Abordé esta serie pensando que sería una pequeña obra de arte y así podría decirlo durante su primera temporada, sobre todo a partir de la segunda mitad, donde se plantea la presentación de los personajes y un conflicto argumental que ingenuamente esperé ver cerrado durante la segunda temporada...pero no fue así. La serie pierde todo su tirón, quedan tramas no resueltas tanto de los personajes principales como de los secundarios, la razón de ser de todo el argumento (lo digo así por no entrar en spoilers) queda sin explicar y cuando te das cuenta que llegas al último capítulo, que se van consumiendo los minutos y aquello no se aclara y queda a la altura de un Mullholand Drive francés, te quedas con cara de póker y sabes que has gastado horas para nada. Lo único que sí me ha parecido una preciosidad es la intro de la serie, con una composición musical absolutamente delicada de Mogwai y una cuidadísima fotografía. Al menos me quedo con eso.

Es una serie que te "atrapa" desde el comienzo, con unos personajes muy creíbles (buen trabajo de casting) y con los sentimientos a flor de piel que los convierte en humanos, no como las series americanas que tanto estamos acostumbrados a ver.
El guión está muy bien atado, no deja cabos sueltos y con una trama que va evolucionando a cada capítulo. Resulta evidente que el paisaje y su climatología adversa se convierten en uno de los protagonistas que sin duda dota a la serie de una atmósfera fría y angustiosa que da forma al título de la serie.
Es una serie absolutamente recomendable, sin pretensiones de ser una gran serie pero con una ejecución impecable.

Es una serie de la que me esperaba más después de tanto bombo como el que se le ha dado durante este año. Me pongo a verla con ilusión, ya que el tema me parece interesante y más cuando tenemos adolescentes por casa y me encuentro que si bien la estructura narrativa es buena y juega magníficamente con los flashbacks, el guión no lo es tanto. Los personajes viven en un mundo en el que las cosas o son blancas o negras, no existen 256 matices de grises intermedios. Hay giros forzados en algunos capítulos con tal de llevar el argumento donde quieren y, sin entrar en spoilers, en los últimos capítulos hay acontecimientos que no se cierran bien y otros que suceden y no sabes a qué viene eso. Los personajes principales se hacen cansinos por momentos y la serie es lenta. Una pena ya que la serie y su temática prometía mucho pero da una imagen de la adolescencia, desde mi punto de vista, un pelín distorsionada. No puede haber tanto personaje retorcido alrededor de la vida de una persona, no es real...pero quieren justificar así el desenlace de la protagonista.

Serie con una producción espectacular que no aprovecha bien desde mi punto de vista la trama, con un guión más bien flojo y que se apoya en películas de culto con escenas y encuadres muy similares o con objetos que nos recuerdan otras obras de los años 90, como pueda ser El silencio de los Corderos, la Milla Verde o Instinto Básico entre otras.

La estética de los años 40/50 la hace apetecible visualmente pero tampoco termina de desarrollar el aspecto fotográfico. La ves y te quedas con esa sensación de que no se han esforzado suficiente.

Noche de aburrimiento con adolescentes en casa. Pésima ocurrencia la de ver esta película. Diálogos infantiles sin más. Aburrida y previsible hasta decir basta. Una tacha en el currículum de Kidman y Dafoe sin duda. Prefiero recordar a Momoa como Drogo. Culpa mía por no abrirme una botella de vino y largarme a la terraza de casa para beberla entera. Habría acabado con el cerebro igual de embotado pero habría disfrutado en el proceso. Le doy un 3 por los gráficos. Pero nada más.