Un thriller sorprendente que tiene detalles de gran cine y aún un detalle mucho mejor: va de "menos" (aún siendo buena) a más. Comienza bien, se mantiene bastante bien y ya en su tercio final es cuando despega hasta lo sobresaliente. Y si bien los giros no tienen nada que ver con la trama inicial, esa es la principal gracia del mismo: cómo la misma película escapa a su trama y su propio control para hacerse impredecible para muy bien. Danny Boyle es un gran director. Y las interpretaciones son geniales, destacando a un McAvoy impresionante y una Dawson poderosa.

'San Junipero' es el episodio más especial de 'Black Mirror'. No sólo por ser sensiblemente más positivo que el aplastante 99,9% de entregas restantes. Sino por ser una joya inesperada en sí misma. Una triste y bella historia de amor tan avanzada a nivel electrónico como profundamente humana en alma y corazón. Las actrices lo bordan, la banda sonora más aún. El guión presenta un arco magistral y concluye con el mejor final posible. Una obra maestra, rara avis, de la serie.

Así se culmina un viaje. Más en un Universo Cinematográfico en donde las vueltas y revueltas parecían garantizadas hasta un "nunca acabar". Una película tan grave como divertida. Tan seria como espectacular. Tan personal como liviana. Tan magistral como la anterior y un perfecto complemento a aquella: 'Infinity War'. Los directores y guionistas han hecho un trabajo colosal culminando tantas tramas y condensando tanta información de manera tan acertada. Las interpretaciones lo dan todo. Todo en ella es magistral. Un cómic en movimiento perfecto, bello, complejo y emocionante. Impresionante e insuperable final.

Una joya de película. Uno de estos thrillers de suspense que se mete bajo tu piel hasta rayarte los huesos. Una película que deslumbra, atrapa y deja poso al final. Una dirección estupenda y unas interpretaciones arrebatadoras hacen crecer a un guión que ya era enorme de por sí. Una película que tiene a todo perfectamente en su sitio: duración, ritmo, contenido, recursos. Digno del mejor Hitchcock. Sorprendente al máximo.

'Mejor solo que mal acompañado' representa la era dorada de la comedia -y del drama en determinados puntos- americana de finales de los 80. Un entretenimiento directo, simple y de enorme entrega y calidad. Las interpretaciones y sus tramas no son exageradas, sino que están al servicio y al buen hacer de la historia. Steve Martin pocas veces estuvo tan bien y tan fantásticamente acompañado por un gran John Candy al que se le echa mucho de menos. Un personaje dice en un determinado punto de la película que no ha estado en casa desde hace años. Tergiversando un poco sus palabras, la comedia de calidad americana hace años que tampoco ha estado en casa. Aunque siempre nos quedará esta película.