Prometía más el trailer de lo que he podido ver en el cine. Absurda la trama. Nihili novum el amor entre bestia bella y fea de gran corazón. La criatura muy bonita, eso sí. A ratos casi me duermo. La premiada música y la presencia de Michael Stuhlbarg me recordaban La invención de Hugo.
En fin, decepcionante.

Interpretación sublime de Ralph Fiennes recitando los poemas. Las profundas palabras de Elliot cobran vida, se mueven, se preguntan, saltan, caminan a través del trabajo de, sin duda, este extraordinario actor. Increíble cada movimiento, pausa o velocidad, cada mueca, cada palabra y cada silencio. Es como si, en vez de limitarse a recitar, entrase directamente en la mente de Elliot y en el proceso de construcción de los versos.
Si os encanta el cine y la literatura, id a verla.

Y seguimos, sí, disfrutando de ratos de cine sin más ni menos, con momentos geniales, otros de chiste, una pizca de nostalgia, un paisaje maravilloso y haciendo vivir de nuevo al niño que ha crecido con La Guerra de las Galaxias ;) Ya al final, eso es lo más importante, con tanta saga, lo bueno es seguir disfrutando viéndola en el cine.

Es tan fantástico este documental y tan maravillosa la historia, que la única crítica que puedo hacer, es que es de lo mejor que he visto en el cine desde hace muchos años.
Además de conocer a un gran cantante, a un compositor con letras profundas, poéticas y llenas de mensaje, he descubierto a un grandioso ser humano.
Sugar Man Rodríguez, una lección de vida.

Una fantasmada imposible, pero con muy buena imagen, efectos impactantes y entretenida. Buena para pasar una tarde.
Tal vez lo mejor las espléndidas vistas aéreas de las ciudades y del edificio más alto del mundo.