalmente todo lo que ha intentado en la siguiente escena.

He de decir que al menos yo he notado un descenso en la calidad de los guiones pues parece que está escrita deprisa y corriendo para cubrir los plazos de la gran M, ¿me da la sensación a mí o se han cargado todo el progreso de la Bruja Escarlata y la han ridiculizado a más no poder?

Falta me hace que empiecen a venir directores como Sam Raimi y James Gunn para dar su toque en estas películas pues ya estoy harto de ver la misma construcción en todas las películas, se me está haciendo bola.

Empecé a verla sin muchas expectativas y acabó resultando en una película absurdamente divertida.

¿Qué puedo decir que no se haya dicho ya? Humor negro, festival de sangre y maquillajes bastante resultones para la época. Un personaje enigmáticamente caricaturesco con una obsesión que llega hasta la locura pero tomándose en serio a sí mismo gracias a esa actuación tan rara de Jeffrey Combs que le da un estilo muy propio.

Sin duda una película a tener en cuenta para pasar un buen rato, goza de un ritmo ágil y divertido