La mejor película épica jamás vista en una pantalla de cine. Siendo una película previa a los efectos especiales compulsivos por ordenador, este film saca ventaja de los paisajes escoceses más espectaculares y de una música que me atrevo a decir que constituye la mejor banda sonora que he podido escuchar. El recorrido de la película es perfecto: la historia de amor, las brutales batallas, y el éspectacular desenlace hacen que termines la película consciente de haber visto una verdadera "obra maestra". Respecto a las interpretaciones, Mel Gibson no será el mejor actor del séptimo arte, pero esta película es justo lo que sabe interpretar (y además dirigir).
Todas las películas épicas deben tomar como modelo Braveheart si quieren llegar a su altura, aunque dudo que puedan ir más allá.

La mejor interpretación de uno de los mitos del cine, Al Pacino, que una vez más hace inolvidable al personaje encarna. Chulería, intimidación, narcisismo, egoísmo, ambición y finalmente lástima. El personaje de Tony Montana nos inspira todo ello, y por si fuera poco, Pacino simula el acento cubano en la versión original (en inglés). Esta película apenas puede describirse con palabras. Marca un antes y un después en el cine de gangsters. Pero no sólo eso: representa una de las mejores críticas al famoso sueño americano.
Finalmente, la música de Giorgio Moroder y las frases míticas del temerario protagonista harán que esta obra maestra no se nos borre de la memoria.

Sorprendente película. Grandísimo guión, originalidad y buenas interpretaciones.
Si a uno le explican el argumento piensa: Me voy a cansar de esta película a la media hora. Sin embargo, esta -casi me atrevo a decir- "obra maestra" se basa en un ritmo increíble que no deja que el público se aburra en ningún momento. Combina grandes dosis de humor, de amor y de mensaje moral para que nos planteemos vivir una vida menos monótona, menos egoísta y más agradecida.

Fui a ver esta película con unas espectativas manipuladas por las nominaciones de los oscars, pero si algo he aprendido en los últimos años es que los premios de Hollywood no son ninguna garantía, en absoluto.
Michael Clayton es una película mediocre, dejémoslo aquí porqué no tengo palabras para describir la puñalada que supone pagar 7€ para ver al guaperas de George Clooney destruyendo el cine en una película que jamás debería haber pasado de emitirse en televisión un sábado por la tarde (para ayudarte a hacer la siesta, claro está). Nunca en mi vida he hecho un esfuerzo tan enorme para mantener la concentración en un largometraje; esta película y yo libramos una batalla para vencernos el uno al otro, y me venció ella a mí.

Simplemente, la mejor película española que he podido ver. Todo el mundo sabe lo que sucedió en la carcel modelo en 1974.
Muchos escépticos me han dicho que no es más que una película de caracter victimista para hacerte saltar las lágrimas. Si vamos a ver este largometraje sin prejuicios previos, no veremos victimismo, veremos realismo. Es una película en contra de cualquier abuso de poder, en contra de la venganza mecánica y fría, en contra de la injusticia irracional que llevó a la muerte a un joven con ideales demasiado utópicos para su época, o para cualquier época.
Esta película no nos engaña, no nos intenta mostrar un héroe del siglo XX, tan sólo nos intenta mostrar lo sucedido: una ejecución que por mucho que nos transporte la cabeza a la edad media, sucedió hace 30 años. Nos muestra a un chico libre de nacionalismos baratos, con los conceptos muy claros y con más cultura que aquellos que lo juzgaron. Nos muestra a un chico opuesto a los actos gratuítos y heroicos.
Ninguna película me ha transmitido tanta crudeza sin tapujos, tanta lástima ni tanta impotencia ante los hechos. Mientras estaba viendo la película, impresionado por la increíblemente realista interpretación de los actores, me vinieron impulsos de levantarme y gritar: ¡Es injusto!
La música de Lluís Llach y las canciones de la época representan el punto que le da un 9 a esta película magistral.