Puede parecer excesivo un 7 para una película de ciencia ficción donde lo más importante son los tiros, la violencia y lo de menos es el argumento (teniendo en cuenta que Swarcheneger es el protagonista, se supone que de Oscar precisamente la película no es), pero a mí esta película no me parece como otras de ciencia ficción que he visto hasta ahora (o antes).
Para empezar, el planteamiento se ha reutilizado ahora en mil versiones: un día te despiertas y la vida que llevas no es más que un sueño, una ilusión... al intentar descubrir tu verdadera identidad, descubres un mundo hasta entonces olvidado para ti.
Vale que Arnold no sea el actor al que se le daría el oscar por ser el hombre más expresivo del mundo, pero él contribuye a que la película sea divertida a la vez que emocionante, tiene momentos buenos y no es descartable oírla en V.O. para apreciar mejor algunas frases.

Simplemente es Tarantino.
Usa la cámara para darle enfoques personales, tiene siempre bandas sonoras impecables, diálogos chispeantes y repartos de lujo.
Simplemente es él.
Considerado por muchos como "enfant terrible" y menospreciado por gran parte de la crítica por el uso que hace de la violencia en sus películas, para mí ver un filme de Tarantino es sentarme a disfrutar porque sé que lo que voy a ver es cine de autor; de calidad, diferente y completamente auténtico.
Huyendo de los clichés y estereotipos, Tarantino en su primera película utiliza a un grupo de gángsters de poca monta con nombres de colores que intentan un atraco a un banco.
Lo que podría considerase una película simple y sin argumento, él se encarga de añadirle su toque personal para que quede perfecta y sea recordada por sus grandes momentos.

Es difícil pasar un libro a la gran pantalla. Los personajes, los diálogos, el escenario... todo estará en la mente del lector de una manera que tal vez el director no sea capaz de captar.
No es el caso de "Lolita", Stanley Kubrick recoge perctamente los rasgos característicos de los dos personajes principales y borda la narración de esta historia de pasiones de una forma que no caiga ni en el sensacionalismo ni en el morbo.
No puedo decir lo mismo de la película de Adrien Lyne, quien se esforzó demasiado en mostrarnos la relación entre Humbert y Lo en el plano carnal y oculto y no hizo más que destrozar una buena historia.

Para todo lo que se decía y lo que sabía acerca de esta película, la verdad me defraudó un poco.
Excesivamente larga y sobrecargada de números musicales (es cierto que el género sea ese, pero por ejemplo en el caso de "Cantando bajo la lluvia" se hace más llevadero).
Natalie Wood es lo único que salva al film de insustancial.

Una de las cosas que tengo que decir que más me gustó de "Nunca me abandones" es su fotografía: es bella, luminosa (cuando tiene que serlo) y tétrica (en los momentos adecuados).
El planteamiento también me sorprendió y me pareció diferente a las historias que vemos habitualmente y el reparto me atraía, especialmente por Andrew Garfield y Carey Mulligan, ya que de la señorita Knightley no puedo decir muchas alabanzas, pues como otra joven de su generación (Kristen Stewart) me parece que no tenga más que una única expresión que utiliza durante toda las películas independientemente de lo que esté sucediendo en esos momentos.
La película es dramática, sin ser sensiblera, es bonita, sin caer en lo cursi, en resumen: es diferente, interesante y te deja un sabor agridulce en la boca, sin embargo tampoco la calificaría como "perfecta" ya que no me encantó del todo.