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Críticas ordenadas por utilidad
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6,3
13.568
6
8 de agosto de 2023
8 de agosto de 2023
76 de 99 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por alegrías de la vida me toca ver bastantes películas de terror, tanto de las llamadas “mainstream” (es decir, que tienen un estreno masivo para el gran público) como las de nicho (películas independientes que vemos cuatro chalados), por lo que tengo una cierta opinión global viendo el toro desde la distancia y de manera objetiva sobre cómo tenemos la situación del cine de terror contemporáneo, y ya os voy adelantando que es para echarse a llorar. Si es cierto que aún hay películas buenas pero suelen serlo porque son buenas comedias de terror, o tiran del componente nostálgico, o son desihinibidas con el gore… pero no suelen serlo por puramente su faceta de terror, pero mira tu que ha aparecido una película independiente australiana dirigida por dos hermanos que creo que estaban metidos en movidas de “youtubers” y se cascan una película de terror facilita, simple pero que lo que hace lo hace bastante bien, con sus escenitas de terror light y su historia que pese a ser una estupidez consigue atrapar. Hoy comentaremos Háblame.
Desde un punto de vista bastante dramático nos cuenta la historia de Mia, una chica que recientemente perdió a su madre, eso sumado a su dificultad para socializar y a una fría relación con su padre hace que su vínculo con su mejor amiga Jade sea tan fuerte que pareciera que se entienda mejor con la familia de ésta. Un día de parrandeo juvenil alguien saca una extraña mano que siguiendo ciertas instrucciones (muy facilitas para que todo el mundo las entienda) pueden no solo comunicarse con los difuntos si no ser poseídos por ellos durante unos instantes. Ya os podéis imaginar cómo se va a desarrollar la historia. Hasta ahí no hay demasiada originalidad: Adolescente con problemas, banalización de poderes místicos, alcohol y una buena colección de malas decisiones son los cimientos en los que se sustenta el terror contemporáneo, la gracia de Háblame es la manera de desarrollar la trama a partir de ahí y que por supuesto no destriparé, pero durante los acertadísimos 90 y pocos minutos que dura la cinta estaréis atentos a la pantalla.
Y es que a los chavales lo que les gusta es camelar, y no me refiero tanto a los de la película sino a los nuestros, y esta es una película especialmente dirigida a ellos. Es una cinta que habla de su entorno, de su manera de relacionarse y la necesidad de pertenecer a uno u otro rebaño. Esta manera de contar la historia favorece enormemente que empaticemos enseguida con su protagonista, interpretada por Sophie Wilde, y es que sí, hace bastantes tonterías pero todo queda dentro de un contexto en el que entiendes porqué toma esas decisiones, y oye, por lo normal no hay tanto interés en describir a un personaje en este tipo de películas. En algunas otras cosas sí que suele caer en los mismos clichés de siempre, hay suficientes bocinazos (jumps scares si nos ponemos técnicos) como para llenar un buen saco, aunque hay que admitir que por lo menos están bien colocados. Y aunque haya ensalzado la construcción del personaje de Mia y que también se puede expandir al de Jade no nos salvamos de tener a unos cuantos idiotas pululando por ahí, que de hecho su idiotez es la canalizadora de la historia.
Háblame no es la mejor película de terror del año como nos están queriendo vender, no sé cual será pero creo que todavía no la hemos encontrado, aún así estamos ante un aporte positivo en el género totalmente abarrotado de productos insulsos y faltos de imaginación, y este no es el caso. Me gusto especialmente como se utiliza la idea de la profunda depresión y la falta de salud mental, que está camuflada en toda la trama de posesiones fantasmales pero que lo podríamos adaptar fácilmente aquí. En definitiva es una película bastante recomendable, primero porque es una película de terror suavecito bastante competente y segundo porque hay que apoyar el cine independiente carajo, ¡que las grandes productoras nos están metiendo la mierda en la garganta y nos estamos haciendo nada para evitarlo! ¡¡Levantémonos hermanos contra las superproducciones!!¡¡¡Hermanos a las armas!!!
Desde un punto de vista bastante dramático nos cuenta la historia de Mia, una chica que recientemente perdió a su madre, eso sumado a su dificultad para socializar y a una fría relación con su padre hace que su vínculo con su mejor amiga Jade sea tan fuerte que pareciera que se entienda mejor con la familia de ésta. Un día de parrandeo juvenil alguien saca una extraña mano que siguiendo ciertas instrucciones (muy facilitas para que todo el mundo las entienda) pueden no solo comunicarse con los difuntos si no ser poseídos por ellos durante unos instantes. Ya os podéis imaginar cómo se va a desarrollar la historia. Hasta ahí no hay demasiada originalidad: Adolescente con problemas, banalización de poderes místicos, alcohol y una buena colección de malas decisiones son los cimientos en los que se sustenta el terror contemporáneo, la gracia de Háblame es la manera de desarrollar la trama a partir de ahí y que por supuesto no destriparé, pero durante los acertadísimos 90 y pocos minutos que dura la cinta estaréis atentos a la pantalla.
Y es que a los chavales lo que les gusta es camelar, y no me refiero tanto a los de la película sino a los nuestros, y esta es una película especialmente dirigida a ellos. Es una cinta que habla de su entorno, de su manera de relacionarse y la necesidad de pertenecer a uno u otro rebaño. Esta manera de contar la historia favorece enormemente que empaticemos enseguida con su protagonista, interpretada por Sophie Wilde, y es que sí, hace bastantes tonterías pero todo queda dentro de un contexto en el que entiendes porqué toma esas decisiones, y oye, por lo normal no hay tanto interés en describir a un personaje en este tipo de películas. En algunas otras cosas sí que suele caer en los mismos clichés de siempre, hay suficientes bocinazos (jumps scares si nos ponemos técnicos) como para llenar un buen saco, aunque hay que admitir que por lo menos están bien colocados. Y aunque haya ensalzado la construcción del personaje de Mia y que también se puede expandir al de Jade no nos salvamos de tener a unos cuantos idiotas pululando por ahí, que de hecho su idiotez es la canalizadora de la historia.
Háblame no es la mejor película de terror del año como nos están queriendo vender, no sé cual será pero creo que todavía no la hemos encontrado, aún así estamos ante un aporte positivo en el género totalmente abarrotado de productos insulsos y faltos de imaginación, y este no es el caso. Me gusto especialmente como se utiliza la idea de la profunda depresión y la falta de salud mental, que está camuflada en toda la trama de posesiones fantasmales pero que lo podríamos adaptar fácilmente aquí. En definitiva es una película bastante recomendable, primero porque es una película de terror suavecito bastante competente y segundo porque hay que apoyar el cine independiente carajo, ¡que las grandes productoras nos están metiendo la mierda en la garganta y nos estamos haciendo nada para evitarlo! ¡¡Levantémonos hermanos contra las superproducciones!!¡¡¡Hermanos a las armas!!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Recomendada por Kuato a: Si te gustan las películas de terror y eres adicto al Tik Tok... es tu película.
No recomendada por Kuato a: Amantes del terror elevado.
Ego-Tour de luxe por: La segunda sesión del manoseo fantasmal está muy bien parida. Y también el final. Bastante digno.
Atmósfera turbínea por: Si nos ponemos tontos a la película le sobran sustos y le falta terror. Pero nada grave.
No recomendada por Kuato a: Amantes del terror elevado.
Ego-Tour de luxe por: La segunda sesión del manoseo fantasmal está muy bien parida. Y también el final. Bastante digno.
Atmósfera turbínea por: Si nos ponemos tontos a la película le sobran sustos y le falta terror. Pero nada grave.
4
22 de octubre de 2023
22 de octubre de 2023
63 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hypnotic es una película peculiar, sin duda. Si por múltiples vericuetos de la vida me apuntaran con una pistola en la cabeza y me exigieran que definiera Hypnotic en una sola palabra o me vuelan la tapa de los sesos... sin duda mi respuesta sería “peculiar”. Que eso ocurra es altamente improbable pero no imposible. Y es que lo que empieza como un thriller de investigación (poli deprimido en un nuevo caso rutinario que sale mal) se va tornando paulatinamente en algo ridículamente absurdo. Créeme que en tan sólo hora y media clavada la multitud de sucesos loquísimos, giros de la trama y saltos al vacío son tan numerosos que creo, honestamente, que no he visto una película parecida EN MI VIDA. O sea que algo de mérito tiene que llevarse. Menuda película más bizarra.
Ben Affleck interpreta a Ben Affleck deprimido pero en su versión en la que no lleva traje de murciélago. Hace unos años su hija desapareció en una feliz tarde en el parque delante de sus narices, y la incertidumbre de qué ha pasado con ella se mezcla con la culpa de que él no se enteró de nada. Y ahí paro de contar, no por el peligro de destripar la historia más de lo debido, sino porque honestamente no sabría cómo explicar la de locuras que se van sucediendo. Por lo que un consejo que te puedo dar si te atreves a dar el paso de ver esto es que te dejes llevar, si apartas tu cerebro un ratito de la realidad y te dejas abrazar por el esperpento que ocurre... posiblemente te llegue a gustar la película.
Digamos que estamos ante una especie de película de explotación de Origen, la de Christopher Nolan. Se llega rápido al punto de no saber lo que es real y lo que no. Y eso no está mal, jugar con la percepción del espectador y llevarlo de un lado para el otro hasta que pierda el conocimiento. Pero el mayor problema de Hypnotic no es que tenga muchas reglas que explicar, es que ni siquiera las respeta a los pocos minutos. Da igual la nueva norma que te cuenten para que entiendas la situación, es muy probable que a las pocas escenas, o tal vez más para el final... da igual, en algún momento se va a vulnerar como si nada y tú te quedas con cara de tonto y mientras van brotando los créditos finales te preguntas “¿pero al final qué ha pasado?” No se le puede encontrar el sentido porque nada lo tiene.
Si fuera este el plan pues perfecto, pero se nota que es todo un accidente, una huida hacia delante sin mirar, ya no atrás, si no a lo lados. Como los caballos de carreras. Y no negaré que la película es divertida por pura excentricidad pero no se... te quedas con la sensación de que te han estafado.
Todos conocemos a Robert Rodríguez, es la mente brillante detrás de clásicos del cine como Desperado, Abierto hasta el amanecer... o Spy Kids 4. Estamos de acuerdo de que es un cineasta como poco irregular. Ya hace años que no encadena grandes éxitos pero no se puede negar que siempre hace la película que a él le da la gana independientemente de la recepción que fuera a tener. ¿Que otro director te pasa de una película como Las aventuras de Sharkboy y Lavagirl a Sin City?¿Quien más tiene los arrestos para ir colocando nuevas entregas de Spy Kids entremedio de trabajos como Planet Terror o Machete? El bueno de Robert ha venido a este mundo a pasarlo bien, y no somos nadie para decirle que no puede hacerlo. De modo que si su nuevo juguete es Hypnotic... pues oye, como las lentejas, si te gustan te las comes y si no te las dejas. Brindemos todos por el señor Robert Rodríguez por su libertad y porque siga haciendo lo que se le cante el orto. Ahora bien, por lo que no paso es que el tío que te filma las escenas de acción de El mexicano o Machete Kills sea el mismo que en Hypnotic. Totalmente carentes de gracia, salero e imaginación. Te vas a acordar de lo loca que es esta película pero ni de coña te acordarás de ninguna escena de acción.
La película tiene cosas buenas, su villano interpretado por William Fichtner es imponente y con un aura peligrosa, o mientras que la trama no descarrila (unos quince minutos) ésta es interesante. Pero me parece que los contras son mucho más numerosos, más que nada porque la trama se reinicia una y otra vez con nuevas normas que se van a descartar muy probablemente en la siguiente escena, y así es muy difícil tomarte en serio una película así. Pero como decía unos párrafos arriba, si abrazas lo ridículo que es todo, te acomodas en la butaca y te dices a ti mismo “hemos venido a jugar” pues oye, disfruta campeón, te lo has ganado.
Ben Affleck interpreta a Ben Affleck deprimido pero en su versión en la que no lleva traje de murciélago. Hace unos años su hija desapareció en una feliz tarde en el parque delante de sus narices, y la incertidumbre de qué ha pasado con ella se mezcla con la culpa de que él no se enteró de nada. Y ahí paro de contar, no por el peligro de destripar la historia más de lo debido, sino porque honestamente no sabría cómo explicar la de locuras que se van sucediendo. Por lo que un consejo que te puedo dar si te atreves a dar el paso de ver esto es que te dejes llevar, si apartas tu cerebro un ratito de la realidad y te dejas abrazar por el esperpento que ocurre... posiblemente te llegue a gustar la película.
Digamos que estamos ante una especie de película de explotación de Origen, la de Christopher Nolan. Se llega rápido al punto de no saber lo que es real y lo que no. Y eso no está mal, jugar con la percepción del espectador y llevarlo de un lado para el otro hasta que pierda el conocimiento. Pero el mayor problema de Hypnotic no es que tenga muchas reglas que explicar, es que ni siquiera las respeta a los pocos minutos. Da igual la nueva norma que te cuenten para que entiendas la situación, es muy probable que a las pocas escenas, o tal vez más para el final... da igual, en algún momento se va a vulnerar como si nada y tú te quedas con cara de tonto y mientras van brotando los créditos finales te preguntas “¿pero al final qué ha pasado?” No se le puede encontrar el sentido porque nada lo tiene.
Si fuera este el plan pues perfecto, pero se nota que es todo un accidente, una huida hacia delante sin mirar, ya no atrás, si no a lo lados. Como los caballos de carreras. Y no negaré que la película es divertida por pura excentricidad pero no se... te quedas con la sensación de que te han estafado.
Todos conocemos a Robert Rodríguez, es la mente brillante detrás de clásicos del cine como Desperado, Abierto hasta el amanecer... o Spy Kids 4. Estamos de acuerdo de que es un cineasta como poco irregular. Ya hace años que no encadena grandes éxitos pero no se puede negar que siempre hace la película que a él le da la gana independientemente de la recepción que fuera a tener. ¿Que otro director te pasa de una película como Las aventuras de Sharkboy y Lavagirl a Sin City?¿Quien más tiene los arrestos para ir colocando nuevas entregas de Spy Kids entremedio de trabajos como Planet Terror o Machete? El bueno de Robert ha venido a este mundo a pasarlo bien, y no somos nadie para decirle que no puede hacerlo. De modo que si su nuevo juguete es Hypnotic... pues oye, como las lentejas, si te gustan te las comes y si no te las dejas. Brindemos todos por el señor Robert Rodríguez por su libertad y porque siga haciendo lo que se le cante el orto. Ahora bien, por lo que no paso es que el tío que te filma las escenas de acción de El mexicano o Machete Kills sea el mismo que en Hypnotic. Totalmente carentes de gracia, salero e imaginación. Te vas a acordar de lo loca que es esta película pero ni de coña te acordarás de ninguna escena de acción.
La película tiene cosas buenas, su villano interpretado por William Fichtner es imponente y con un aura peligrosa, o mientras que la trama no descarrila (unos quince minutos) ésta es interesante. Pero me parece que los contras son mucho más numerosos, más que nada porque la trama se reinicia una y otra vez con nuevas normas que se van a descartar muy probablemente en la siguiente escena, y así es muy difícil tomarte en serio una película así. Pero como decía unos párrafos arriba, si abrazas lo ridículo que es todo, te acomodas en la butaca y te dices a ti mismo “hemos venido a jugar” pues oye, disfruta campeón, te lo has ganado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Recomendada por Kuato a: Amantes de la versión más serie B de Robert Rodríguez.
No recomendada por Kuato a: Los que busquen una trama perfectamente ensamblada y a prueba de bombas.
Ego-Tour de luxe por: Cuando se tira todo el tablero al aire ya sólo queda dejarte llevar y disfrutar.
Atmósfera turbínea por: Esa cara de pánfilo que pone Ben Affleck cuando se descubre todo el plan.
No recomendada por Kuato a: Los que busquen una trama perfectamente ensamblada y a prueba de bombas.
Ego-Tour de luxe por: Cuando se tira todo el tablero al aire ya sólo queda dejarte llevar y disfrutar.
Atmósfera turbínea por: Esa cara de pánfilo que pone Ben Affleck cuando se descubre todo el plan.

5,8
2.342
4
25 de marzo de 2024
25 de marzo de 2024
70 de 95 usuarios han encontrado esta crítica útil
No todo tiene que ser caca-culo-pedo-pis. Una buena película siempre tiene que sostenerse sobre una buena historia. Tal vez no hace falta que esté muy desarrollada pero definitivamente ha de tener un gancho que capture al espectador. Lo que ocurre en La Bestia es algo parecido pero tiene trampa, tiene una trama rocambolesca y, a priori, densa. Parece que ocurran cosas importantes pero una vez terminada la cinta te das cuenta de que, efectivamente lo parecía, pero no era así. El aire hipster y pretencioso se expande por toda la película creyéndose a sí misma súper inteligente y creativa pero realmente... no lo es. Las metáforas están ahí, el desarrollo de la historia ocurre y los personajes tienen algo parecido a una evolución, pero la verdad, no es para tanto. La historia no es taaaan inteligente, los personajes no son taaan interesantes y las metáforas no son taaaan ingeniosas. En resumen: que hables lento y profundo no significa que lo que digas sea interesante.
Entiendo las trampas que te pone la película. Te cuentan el argumento de manera desordenada y pelín caótica para que no lo entiendas de primeras. Los personajes no muestran sus emociones para que pienses que ocurre algo muy profundo ahí dentro. Y te ponen pistas desperdigadas para que cuando todo se resuelva pienses que el director ha estado jugando contigo. Pero realmente no es para tanto. La trama cuenta como en un futuro distópico la I.A ha vencido a la humanidad y ahora es quien la administra. El personaje de Léa Seydoux aspira a tener un trabajo mejor y para ello ha de eliminar sus emociones y pasar por el aro. Para ello y mediante alta tecnología puede revivir antiguas encarnaciones en épocas pasadas y... mira... yo qué sé. Realmente da lo mismo, es ver a los dos mismos actores durante DOS HORAS Y MEDIA charlando. Y si se dijeran algo interesante pues todavía habría donde rascar, pero es que están en una perpetua charla de besugos en el que no se dicen mucho pero se miran todo el rato en silencio. Así, como mostrando profundidad y tú como un idiota que ya no sabes como poner el culo en la butaca. Pero llegados a un punto pasada la hora y media ya entiendes que te la están colando y si te la tomas como una comedia... ahí tal vez podemos llegar a entendernos.
No tengo ningún problema con el cine cerebral. Hay grandes películas que requieren de mucha atención y que tienen un ritmo complicado: Primer, Memento, la locura de Pi, fe en el caos, Donnie Darko... es que hay un montón, The Man from the Earth, 2001: Odisea en el espacio, toda la filmografía de David Lynch, de Lars Von Trier, de Kubrick... todas estas películas e infinitas más son grandes aportes a un cine que requiere de cierta atención e inteligencia pero ante todo y por si mismas son grandes películas... porque utilizan la forma para alimentar el fondo pero no lo engullen, que es justo lo que ocurre en La Bestia. Las ganas de gustarse a uno mismo es positivo pero no puede ser la piedra que fundamente todo tu trabajo porque entonces salen estas películas que tendrán su público pero me parece que solo le gustan a quien las hace.
Hay algunas cosas positivas, los dos actores por ejemplo que SON TODO, hacen un gran trabajo aunque la química entre ellos me pareció medio rara. Hasta ahora no me había percatado pero creo que George Mackay tiene una genial vis cómica que no está explotando en absoluto. Destaco también una banda sonora bastante interesante y ojo con esto: me gustó mucho el vestuario. Sí, yo mismo que considero el chándal como la prenda ideal para el 95% del tiempo que pasamos en la Tierra, me fijé y aprecié la calidad del vestuario en ésta película. Flipa. Poco más que decir, me pareció una película pretenciosa, aburrida y con poco que contar. Con una duración inexcusable (DOS HORAS Y MEDIA) y con una resolución que es poco menos que una tomadura de pelo. Por lo demás bien, la familia todos bien. Por cierto, una cosa rarísima al finalizar la película que en vez de aparecer los créditos salía un QR en la pantalla. Supongo que serán los créditos y los ves en tu móvil pero la verdad, yo en ese punto solo quería salir a la calle y abrazar a un perrito.
Entiendo las trampas que te pone la película. Te cuentan el argumento de manera desordenada y pelín caótica para que no lo entiendas de primeras. Los personajes no muestran sus emociones para que pienses que ocurre algo muy profundo ahí dentro. Y te ponen pistas desperdigadas para que cuando todo se resuelva pienses que el director ha estado jugando contigo. Pero realmente no es para tanto. La trama cuenta como en un futuro distópico la I.A ha vencido a la humanidad y ahora es quien la administra. El personaje de Léa Seydoux aspira a tener un trabajo mejor y para ello ha de eliminar sus emociones y pasar por el aro. Para ello y mediante alta tecnología puede revivir antiguas encarnaciones en épocas pasadas y... mira... yo qué sé. Realmente da lo mismo, es ver a los dos mismos actores durante DOS HORAS Y MEDIA charlando. Y si se dijeran algo interesante pues todavía habría donde rascar, pero es que están en una perpetua charla de besugos en el que no se dicen mucho pero se miran todo el rato en silencio. Así, como mostrando profundidad y tú como un idiota que ya no sabes como poner el culo en la butaca. Pero llegados a un punto pasada la hora y media ya entiendes que te la están colando y si te la tomas como una comedia... ahí tal vez podemos llegar a entendernos.
No tengo ningún problema con el cine cerebral. Hay grandes películas que requieren de mucha atención y que tienen un ritmo complicado: Primer, Memento, la locura de Pi, fe en el caos, Donnie Darko... es que hay un montón, The Man from the Earth, 2001: Odisea en el espacio, toda la filmografía de David Lynch, de Lars Von Trier, de Kubrick... todas estas películas e infinitas más son grandes aportes a un cine que requiere de cierta atención e inteligencia pero ante todo y por si mismas son grandes películas... porque utilizan la forma para alimentar el fondo pero no lo engullen, que es justo lo que ocurre en La Bestia. Las ganas de gustarse a uno mismo es positivo pero no puede ser la piedra que fundamente todo tu trabajo porque entonces salen estas películas que tendrán su público pero me parece que solo le gustan a quien las hace.
Hay algunas cosas positivas, los dos actores por ejemplo que SON TODO, hacen un gran trabajo aunque la química entre ellos me pareció medio rara. Hasta ahora no me había percatado pero creo que George Mackay tiene una genial vis cómica que no está explotando en absoluto. Destaco también una banda sonora bastante interesante y ojo con esto: me gustó mucho el vestuario. Sí, yo mismo que considero el chándal como la prenda ideal para el 95% del tiempo que pasamos en la Tierra, me fijé y aprecié la calidad del vestuario en ésta película. Flipa. Poco más que decir, me pareció una película pretenciosa, aburrida y con poco que contar. Con una duración inexcusable (DOS HORAS Y MEDIA) y con una resolución que es poco menos que una tomadura de pelo. Por lo demás bien, la familia todos bien. Por cierto, una cosa rarísima al finalizar la película que en vez de aparecer los créditos salía un QR en la pantalla. Supongo que serán los créditos y los ves en tu móvil pero la verdad, yo en ese punto solo quería salir a la calle y abrazar a un perrito.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Recomendada por Kuato a: No al que le guste el cine intelectual, sino a quien dice que le gusta el cine intelectual. Para que nos entendamos, a los del postureo.
No recomendada por Kuato a: Fans de The Rock.
Ego-Tour de luxe por: Hay una escena que ocurre bajo el agua que aparte de estar bien rodada es hasta emocionante. Un oasis en el desierto.
Atmósfera turbínea por: Esa sensación en tu cabeza de que te están tomando el pelo y que no te abandona.
No recomendada por Kuato a: Fans de The Rock.
Ego-Tour de luxe por: Hay una escena que ocurre bajo el agua que aparte de estar bien rodada es hasta emocionante. Un oasis en el desierto.
Atmósfera turbínea por: Esa sensación en tu cabeza de que te están tomando el pelo y que no te abandona.

5,5
5.019
7
16 de noviembre de 2023
16 de noviembre de 2023
62 de 80 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como siempre empecemos con un poco de historia. Allá por los 2007 apareció ese feliz experimento que se llamó Grindhouse. Esto eran dos películas, una dirigida por Robert Rodriguez y otra por Quentin Tarantino, que se emitían de seguido haciendo un homenaje a esas sesiones de cine doble que tanto se destilaban en los 70 y 80. Bueno, al menos era la idea inicial y así se hizo en Estados Unidos, en España dando la nota una vez más las lanzaron por separado como si fueran dos películas totalmente independientes y quitando toda la gracia. Y no solo eso, sino que además se perdieron ese puñado de cortometrajes con estilo de tráiler que se emitían entremedias dirigidas por amiguetes del dúo, y aquí es donde yo quería llegar.
Las películas tenían su gracia, en mi opinión Planet Terror le da mil vueltas a Death Proof pero lo que realmente dio que hablar fueron los susodichos tráilers. Y con el tiempo se demostró que la idea era demasiado buena pues la mayoría de estos se han acabado convirtiendo en largometrajes de pleno derecho. Empezó la locura de acción de Machete (2010) que incluso contó con una secuela y le siguió la cachonda Hobo with a Shotgun con un imperial Rutger Hauer, y ahora nos llega el slasher Thanksgiving. Y de las otras dos que quedan... no descartemos que acaben ocurriendo también.
Eli Roth es un director bastante prolífico, que aunque de vez en cuando saque la patita a un cine más mainstream siempre acaba volviendo al cine de serie B donde se mueve como pez en el agua. Y aunque ahora esté preparando una superproducción como es Borderlands no me cabe ninguna duda de que volverá una y otra vez a sus orígenes. En Thanksgiving, o el curioso título que se le ha dado aquí “Black Friday” narra las peripecias de un grupo de adolescentes que son perseguidos por un señor que lleva una máscara y un hacha, para el lector más avispado se habrá percatado de que hay ciertos paralelismos con, no sé... ocho millones de películas más. ¿Quiere decir esto que no estamos ante una película poco original? Sin duda, pero que esto no le confunda, si gusta de ver violencia gratuita, comedia negra, personajes desechables y escenas locamente creativas para ver con amigos, sin duda Black Friday es de lo mejor del género que podemos ver este año.
La película no busca inventar la rueda y no hay nada malo en ello, va picoteando de grandes clásicos del slasher, los más evidentes son Scream, Halloween y Sé lo que hicisteis el último verano, y la aportación principal de Black Friday es la autoconsciencia de lo absurdo de la trama y por ello con las toneladas de comedia sin que llegue a ser una spoof movie. Utiliza la festividad del Día de Acción de Gracias, algo que aunque aquí no se celebre los estadounidenses nos han machacado sus tonterías para que todo el planeta se adapte a sus costumbres, es por ello que aunque la mayoría de escenas de matanzas utiliza elementos de ese día (pavo al horno, mazorcas, todo el rollo granjero...) el espectador no-gringo no se perderá en ningún momento. Además hay una buena cantidad de gore y escenas sangrientas que harán las delicias de los amantes a la casquería. Mención a la señora mayor que estaba en la fila de delante de mí que casi le da un ataque con lo que veía en la pantalla. En mi experiencia personal tuve espectáculo 2x1.
En cuanto al reparto yo no conocía a nadie de los “shavaleh”, tal vez estemos ante alguna futura estrella de Hollywood, cosa que dudo bastante. Igualmente estos personajes no están nada desarrollados y en su mayoría no son más que sacos de carne que eventualmente serán destripados. Aún así, y aunque el número de fallecidos es bastante alto, mi vena sádica le supo mal que hubieran muchos personajes que se libraran de la matanza cuando son los típicos que la diñan rápido en el 99% de éstas, supongo que los reservan para la secuela. Por ahí andan Patrick Dempsey amante secreto en la mente de todas las mujeres de mediana edad que lo han visto en Anatomía de Grey y Gina Gershon que como el buen vino mejora con coca-cola.
En definitiva estamos ante una película que si bien no es para todo el mundo sí que gustará a los amantes del género. Gamberra, loca, sangrienta, tontísima... con múltiples referencias al falso tráiler del que se basa y con posibilidades de que se convierta en una saga. Personalmente pienso que si la dejamos así en unos años se la considerará película de culto pero que si hace cuatro duros no me cabe duda de que nos inundarán de secuelas como es lo habitual. Si ocurriera esto no tendría demasiado problema la verdad, que me den quince de estas al año.
Las películas tenían su gracia, en mi opinión Planet Terror le da mil vueltas a Death Proof pero lo que realmente dio que hablar fueron los susodichos tráilers. Y con el tiempo se demostró que la idea era demasiado buena pues la mayoría de estos se han acabado convirtiendo en largometrajes de pleno derecho. Empezó la locura de acción de Machete (2010) que incluso contó con una secuela y le siguió la cachonda Hobo with a Shotgun con un imperial Rutger Hauer, y ahora nos llega el slasher Thanksgiving. Y de las otras dos que quedan... no descartemos que acaben ocurriendo también.
Eli Roth es un director bastante prolífico, que aunque de vez en cuando saque la patita a un cine más mainstream siempre acaba volviendo al cine de serie B donde se mueve como pez en el agua. Y aunque ahora esté preparando una superproducción como es Borderlands no me cabe ninguna duda de que volverá una y otra vez a sus orígenes. En Thanksgiving, o el curioso título que se le ha dado aquí “Black Friday” narra las peripecias de un grupo de adolescentes que son perseguidos por un señor que lleva una máscara y un hacha, para el lector más avispado se habrá percatado de que hay ciertos paralelismos con, no sé... ocho millones de películas más. ¿Quiere decir esto que no estamos ante una película poco original? Sin duda, pero que esto no le confunda, si gusta de ver violencia gratuita, comedia negra, personajes desechables y escenas locamente creativas para ver con amigos, sin duda Black Friday es de lo mejor del género que podemos ver este año.
La película no busca inventar la rueda y no hay nada malo en ello, va picoteando de grandes clásicos del slasher, los más evidentes son Scream, Halloween y Sé lo que hicisteis el último verano, y la aportación principal de Black Friday es la autoconsciencia de lo absurdo de la trama y por ello con las toneladas de comedia sin que llegue a ser una spoof movie. Utiliza la festividad del Día de Acción de Gracias, algo que aunque aquí no se celebre los estadounidenses nos han machacado sus tonterías para que todo el planeta se adapte a sus costumbres, es por ello que aunque la mayoría de escenas de matanzas utiliza elementos de ese día (pavo al horno, mazorcas, todo el rollo granjero...) el espectador no-gringo no se perderá en ningún momento. Además hay una buena cantidad de gore y escenas sangrientas que harán las delicias de los amantes a la casquería. Mención a la señora mayor que estaba en la fila de delante de mí que casi le da un ataque con lo que veía en la pantalla. En mi experiencia personal tuve espectáculo 2x1.
En cuanto al reparto yo no conocía a nadie de los “shavaleh”, tal vez estemos ante alguna futura estrella de Hollywood, cosa que dudo bastante. Igualmente estos personajes no están nada desarrollados y en su mayoría no son más que sacos de carne que eventualmente serán destripados. Aún así, y aunque el número de fallecidos es bastante alto, mi vena sádica le supo mal que hubieran muchos personajes que se libraran de la matanza cuando son los típicos que la diñan rápido en el 99% de éstas, supongo que los reservan para la secuela. Por ahí andan Patrick Dempsey amante secreto en la mente de todas las mujeres de mediana edad que lo han visto en Anatomía de Grey y Gina Gershon que como el buen vino mejora con coca-cola.
En definitiva estamos ante una película que si bien no es para todo el mundo sí que gustará a los amantes del género. Gamberra, loca, sangrienta, tontísima... con múltiples referencias al falso tráiler del que se basa y con posibilidades de que se convierta en una saga. Personalmente pienso que si la dejamos así en unos años se la considerará película de culto pero que si hace cuatro duros no me cabe duda de que nos inundarán de secuelas como es lo habitual. Si ocurriera esto no tendría demasiado problema la verdad, que me den quince de estas al año.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Recomendada por Kuato a: Lo dicho, amantes del género con ganas de pasarlo bien.
No recomendada por Kuato a: La señora de la fila de delante.
Ego-Tour de luxe por: Si tengo que quedarme con una de las múltiples muerte... me quedo con la de la cama elástica.
Atmósfera turbínea por: No me encaja la identidad del asesino, no por sorprendente (que no lo es) sino porque a la que te pones a pensar te das cuenta de que este señor ha estado en dos sitios a la vez, y no hay nada que indique de que había un cómplice.
No recomendada por Kuato a: La señora de la fila de delante.
Ego-Tour de luxe por: Si tengo que quedarme con una de las múltiples muerte... me quedo con la de la cama elástica.
Atmósfera turbínea por: No me encaja la identidad del asesino, no por sorprendente (que no lo es) sino porque a la que te pones a pensar te das cuenta de que este señor ha estado en dos sitios a la vez, y no hay nada que indique de que había un cómplice.
20 de julio de 2023
20 de julio de 2023
58 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primero vamos a hacer una pequeña clase de historia para coger un poco de contexto sobre el asunto. 2010. La canción de Enrique Iglesias y Juan Luis Guerra “Cuando me enamoro” lo estaba petando en las radio fórmulas de todo el país. Toy Story 3 nos hacía emocionarnos como niños al ver como un chaval tiraba sus juguetes. Iniesta marcó un gol en el minuto 116 que nos revitalizó el orgullo patrio que duró media hora. Y en los cines llegaba una película de terror dirigida por un australiano-malasio con un nombre fácil de recordar: James Wan. Un señor que ya había creado una saga anteriormente llamada Saw y que tras una fantástica primera parte la dejó tirada en la parada del autobús para que cualquiera le hiciera lo que quisiera... y así fue. Pero Insidious era un caso diferente, tenía un plan en su cabeza para emprender una nueva saga: una historia familiar acosada por unos fantasmas-demonios-malparidos que harán la vida imposible hasta que una yaya entre por la puerta y grite “aquí mando yo”.
Nos dieron dos entregas perfectamente conectadas argumentalmente explicándonos cómo se libraron de esas presencias y descacharrantes posesiones, a la vez que nos dieron una lección muy importante, si no puedes con tu problema, ¡olvidate de él! Un Hakuna Matata de manual en forma de hipnosis que parcheó el problema durante unos años pero que como toda buena tirita... hay un día que se cae.
Si que es verdad que hay dos entregas más (las llamadas tercera y cuarta parte) ubicadas unos cuantos años antes y en las que el protagonismo recae en la pequeña pero grande Lin Shaye y sus encontronazos previos con los seres diabólicos. Pero se sienten más como dos propuestas para aprovechar el nombre de la saga y sacar un dinerillo fácil de la taquilla a unas verdaderas ganas de desarrollar el universo insidioso. Pues aquí tenemos la quinta parte, pero que espiritualmente sería más bien la tercera de una trilogía centrada en la familia Lambert, nueve años después de los sucesos de la segunda parte.
Película protagonizada (y ojo) dirigida por el scream king Patrick Wilson, un tipo que le debe la vida a James Wan por haberle puesto en el tablero del star-system teniendo menos carisma que un atún. Supongo que el tío se cansó de esperar a que alguien pusiera en marcha el proyecto y se dijo “tate, aguantame el cubata” y posó sus gordos testículos en la silla de director sin tener ni un miserable cortometraje previo de formación. Pero si algo nos ha demostrado el bueno de mr. Wilson es que no se amilana ante el terror, agarró un guion escrito por Scott Teems quien previamente escribió la conservadora pero entretenida Halloween Kills y la nauseabunda y patética Ojos de Fuego. Alea Jacta Est. Y el resultado que tenemos es una de cal y otra de arena. Hablando primero del casting es un minipunto para el equipo de los chicos que se haya conservado el mismo casting de las anteriores películas, conservando los chiquillos que ya son unos mozos picha-bravas. También es positivo la necesidad de una continuación argumental tantos años después, nos parecerá una tontería pero por lo general en el género de terror cada secuela va por su aire tirando por tierra el sentido de la continuidad.
Pero también tenemos puntos negativos. Bastantes de hecho. En primer término los tan manidos bocinazos que aunque sean una constante en la saga (y en el cine de terror en general) no por ello son más soportables, si que es verdad que no es tan escandaloso como en otros ejemplos y están colocados con cierta gracia pero no por ello se salvan de la quema. Otro punto negativo es el poco interés que despierta el argumento. Las escenas de terror me parecieron originales, no son la quinta esencia del terror contemporáneo pero si que tienen cierta gracia y se han estrujado un poco los sesos, sabe jugar con el ritmo, el suspense y logra tenerte en vilo cosa que no se puede decir de la mayoría de similares, pero cuando no estamos en escenas puramente de terror, en los que la trama se desarrolla, ésta es lenta y poco interesante. La principal culpa se basa en que los personajes no saben lo que está pasando o por qué se sienten como se sienten, pero el espectador que ha visto las anteriores sí, eso hace que sepas por donde va a ir la trama en todo momento sin salirse de la línea porque no puede ocurrir otra cosa. Es como ver a dos personas intentando descifrar una adivinanza que a tu ya sabes porque te la contaron hace años. Tampoco es que despierte mucho interés los conflictos filio-parentales en las que se sustenta todo, y la verdad es que si los personajes se reconcilian o no al final de la película me trae sin cuidado. Pero paradójicamente la película se pasa en un suspiro, cuando ocurre el clímax final me sorprendió que hubiéramos llegado tan deprisa y que no le quedara otra media hora de metraje.
En cuanto al reparto por supuesto destacar a Patrick Wilson, un hombre con carisma que se pasa la película con la misma cara, no obstante el tío es voluntarioso y si una cosa tiene es experiencia en películas de terror, no sé ni cuantas lleva ya. Rose Byrne en esta entrega tiene mucho menos peso que en las anteriores y estando un poco porque tiene que estar. Personalmente tengo un conflicto bastante fuerte con su personaje, por las decisiones que toma respecto al personaje de Wilson sabiendo lo que ella sabe y lo que él no, pero bueno, un poco de drama conyugal siempre tiene que haber. Donde la película se desmonta totalmente es en la trama de la universidad, Ty Simpkins no me parece un actor demasiado versátil, aquí tiene dos modos, el de niño triste y el de niño enfadado y los va alternando según convenga. Pero lo peor de largo es sin duda el personaje interpretado por Sinclair Daniel, la amiga de la universidad del chaval. Un personaje cargante, sin gracia (aunque lo intente muy fuerte) y que directamente sobra de la trama. Yo lo hubiera cambiado por el de la maestra de pintura del crío, me parece que habría funcionado mejor.
Nos dieron dos entregas perfectamente conectadas argumentalmente explicándonos cómo se libraron de esas presencias y descacharrantes posesiones, a la vez que nos dieron una lección muy importante, si no puedes con tu problema, ¡olvidate de él! Un Hakuna Matata de manual en forma de hipnosis que parcheó el problema durante unos años pero que como toda buena tirita... hay un día que se cae.
Si que es verdad que hay dos entregas más (las llamadas tercera y cuarta parte) ubicadas unos cuantos años antes y en las que el protagonismo recae en la pequeña pero grande Lin Shaye y sus encontronazos previos con los seres diabólicos. Pero se sienten más como dos propuestas para aprovechar el nombre de la saga y sacar un dinerillo fácil de la taquilla a unas verdaderas ganas de desarrollar el universo insidioso. Pues aquí tenemos la quinta parte, pero que espiritualmente sería más bien la tercera de una trilogía centrada en la familia Lambert, nueve años después de los sucesos de la segunda parte.
Película protagonizada (y ojo) dirigida por el scream king Patrick Wilson, un tipo que le debe la vida a James Wan por haberle puesto en el tablero del star-system teniendo menos carisma que un atún. Supongo que el tío se cansó de esperar a que alguien pusiera en marcha el proyecto y se dijo “tate, aguantame el cubata” y posó sus gordos testículos en la silla de director sin tener ni un miserable cortometraje previo de formación. Pero si algo nos ha demostrado el bueno de mr. Wilson es que no se amilana ante el terror, agarró un guion escrito por Scott Teems quien previamente escribió la conservadora pero entretenida Halloween Kills y la nauseabunda y patética Ojos de Fuego. Alea Jacta Est. Y el resultado que tenemos es una de cal y otra de arena. Hablando primero del casting es un minipunto para el equipo de los chicos que se haya conservado el mismo casting de las anteriores películas, conservando los chiquillos que ya son unos mozos picha-bravas. También es positivo la necesidad de una continuación argumental tantos años después, nos parecerá una tontería pero por lo general en el género de terror cada secuela va por su aire tirando por tierra el sentido de la continuidad.
Pero también tenemos puntos negativos. Bastantes de hecho. En primer término los tan manidos bocinazos que aunque sean una constante en la saga (y en el cine de terror en general) no por ello son más soportables, si que es verdad que no es tan escandaloso como en otros ejemplos y están colocados con cierta gracia pero no por ello se salvan de la quema. Otro punto negativo es el poco interés que despierta el argumento. Las escenas de terror me parecieron originales, no son la quinta esencia del terror contemporáneo pero si que tienen cierta gracia y se han estrujado un poco los sesos, sabe jugar con el ritmo, el suspense y logra tenerte en vilo cosa que no se puede decir de la mayoría de similares, pero cuando no estamos en escenas puramente de terror, en los que la trama se desarrolla, ésta es lenta y poco interesante. La principal culpa se basa en que los personajes no saben lo que está pasando o por qué se sienten como se sienten, pero el espectador que ha visto las anteriores sí, eso hace que sepas por donde va a ir la trama en todo momento sin salirse de la línea porque no puede ocurrir otra cosa. Es como ver a dos personas intentando descifrar una adivinanza que a tu ya sabes porque te la contaron hace años. Tampoco es que despierte mucho interés los conflictos filio-parentales en las que se sustenta todo, y la verdad es que si los personajes se reconcilian o no al final de la película me trae sin cuidado. Pero paradójicamente la película se pasa en un suspiro, cuando ocurre el clímax final me sorprendió que hubiéramos llegado tan deprisa y que no le quedara otra media hora de metraje.
En cuanto al reparto por supuesto destacar a Patrick Wilson, un hombre con carisma que se pasa la película con la misma cara, no obstante el tío es voluntarioso y si una cosa tiene es experiencia en películas de terror, no sé ni cuantas lleva ya. Rose Byrne en esta entrega tiene mucho menos peso que en las anteriores y estando un poco porque tiene que estar. Personalmente tengo un conflicto bastante fuerte con su personaje, por las decisiones que toma respecto al personaje de Wilson sabiendo lo que ella sabe y lo que él no, pero bueno, un poco de drama conyugal siempre tiene que haber. Donde la película se desmonta totalmente es en la trama de la universidad, Ty Simpkins no me parece un actor demasiado versátil, aquí tiene dos modos, el de niño triste y el de niño enfadado y los va alternando según convenga. Pero lo peor de largo es sin duda el personaje interpretado por Sinclair Daniel, la amiga de la universidad del chaval. Un personaje cargante, sin gracia (aunque lo intente muy fuerte) y que directamente sobra de la trama. Yo lo hubiera cambiado por el de la maestra de pintura del crío, me parece que habría funcionado mejor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Recomendada por Kuato a: Por supuesto amantes del cine de terror resignados con la época que nos ha tocado vivir pero menos da una piedra.
No recomendada por Kuato a: Mi madre, no le gustan nada estas películas
Ego-Tour de luxe por: La escena del juego de memoria. La siempre reconfortante presencia del demonio ese rojo que no me acuerdo como se llama en la peli, pero ya sabes cual te digo.
Atmósfera turbínea por: Prácticamente todas las escenas en la universidad que no sean de terror.
No recomendada por Kuato a: Mi madre, no le gustan nada estas películas
Ego-Tour de luxe por: La escena del juego de memoria. La siempre reconfortante presencia del demonio ese rojo que no me acuerdo como se llama en la peli, pero ya sabes cual te digo.
Atmósfera turbínea por: Prácticamente todas las escenas en la universidad que no sean de terror.
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