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7,0
10.555
8
26 de marzo de 2024
26 de marzo de 2024
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Pantera Rosa es una película que he visto muchas veces, es una especie de terapia de relajación con la que uno desconecta de todo lo demás. La dicotomía entre la máxima sofisticación y elegancia y la torpeza mas absoluta es una fórmula mágica no solo para reír a carcajadas sino para relajarse por completo.
Sí, es una comedia divertidísima, pero enmarcada en un ambiente sofisticado, un poco a lo “James Bond” lleno de mujeres hermosas, ciudades de lujo, fiestas de millonarios, nieve, chimeneas, todo un escenario para acomodarse ante él y pasar 113 estupendos minutos. Sinceramente compadezco a los pobres críticos que no se ríen con ella, algo les falta en sus vidas, atreverse a decir que “después vinieron fórmulas más entretenidas” raya en un patetismo digno del psiquiatra.
La frase: El policía a Clouseau mientras lo lleva preso: ¡Que envidia me das!.
La actuación: Peter Sellers que con esta película creó un personaje y un tipo de humor únicos.
La escena: La escena en la habitación con Peter Sellers, David Niven y Robert Wagner enamorando todos a la felina Capucine, cruzándose a centímetros pero sin llegar a verse es poco menos que magistral, una de las mejores que se han hecho.
El momentazo: Cuando todas las mujeres acosan al despistado Inspector Clouseau que, no importa lo que haga acaba ganando.
La música de Henry Mancini, un clásico de todos los tiempos, la espectacular presentación de los títulos, la maestría del director Edwards y del protagonista Sellers, mujeres deslumbrantes y lugares espectaculares, ¿Qué más se puede pedir? Además, el personaje del inspector Clouseau en su infinita torpeza encierra una complejidad y una moraleja únicas: No importa cuan torpe nos parezca, al final Clouseau resuelve los casos, se queda con las damas guapas y termina ascendido y ganando siempre porque su personalidad nos muestra algo poco valorado pero arrollador en la vida: la total y absoluta perseverancia por llegar a una meta y el creer en uno mismo hasta el final.
Las escenas en el hotel (divertidísimas)l, en la fiesta de disfraces (apoteósicas), en la calle de noche (surrealistas), en la lujosa posada en la nieve (sensuales) son poco menos que geniales en ambientación, fotografía, actuación y por supuesto en el guion.
La Pantera Rosa fue tan buena película que dio lugar a 4 secuelas todas exitosas (una de ellas, “A shot in the dark”, magnífica), es interesante ver que en las secuelas se añade un personaje, El Inspector jefe Dreyfuss, (Robert Loom) que también bordó la actuación creando al alter ego de Clouseau y cuyos resultados siempre son el anti clímax del mismo, solo la prematura muerte de Peter Sellers a sus 54 años de edad logró detener esa fórmula de éxito fílmico.
Sí, es una comedia divertidísima, pero enmarcada en un ambiente sofisticado, un poco a lo “James Bond” lleno de mujeres hermosas, ciudades de lujo, fiestas de millonarios, nieve, chimeneas, todo un escenario para acomodarse ante él y pasar 113 estupendos minutos. Sinceramente compadezco a los pobres críticos que no se ríen con ella, algo les falta en sus vidas, atreverse a decir que “después vinieron fórmulas más entretenidas” raya en un patetismo digno del psiquiatra.
La frase: El policía a Clouseau mientras lo lleva preso: ¡Que envidia me das!.
La actuación: Peter Sellers que con esta película creó un personaje y un tipo de humor únicos.
La escena: La escena en la habitación con Peter Sellers, David Niven y Robert Wagner enamorando todos a la felina Capucine, cruzándose a centímetros pero sin llegar a verse es poco menos que magistral, una de las mejores que se han hecho.
El momentazo: Cuando todas las mujeres acosan al despistado Inspector Clouseau que, no importa lo que haga acaba ganando.
La música de Henry Mancini, un clásico de todos los tiempos, la espectacular presentación de los títulos, la maestría del director Edwards y del protagonista Sellers, mujeres deslumbrantes y lugares espectaculares, ¿Qué más se puede pedir? Además, el personaje del inspector Clouseau en su infinita torpeza encierra una complejidad y una moraleja únicas: No importa cuan torpe nos parezca, al final Clouseau resuelve los casos, se queda con las damas guapas y termina ascendido y ganando siempre porque su personalidad nos muestra algo poco valorado pero arrollador en la vida: la total y absoluta perseverancia por llegar a una meta y el creer en uno mismo hasta el final.
Las escenas en el hotel (divertidísimas)l, en la fiesta de disfraces (apoteósicas), en la calle de noche (surrealistas), en la lujosa posada en la nieve (sensuales) son poco menos que geniales en ambientación, fotografía, actuación y por supuesto en el guion.
La Pantera Rosa fue tan buena película que dio lugar a 4 secuelas todas exitosas (una de ellas, “A shot in the dark”, magnífica), es interesante ver que en las secuelas se añade un personaje, El Inspector jefe Dreyfuss, (Robert Loom) que también bordó la actuación creando al alter ego de Clouseau y cuyos resultados siempre son el anti clímax del mismo, solo la prematura muerte de Peter Sellers a sus 54 años de edad logró detener esa fórmula de éxito fílmico.

7,0
11.566
8
2 de julio de 2024
2 de julio de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me hace gracia leer las críticas “profesionales” de “El Concierto”, vaya, dicen que es una trama inverosímil (¿), descabellada (¿) y me pregunto ¿en qué momento el cine se convirtió en algo “creíble” o “verídico”?, el cine señores críticos es hacer soñar al espectador, emocionarlo, hacerlo sentirse vivo y feliz o bien molestarlo y hacerlo pensar y reaccionar pero en ese camino no veo por qué tenga que ser algo realista.
“El Concierto” de Radu Mihaileanu nos emociona, nos divierte, nos hace reír y soñar y para lograrlo usa elementos del mejor cine clásico: Buen guion, buena fotografía, cuidados escenarios, excelentes actuaciones y hermosísima música, filmado además en Paris y en Moscú con actores franceses y rusos, mas autenticidad no se puede pedir.
La frase: las palabras traicionan son sucias…. Solo la música sigue siendo bella.
La escena: ¿Pero cómo tocas esos arpegios, esos armónicos? No se, ¿con mi mano?....
El momentazo: Sin duda el concierto en “Le chatelet”, se logra la armonía final y tanto los actores como el espectador se hacen cómplices de la magia de Tchaikowski, fantástico compositor a quien la historia ha tratado en varias ocasiones de minimizar.
La actuación: Debo decir que quien menos me gusta es el protagonista Alekshei Guskov, pero me encantaron los demás: Mélanie Laurent como Anne-Marie Jacquet y su madre Lea Strum, Miou-Miou como Guylène (¿Quién la viera 35 años antes en “Les Valseuses” en escenas enormemente eróticas?), François Berléand como Duplessis (Alguien lo recordará como el inspector francés que acompañaba a Jason Statham, en la saga de “El transportador”) pero sobre todo tres de ellos, los tres rusos por cierto,: Dmitry Nazarov como Sacha Grossman, Valery Barinov como Ivan Gavrilov y Anna Kamenkova como Irina Filipova, los tres enormes.
Por supuesto que la película es una fábula, una fantasía que nos hace soñar, un grupo de desordenados y olvidados (pero excelentes) músicos no se visten bien, no ensayan, son viejos y un poco desaliñados ah, pero ¿qué tal tocan?, la película trata de las emociones y los sentimientos, de rebelarse ante un mundo injusto, cruel, frívolo (exacerbado en las escenas de los oligarcas rusos o en el payaso multimillonario que supuestamente toca el violín), en donde por un momento la gente común y sencilla crea la magia, ¿acaso no va de eso la vida? Si se nos ha olvidado es que estamos perdidos.
Para terminar contaré al lector una anécdota que nos hace apreciar el profesionalismo, Melanie Laurent estudió durante cinco meses violín para poder preparar esta película, no para tocar por supuesto, para eso hace falta toda una vida, solo para tener los movimientos creíbles como violinista.
“El Concierto” de Radu Mihaileanu nos emociona, nos divierte, nos hace reír y soñar y para lograrlo usa elementos del mejor cine clásico: Buen guion, buena fotografía, cuidados escenarios, excelentes actuaciones y hermosísima música, filmado además en Paris y en Moscú con actores franceses y rusos, mas autenticidad no se puede pedir.
La frase: las palabras traicionan son sucias…. Solo la música sigue siendo bella.
La escena: ¿Pero cómo tocas esos arpegios, esos armónicos? No se, ¿con mi mano?....
El momentazo: Sin duda el concierto en “Le chatelet”, se logra la armonía final y tanto los actores como el espectador se hacen cómplices de la magia de Tchaikowski, fantástico compositor a quien la historia ha tratado en varias ocasiones de minimizar.
La actuación: Debo decir que quien menos me gusta es el protagonista Alekshei Guskov, pero me encantaron los demás: Mélanie Laurent como Anne-Marie Jacquet y su madre Lea Strum, Miou-Miou como Guylène (¿Quién la viera 35 años antes en “Les Valseuses” en escenas enormemente eróticas?), François Berléand como Duplessis (Alguien lo recordará como el inspector francés que acompañaba a Jason Statham, en la saga de “El transportador”) pero sobre todo tres de ellos, los tres rusos por cierto,: Dmitry Nazarov como Sacha Grossman, Valery Barinov como Ivan Gavrilov y Anna Kamenkova como Irina Filipova, los tres enormes.
Por supuesto que la película es una fábula, una fantasía que nos hace soñar, un grupo de desordenados y olvidados (pero excelentes) músicos no se visten bien, no ensayan, son viejos y un poco desaliñados ah, pero ¿qué tal tocan?, la película trata de las emociones y los sentimientos, de rebelarse ante un mundo injusto, cruel, frívolo (exacerbado en las escenas de los oligarcas rusos o en el payaso multimillonario que supuestamente toca el violín), en donde por un momento la gente común y sencilla crea la magia, ¿acaso no va de eso la vida? Si se nos ha olvidado es que estamos perdidos.
Para terminar contaré al lector una anécdota que nos hace apreciar el profesionalismo, Melanie Laurent estudió durante cinco meses violín para poder preparar esta película, no para tocar por supuesto, para eso hace falta toda una vida, solo para tener los movimientos creíbles como violinista.

6,8
432
7
25 de junio de 2024
25 de junio de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Año 1932, los recursos eran escasos para filmar pero aun no se le había metido la moralina ridícula a la sociedad de los EEUU y ello permitió hacer ésta muy interesante y bien llevada a cabo película llena de pasión, de vida y sobre todo de autenticidad. Años después se filmaría el remake “Mogambo” que seria todo un clásico del cine pero esta peliculita de los años 30s para nada le queda atrás, al contrario le muestra el camino.
La frase: Nada es fácil en este país, eso es lo que hace que valga la pena vivir la vida supongo…
La escena: Sin duda la escena es cuando Vantine (Jean Harlow) muestra una enorme agilidad mental y salva los papeles de todos con su discurso ante Dennis (Clark Gable), Barbara (Mary Astor) y Gary (Gene Raymond).
El momentazo: ¿Roquefort o Gorgonzola?
La actuación: Enormes Clark Gable y Jean Harlow, el primero en su papel de macho grande, fuerte, decidido, dominante de las situaciones, de sus trabajadores y de las mujeres, un “líder” palabrita que parece hemos descartado de nuestras sociedades que hoy van a la deriva en todos los sentidos, la segunda que nos muestra el desparpajo y la autenticidad (pero también la decencia y la inteligencia) de una mujer liberal en una época liberal.
Filmada en su totalidad en estudio logra estupendamente crear ese efecto de selva húmeda, de austeridad espartana que pretende la historia, la fotografía de 1932 resulta excelente y la dirección también, interesantes serán también para la gente joven las escenas acerca de la producción de caucho.
Red Dust es (al igual que su remake Mogambo) una película para reflexionar a través de sus personajes, en ambas los directores (Victor Fleming para la 1ª y John Ford en la 2ª) nos ponen una trampa psicológica: Nos presentan a dos personajes que en la imaginería occidental (aclaro esto porque fuera de “occidente” las cosas siempre han sido muy diferentes) son villanescos: El machote mujeriego, bebedor y la prostituta descarada, y nos los contraponen contra el matrimonio de gente “buena y bonita”, la trama se desarrolla y al final vemos que:
1. La dama decente en el fondo esta dispuesta a dejar al marido para cambiarlo por el guapo
2. La dama decente es la que está dispuesta a disparar un arma contra una persona
3. El tipo bueno es el que no se entera de nada
4. El machote es el único que parece capaz de tomar una acción realmente moral y humana
5. La prostituta es la mas lista de todos y la que muestra mas sentimientos y sentido común.
Y ahora, a reflexionar…
La frase: Nada es fácil en este país, eso es lo que hace que valga la pena vivir la vida supongo…
La escena: Sin duda la escena es cuando Vantine (Jean Harlow) muestra una enorme agilidad mental y salva los papeles de todos con su discurso ante Dennis (Clark Gable), Barbara (Mary Astor) y Gary (Gene Raymond).
El momentazo: ¿Roquefort o Gorgonzola?
La actuación: Enormes Clark Gable y Jean Harlow, el primero en su papel de macho grande, fuerte, decidido, dominante de las situaciones, de sus trabajadores y de las mujeres, un “líder” palabrita que parece hemos descartado de nuestras sociedades que hoy van a la deriva en todos los sentidos, la segunda que nos muestra el desparpajo y la autenticidad (pero también la decencia y la inteligencia) de una mujer liberal en una época liberal.
Filmada en su totalidad en estudio logra estupendamente crear ese efecto de selva húmeda, de austeridad espartana que pretende la historia, la fotografía de 1932 resulta excelente y la dirección también, interesantes serán también para la gente joven las escenas acerca de la producción de caucho.
Red Dust es (al igual que su remake Mogambo) una película para reflexionar a través de sus personajes, en ambas los directores (Victor Fleming para la 1ª y John Ford en la 2ª) nos ponen una trampa psicológica: Nos presentan a dos personajes que en la imaginería occidental (aclaro esto porque fuera de “occidente” las cosas siempre han sido muy diferentes) son villanescos: El machote mujeriego, bebedor y la prostituta descarada, y nos los contraponen contra el matrimonio de gente “buena y bonita”, la trama se desarrolla y al final vemos que:
1. La dama decente en el fondo esta dispuesta a dejar al marido para cambiarlo por el guapo
2. La dama decente es la que está dispuesta a disparar un arma contra una persona
3. El tipo bueno es el que no se entera de nada
4. El machote es el único que parece capaz de tomar una acción realmente moral y humana
5. La prostituta es la mas lista de todos y la que muestra mas sentimientos y sentido común.
Y ahora, a reflexionar…

6,8
60.985
7
7 de junio de 2024
7 de junio de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Filmada en 1996 en Alcatraz y otras locaciones en San Francisco, California la cinta derrocha acción y suspenso y si bien la trama es inverosímil en muchos sentidos resulta sumamente entretenida además de que le endosa bonitas críticas al FBI y sobre todo al gobierno de los EEUU.
La frase: Un hombre educado…eso elimina la posibilidad de que sea agente del FBI…
La escena: El escape del hotel y la persecución de los autos destrozándolo todo es espectacular, tal vez sin la pureza fílmica de las escenas de “Bullit” pero con un resultado convincente.
El momentazo: El momentazo se dio en mi casa, al terminar y después de 2 horas y 17 minutos de acciones y escapes inverosímiles (atropina en el corazón, misiles con armas horribles, caídas de 10 metros entre hierros y cristales, eludir miles de balas, aviones a 7 segundos de bombardearte y un enorme etcétera) …. va mi mujer y me dice: “no es creíble que en 30 años no hubieran cambiado las bancas de la iglesia”, aun me sigo riendo…
La actuación: Dos enormes actores, Sean Connery y Ed Harris le imprimen una gran fuerza a la película, da igual si es una cinta de acción, con ellos en escena se vuelve dramática.
Si bien el guion, la fotografía, el sonido y los escenarios son muy buenos lo que la hace realmente interesante como película es la actuación de un equipo estupendo de actores liderados por Sean Connery en un muy creíble papel de ex agente secreto inglés (ese papel no podía ser de otro) y por Ed Harris que transmite con mucha fuerza su honestidad trágica, su amargura patriótica. Nicholas Cage no desentona como sí lo hubiera hecho Arnold Schwarzenegger (en quien habían pesado para el papel) pues se trata de un personaje de laboratorio que se ve envuelto sin quererlo en la acción y a quien Mason (Connery) tiene que salvar en innumerables ocasiones.
Los actores de reparto muy bien con un John Spencer que logra hacerse odiar (recordemos que en cintas como “Juegos de guerra” o “presunto inocente” hacía papeles de investigador tranquilo y mesurado), William Forsythe (siempre en papeles secundarios, muchas veces de agente de gobierno) y muchos más. Eso si, los papeles femeninos son muy secundarios con una Claire Forlani como hija de Mason (recordémosla de protagonista en “Conoces a Joe Black” al lado de Brad Pitt y Anthony Hopkins).
En resumen, no le darán muchos premios pero te divertirá mucho al ser una de las mejores películas de acción de las últimas décadas.
La frase: Un hombre educado…eso elimina la posibilidad de que sea agente del FBI…
La escena: El escape del hotel y la persecución de los autos destrozándolo todo es espectacular, tal vez sin la pureza fílmica de las escenas de “Bullit” pero con un resultado convincente.
El momentazo: El momentazo se dio en mi casa, al terminar y después de 2 horas y 17 minutos de acciones y escapes inverosímiles (atropina en el corazón, misiles con armas horribles, caídas de 10 metros entre hierros y cristales, eludir miles de balas, aviones a 7 segundos de bombardearte y un enorme etcétera) …. va mi mujer y me dice: “no es creíble que en 30 años no hubieran cambiado las bancas de la iglesia”, aun me sigo riendo…
La actuación: Dos enormes actores, Sean Connery y Ed Harris le imprimen una gran fuerza a la película, da igual si es una cinta de acción, con ellos en escena se vuelve dramática.
Si bien el guion, la fotografía, el sonido y los escenarios son muy buenos lo que la hace realmente interesante como película es la actuación de un equipo estupendo de actores liderados por Sean Connery en un muy creíble papel de ex agente secreto inglés (ese papel no podía ser de otro) y por Ed Harris que transmite con mucha fuerza su honestidad trágica, su amargura patriótica. Nicholas Cage no desentona como sí lo hubiera hecho Arnold Schwarzenegger (en quien habían pesado para el papel) pues se trata de un personaje de laboratorio que se ve envuelto sin quererlo en la acción y a quien Mason (Connery) tiene que salvar en innumerables ocasiones.
Los actores de reparto muy bien con un John Spencer que logra hacerse odiar (recordemos que en cintas como “Juegos de guerra” o “presunto inocente” hacía papeles de investigador tranquilo y mesurado), William Forsythe (siempre en papeles secundarios, muchas veces de agente de gobierno) y muchos más. Eso si, los papeles femeninos son muy secundarios con una Claire Forlani como hija de Mason (recordémosla de protagonista en “Conoces a Joe Black” al lado de Brad Pitt y Anthony Hopkins).
En resumen, no le darán muchos premios pero te divertirá mucho al ser una de las mejores películas de acción de las últimas décadas.

7,5
3.655
9
25 de mayo de 2024
25 de mayo de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama Italo-ruso basado en el cuento “La dama del perrito” de Antón Chèjov, dirigida por el exitoso Nikita Mikhalkov (ganador de un Oscar), “Ojos negros” fue hasta dónde yo sé, su única película no rusa ni soviética. Filmada en Italia (principalmente en el balneario de Montecatini en la Toscana, sitio muy solicitado por los cineastas) y Rusia (Kostroma).
La frase: Tu casa no es solo el terreno cerrado por una valla, tu casa está en todas partes, el rio, el bosque, y todo debe cuidarse como un templo, la belleza es la fuerza de la materia.
La escena: Viajan en una carreta tirada por un caballo, acostados charlando, está a punto de amanecer y el paisaje es bucólico y hermoso, Romano recuerda la nana que le cantaba su madre y dice “y por primera vez, después de tantos años no siento el peso de mi conciencia”.
El momentazo: La recepción de que es objeto Romano al llegar a Sisoev (Kostroma) es espectacular, ¿el motivo de la misma? Es el primer extranjero que se aparece por allí…
La actuación: Lo que hace el varonil, fuerte, galanesco y siempre seguro de sí mismo Marcello Mastroianni al representar el papel de alguien que no ha hecho nada útil en la vida, es una oda a la actuación.
Hermosa película que cuenta con todos los elementos: Una fotografía que combinada con unos escenarios naturales impresionantes nos da la impresión de que estamos recorriendo un museo…cada escena parece un cuadro…. el balneario, la casa de Anna, las estepas rusas, el manejo de las luces, las sombras y los encuadres es magistral. Una música creada por Francis Lai (famoso ganador del Oscar por “Love Story”) que es melancólica y envolvente. Unas actuaciones de primera, Elena Safonova que desborda ternura, Silvana Mangano (la gran señora pilar de la familia), Vsevolod Larionov (el tímido y atento pasajero del barco) y un largo etc. además del enorme Marcello.
En un ambiente de melancolía y belleza acompañamos a Romano, un hombre que no ha hecho nada útil en la vida y que en la cinta muestra sus altibajos emocionales, con un pico explosivo cuando se enamora de Anna al grado de ir a Rusia a buscarla, cuando se mete al lodo para sacar el sobrero de ella, cuando se pone a bailar en la carreta frente a los gitanos…pero que después cae en su trágica pasividad, el rostro de Marcello al terminar de contar su historia vale la película, así como la última escena que por supuesto no contaré aquí.
La frase: Tu casa no es solo el terreno cerrado por una valla, tu casa está en todas partes, el rio, el bosque, y todo debe cuidarse como un templo, la belleza es la fuerza de la materia.
La escena: Viajan en una carreta tirada por un caballo, acostados charlando, está a punto de amanecer y el paisaje es bucólico y hermoso, Romano recuerda la nana que le cantaba su madre y dice “y por primera vez, después de tantos años no siento el peso de mi conciencia”.
El momentazo: La recepción de que es objeto Romano al llegar a Sisoev (Kostroma) es espectacular, ¿el motivo de la misma? Es el primer extranjero que se aparece por allí…
La actuación: Lo que hace el varonil, fuerte, galanesco y siempre seguro de sí mismo Marcello Mastroianni al representar el papel de alguien que no ha hecho nada útil en la vida, es una oda a la actuación.
Hermosa película que cuenta con todos los elementos: Una fotografía que combinada con unos escenarios naturales impresionantes nos da la impresión de que estamos recorriendo un museo…cada escena parece un cuadro…. el balneario, la casa de Anna, las estepas rusas, el manejo de las luces, las sombras y los encuadres es magistral. Una música creada por Francis Lai (famoso ganador del Oscar por “Love Story”) que es melancólica y envolvente. Unas actuaciones de primera, Elena Safonova que desborda ternura, Silvana Mangano (la gran señora pilar de la familia), Vsevolod Larionov (el tímido y atento pasajero del barco) y un largo etc. además del enorme Marcello.
En un ambiente de melancolía y belleza acompañamos a Romano, un hombre que no ha hecho nada útil en la vida y que en la cinta muestra sus altibajos emocionales, con un pico explosivo cuando se enamora de Anna al grado de ir a Rusia a buscarla, cuando se mete al lodo para sacar el sobrero de ella, cuando se pone a bailar en la carreta frente a los gitanos…pero que después cae en su trágica pasividad, el rostro de Marcello al terminar de contar su historia vale la película, así como la última escena que por supuesto no contaré aquí.
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