You must be a loged user to know your affinity with Cinemaníaco
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

5,2
420
5
18 de julio de 2016
18 de julio de 2016
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que venga firmada por Emmerich, creador del cine catastrófico y palomitero con más éxito de los últimos 20 años, le ha afectado muy negativamente a la película, sufriendo un maltrato excesivo desde algunos sectores.
Se trata de una película correcta que toma los sucesos de Stonewall como base para narrarnos la historia de un chico de provincias que descubre su homosexualidad en los años 60 en el submundo gay neoyorkino. Veremos sus aventuras amorosas y su crecimiento personal a medida que Emerich nos enseña la situación del mundo gay (violencia policial, corrupción en los garitos, prostitución de jóvenes, ect). Se hace un poco lenta y cansina sobre la mitad del film con la relación del prota con un señor mayor.
Recordamos que el hecho de que Emmerich sea homosexual y que parte del presupuesto lo haya cubierto él hace que podamos considerarlo una película de autor con su propia estética de este director, fotografía muy cuidada, guiones fáciles de seguir y actores poco estridentes.
De hecho sorprende ver que no ha gustado a algunos que el protagonista sea una persona de pueblo, rubio y de ojos azules. Supongo que para ser gay tienes que ser todo lo contrario. Una persona “normalizada” no puede tener estas tendencias según algunos y menos protagonizar una película. Solamente hay sitio para lo exagerado con estos papeles.
Sorprende ver en una crítica que "Una película que podrías ver con tu madre” sea visto de forma negativa. Quizás es lo que buscaba el director, un producto abierto a todos.
RESUMIENDO: es un producto aceptable que ha recibido críticas muy desacertadas en mi opinión. Un producto para el colectivo gay pero también para las personas que no consumimos este tipo de films. No todo tienen que ser las películas de Almodóvar y sus personajes estrambóticos.
Se trata de una película correcta que toma los sucesos de Stonewall como base para narrarnos la historia de un chico de provincias que descubre su homosexualidad en los años 60 en el submundo gay neoyorkino. Veremos sus aventuras amorosas y su crecimiento personal a medida que Emerich nos enseña la situación del mundo gay (violencia policial, corrupción en los garitos, prostitución de jóvenes, ect). Se hace un poco lenta y cansina sobre la mitad del film con la relación del prota con un señor mayor.
Recordamos que el hecho de que Emmerich sea homosexual y que parte del presupuesto lo haya cubierto él hace que podamos considerarlo una película de autor con su propia estética de este director, fotografía muy cuidada, guiones fáciles de seguir y actores poco estridentes.
De hecho sorprende ver que no ha gustado a algunos que el protagonista sea una persona de pueblo, rubio y de ojos azules. Supongo que para ser gay tienes que ser todo lo contrario. Una persona “normalizada” no puede tener estas tendencias según algunos y menos protagonizar una película. Solamente hay sitio para lo exagerado con estos papeles.
Sorprende ver en una crítica que "Una película que podrías ver con tu madre” sea visto de forma negativa. Quizás es lo que buscaba el director, un producto abierto a todos.
RESUMIENDO: es un producto aceptable que ha recibido críticas muy desacertadas en mi opinión. Un producto para el colectivo gay pero también para las personas que no consumimos este tipo de films. No todo tienen que ser las películas de Almodóvar y sus personajes estrambóticos.
21 de julio de 2021
21 de julio de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy podemos decir que “1492” ha quedado en el olvido, tanto del público como de la crítica. Fracasada en la taquilla y relegada de la parrilla televisiva, son muy pocos los que recuerdan está singular película de “Ridley Scott” a pesar que para muchos, entre los que me incluyo, supone uno de sus cúlmenes como creador cinematográfico.
Esta superproducción europea de cerca de 40 millones de dólares consiguió reunir bajo su manto a un gran número de profesionales con el enorme reto de representar dos mundos: una España en tránsitos de cambio y un continente recién descubierto. Entre medio de estas dos realidades un hombre que a pesar de descubrir un mundo, aún mantiene muchos misterios sobre su vida.
El film se encuentra divido en dos partes perfectamente diferenciadas. El proyecto, viaje, descubrimiento de América y lo que es más sorprendente, una inesperada segunda parte sobre la colonización del continente.
La puesta en escena de Ridley Scott es deslumbrante. Creador de atmósferas nato, no hay que olvidar que estudio arte en su juventud, intenta sorprendernos detrás de la cámara con cada nueva toma en busca del ángulo más sugerente.
Secuencias como la despedida del puerto, el mismo descubrimiento con la “cuenta atrás”, las secuencias bélicas o la estupenda recreación de los primeros pasos de occidente en el nuevo mundo, a través de la llegada de la campana mayor quedan grabadas en la retina durante varios días.
Como viene siendo habitual en la trayectoria de este realizador británico, el apartado técnico es exprimido al máximo bajo sus tenaces manos. La música de Vangelis, que ya trabajó junto a Ridley en “Blade Runner”, de sonidos étnicos y sintetizados consigue mantener un tono de sosiego en el film. El vestuario y los decorados, cuidados hasta el más mínimo detalle, no hacen sino enmarcar a la estrella del film: la fotografía de Adrián Bidley, porque eso no es fotografía señores, eso es pintura en estado puro.
El tándem Scott-Bidley se toma la molestia de hacer de cada fotograma un auténtico cuadro para delicia de nuestros sentidos en tonos dorados y anaranjados de un hiperrealismo difícil de soportar a veces.
“Tal vez la esperanza reside en el viaje. Al principio todo es posible, todo expectativa, todo sueño… Marchena tenía razón Bartolomé. El paraíso y también el infierno pueden ser terrenales y los llevamos con nosotros adonde quiera que vamos”
Todo esto no habría sido nulo sino contáramos con un trabajo actoral más que destacable. Gerard Depardie parece que ha nacido para interpretar el papel, de hecho una de las condiciones del director era que Colón fuera interpretado por el francés. Sigourney Weaver como la Isabel está en su justo punto pero Michael Wincott como el noble castellano Adrián de Mújica es el que llega a sobrepasarlos en algunos momentos.
Incluso tenemos a Fernando Rey como abate Marchena formando parte de una galería de personajes secundarios perfectamente caracterizados.
A nivel histórico podemos dividirlo en dos partes:
En la primera se nos narran los preparativos y desarrollo del viaje. Visitamos el monasterio de la Rábida con sus monjes copistas, pasan ante nuestros ojos la Reina Isabel, en sus palacios granadinos, Santangel y su amor al dinero, los Pinzón, asistimos a un auto de fe y a las tremendas luchas por conseguir el tan ansiado viaje con los “sabios” castellanos en un orden más o menos cronológico. Y ese amor por el oro y la gloria que todos quieren alcanzar y que motiva en el fondo el viaje del descubrimiento.
La segunda parte es una idealización de la colonización americana. Pasamos desde trato vejatorio a los indios y los primeros conflictos entre españoles e indígenas, la construcción de la Isabela o la relación entre los hermanos Colón.
Destaca el personaje de Mújica, reflejo de la vieja Europa, que actúa como contrapunto a un Colón quizás demasiado humanizado que no quiere volver a ver un mundo como el que ha dejado. Los indígenas se representan en una única figura, la del “buen salvaje” que Colón conoció en su primer viaje y que acabará renunciando a su amistad. Por cierto, la secuencia del encuentro de los nativos con el caballo de Mújica es sorprendente en si misma.
Entonces… ¿Por qué este injusto olvido? ¿Por qué este fracaso en taquilla?
El film es lento, pero es algo innato en la historia que cuenta. También podemos achacarle un exceso de metraje hacia el final, la secuencia de la tormenta sobra a todas luces, y la relación entre Colón y Beatriz no tendría que haber pasado de la sala de montaje. Que sea una superproducción europea tampoco ayudó mucho…
Aunque también hay que tener en cuenta que se trata de una historia más que familiar para nosotros, la hemos visto miles de veces. Ya es mucho que mantenga nuestro interés durante dos horas y media porque es en el segundo o el tercer visionado cuando más se disfruta más de ella.
Esta superproducción europea de cerca de 40 millones de dólares consiguió reunir bajo su manto a un gran número de profesionales con el enorme reto de representar dos mundos: una España en tránsitos de cambio y un continente recién descubierto. Entre medio de estas dos realidades un hombre que a pesar de descubrir un mundo, aún mantiene muchos misterios sobre su vida.
El film se encuentra divido en dos partes perfectamente diferenciadas. El proyecto, viaje, descubrimiento de América y lo que es más sorprendente, una inesperada segunda parte sobre la colonización del continente.
La puesta en escena de Ridley Scott es deslumbrante. Creador de atmósferas nato, no hay que olvidar que estudio arte en su juventud, intenta sorprendernos detrás de la cámara con cada nueva toma en busca del ángulo más sugerente.
Secuencias como la despedida del puerto, el mismo descubrimiento con la “cuenta atrás”, las secuencias bélicas o la estupenda recreación de los primeros pasos de occidente en el nuevo mundo, a través de la llegada de la campana mayor quedan grabadas en la retina durante varios días.
Como viene siendo habitual en la trayectoria de este realizador británico, el apartado técnico es exprimido al máximo bajo sus tenaces manos. La música de Vangelis, que ya trabajó junto a Ridley en “Blade Runner”, de sonidos étnicos y sintetizados consigue mantener un tono de sosiego en el film. El vestuario y los decorados, cuidados hasta el más mínimo detalle, no hacen sino enmarcar a la estrella del film: la fotografía de Adrián Bidley, porque eso no es fotografía señores, eso es pintura en estado puro.
El tándem Scott-Bidley se toma la molestia de hacer de cada fotograma un auténtico cuadro para delicia de nuestros sentidos en tonos dorados y anaranjados de un hiperrealismo difícil de soportar a veces.
“Tal vez la esperanza reside en el viaje. Al principio todo es posible, todo expectativa, todo sueño… Marchena tenía razón Bartolomé. El paraíso y también el infierno pueden ser terrenales y los llevamos con nosotros adonde quiera que vamos”
Todo esto no habría sido nulo sino contáramos con un trabajo actoral más que destacable. Gerard Depardie parece que ha nacido para interpretar el papel, de hecho una de las condiciones del director era que Colón fuera interpretado por el francés. Sigourney Weaver como la Isabel está en su justo punto pero Michael Wincott como el noble castellano Adrián de Mújica es el que llega a sobrepasarlos en algunos momentos.
Incluso tenemos a Fernando Rey como abate Marchena formando parte de una galería de personajes secundarios perfectamente caracterizados.
A nivel histórico podemos dividirlo en dos partes:
En la primera se nos narran los preparativos y desarrollo del viaje. Visitamos el monasterio de la Rábida con sus monjes copistas, pasan ante nuestros ojos la Reina Isabel, en sus palacios granadinos, Santangel y su amor al dinero, los Pinzón, asistimos a un auto de fe y a las tremendas luchas por conseguir el tan ansiado viaje con los “sabios” castellanos en un orden más o menos cronológico. Y ese amor por el oro y la gloria que todos quieren alcanzar y que motiva en el fondo el viaje del descubrimiento.
La segunda parte es una idealización de la colonización americana. Pasamos desde trato vejatorio a los indios y los primeros conflictos entre españoles e indígenas, la construcción de la Isabela o la relación entre los hermanos Colón.
Destaca el personaje de Mújica, reflejo de la vieja Europa, que actúa como contrapunto a un Colón quizás demasiado humanizado que no quiere volver a ver un mundo como el que ha dejado. Los indígenas se representan en una única figura, la del “buen salvaje” que Colón conoció en su primer viaje y que acabará renunciando a su amistad. Por cierto, la secuencia del encuentro de los nativos con el caballo de Mújica es sorprendente en si misma.
Entonces… ¿Por qué este injusto olvido? ¿Por qué este fracaso en taquilla?
El film es lento, pero es algo innato en la historia que cuenta. También podemos achacarle un exceso de metraje hacia el final, la secuencia de la tormenta sobra a todas luces, y la relación entre Colón y Beatriz no tendría que haber pasado de la sala de montaje. Que sea una superproducción europea tampoco ayudó mucho…
Aunque también hay que tener en cuenta que se trata de una historia más que familiar para nosotros, la hemos visto miles de veces. Ya es mucho que mantenga nuestro interés durante dos horas y media porque es en el segundo o el tercer visionado cuando más se disfruta más de ella.
18 de julio de 2021
18 de julio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vil seducción es una de esas entrañables españoladas de los años 70 donde se nos muestran para regocijo nuestro las miserias pueblerinas de ese “feliz franquismo”. Por supuesto, todo bajo una perspectiva humorística y con un toque “erótico-festivo” para alegrar un poco al personal del patio de butacas.
Últimamente viendo la programación de ciertas cadenas suelo hacer un barrido por los canales provinciales, piratas o como queráis llamarlos. Cadenas que acaban de nacer y que no tardarán en morir. Por supuesto su programación es nefasta: brujas con acento extranjero, adivinadoras de las que echan polvos de talco para conocer tu pasado, concursos extraños sobre como acaban algunos dificilísimos refranes… a pesar de todo superan en calidad y frescura a mi adorada Antena 3.
Sin embargo suelen programar películas extrañas o documentales singulares del tipo Secretos de la Realeza, el extraño mundo de Kavador o algo parecido. Supongo que las compraran en lotes espectaculares a muy bajo precio, porque la calidad de las cintas en ya no VHS, sino Betta.
Sigamos: en uno de estos canales me encontré esta singular joya. Su historia es ridícula: una actriz en baja forma decide hacer el Don Juan Tenorio en un poblado perdido en el monte, en el ensayo general se fuga ante las continuas desgracias y burradas que los amigables “pastores”, muy cabritos ellos, no tardan en hacerle. Finalmente llega a un pueblo donde es alojada en casa de una viuda con su hijo… La vil “zorrilla” (esta ironía está sólo al alcance de unos pocos al hacer referencia a cierto autor) por supuesto intentará seducir al pobre hombre de campo (Fernando Fernán Gómez en su mejor papel , ironía) que nunca conoció el amor carnal, al menos en un camastro. Al menos eso es lo que dice el cura.
El guión, la puesta en escena, la dirección (inexplicablemente el director tiene una fijación extraña en la creación de primeros planos a través del zoom) son flojetes. A pesar de todo, los diálogos son descojonantes, puro castellano pueblerino. Frases como “Quiero ser un pendón desorejado” o “Te voy a reventar como las cabras”, esta ultima en un contexto “romántico”. Por supuesto Fernando Fernán-Gómez borda su papel, porque patanes como él hay pocos.
Yo me lo pasé pipa, el genero de “paletos con boina” del franquismo a dado grandes obras (“Que gran invento el turismo”) y grandes artistas (Paco Martínez Soria) y esta es de las decentillas. Resumiendo, si algún día pasáis de cadena y os la encontráis no dudéis en darle una oportunidad. Película para pasar el rato y de carácter alimenticio. Humor patrio al fin y al cabo.
Últimamente viendo la programación de ciertas cadenas suelo hacer un barrido por los canales provinciales, piratas o como queráis llamarlos. Cadenas que acaban de nacer y que no tardarán en morir. Por supuesto su programación es nefasta: brujas con acento extranjero, adivinadoras de las que echan polvos de talco para conocer tu pasado, concursos extraños sobre como acaban algunos dificilísimos refranes… a pesar de todo superan en calidad y frescura a mi adorada Antena 3.
Sin embargo suelen programar películas extrañas o documentales singulares del tipo Secretos de la Realeza, el extraño mundo de Kavador o algo parecido. Supongo que las compraran en lotes espectaculares a muy bajo precio, porque la calidad de las cintas en ya no VHS, sino Betta.
Sigamos: en uno de estos canales me encontré esta singular joya. Su historia es ridícula: una actriz en baja forma decide hacer el Don Juan Tenorio en un poblado perdido en el monte, en el ensayo general se fuga ante las continuas desgracias y burradas que los amigables “pastores”, muy cabritos ellos, no tardan en hacerle. Finalmente llega a un pueblo donde es alojada en casa de una viuda con su hijo… La vil “zorrilla” (esta ironía está sólo al alcance de unos pocos al hacer referencia a cierto autor) por supuesto intentará seducir al pobre hombre de campo (Fernando Fernán Gómez en su mejor papel , ironía) que nunca conoció el amor carnal, al menos en un camastro. Al menos eso es lo que dice el cura.
El guión, la puesta en escena, la dirección (inexplicablemente el director tiene una fijación extraña en la creación de primeros planos a través del zoom) son flojetes. A pesar de todo, los diálogos son descojonantes, puro castellano pueblerino. Frases como “Quiero ser un pendón desorejado” o “Te voy a reventar como las cabras”, esta ultima en un contexto “romántico”. Por supuesto Fernando Fernán-Gómez borda su papel, porque patanes como él hay pocos.
Yo me lo pasé pipa, el genero de “paletos con boina” del franquismo a dado grandes obras (“Que gran invento el turismo”) y grandes artistas (Paco Martínez Soria) y esta es de las decentillas. Resumiendo, si algún día pasáis de cadena y os la encontráis no dudéis en darle una oportunidad. Película para pasar el rato y de carácter alimenticio. Humor patrio al fin y al cabo.
5
23 de enero de 2019
23 de enero de 2019
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si te gusto la primera pelicula de la saga aquí encontrarás parte de lo que la hizo triunfar: los actores y las situaciones cómicas pertinentes con las bromas pesadas clásicas.
Sin embargo te advierto que es una película generacional (el que la vio en su juventud, la recordará con cariño) y las supuestas bromas (algunas hoy serían delito) producen cierto asco y repulsión (como la de abordar a un viudo en un cementerio y decirle que se acostaba con su esposa o temática amantes en los matrimonios con palizas a la mujer de unos de los protagonistas pero desde una perspectiva supuestamente cómica). Para que veáis el punto... es como cuando tu padre o tu abuelo te contaba que en la mili tiraron al novato a un pozo lleno de mierda y casi se ahoga.
Por otra parte, sin ser el típico feminazi actúal que se quejan por todo, el trato que vemos aquí a la mujer en general representa una forma de ver las cosas que desde hace varias decadas se han superado. El ojo morado y las sonrisitas de los amigos al verla ya no hace tanta gracia, más bien bastante asco. Y eso que no quiero hacer sangre con el personaje del noble caído a menos, que arrastra a su mujer y su hija a una vida de desastres y desgracias, de hambre y miseria, por sus actitudes y "forma de ver la vida". Incluso, en el final de la película, el desgraciado se queja de que le quieren, le miman y le cuidan... como si fuera una desgracia.
Otro problema serio es que los actores en siete años, desde la anterior película, han envejecido desmesuradamente y para los flasbacks quedan rídiculos, ya que ni se toman la molestia de maquillarlos adecuadamente.
Finalizando, vale la pena verla por el contraste con la actualidad y por algunos momentos desternillantes, como la escena en la Torre de Pisa.
Sin embargo te advierto que es una película generacional (el que la vio en su juventud, la recordará con cariño) y las supuestas bromas (algunas hoy serían delito) producen cierto asco y repulsión (como la de abordar a un viudo en un cementerio y decirle que se acostaba con su esposa o temática amantes en los matrimonios con palizas a la mujer de unos de los protagonistas pero desde una perspectiva supuestamente cómica). Para que veáis el punto... es como cuando tu padre o tu abuelo te contaba que en la mili tiraron al novato a un pozo lleno de mierda y casi se ahoga.
Por otra parte, sin ser el típico feminazi actúal que se quejan por todo, el trato que vemos aquí a la mujer en general representa una forma de ver las cosas que desde hace varias decadas se han superado. El ojo morado y las sonrisitas de los amigos al verla ya no hace tanta gracia, más bien bastante asco. Y eso que no quiero hacer sangre con el personaje del noble caído a menos, que arrastra a su mujer y su hija a una vida de desastres y desgracias, de hambre y miseria, por sus actitudes y "forma de ver la vida". Incluso, en el final de la película, el desgraciado se queja de que le quieren, le miman y le cuidan... como si fuera una desgracia.
Otro problema serio es que los actores en siete años, desde la anterior película, han envejecido desmesuradamente y para los flasbacks quedan rídiculos, ya que ni se toman la molestia de maquillarlos adecuadamente.
Finalizando, vale la pena verla por el contraste con la actualidad y por algunos momentos desternillantes, como la escena en la Torre de Pisa.
2
10 de febrero de 2016
10 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que enormidad de película... Jose María Iñigo tiene un accidente de taxi y en el sanatario en el que despierta y le tratan comienza a desarrollar poderes mentales muy del estilo X Men. Puede controlar la mente... pero su poder solo lo utiliza para desnudar a las enfermeras y acostarse con ellas. Así que destape, Carmen Sevilla, temática sin sentido y música de ascensor.
Podría estar en el top diez de cine malo que acaba siendo bueno para algunos cinemaniacos. Una comedia extrafalaria como pocas.
Lo mejor:
Increible el sónido modernico cuando utiliza los poderes... a lo robótico metalero.
Ver a Iñigo actuando no tiene precio... pone unos ojillos de cordero degolla y le queda tan bien el pedazo bigotón.
Carmen Sevilla en ropa interior.
Las fumadas que se dan los doctores por los pasillos y con los pacientes.
La "crítica social" que intentan hacer
Podría estar en el top diez de cine malo que acaba siendo bueno para algunos cinemaniacos. Una comedia extrafalaria como pocas.
Lo mejor:
Increible el sónido modernico cuando utiliza los poderes... a lo robótico metalero.
Ver a Iñigo actuando no tiene precio... pone unos ojillos de cordero degolla y le queda tan bien el pedazo bigotón.
Carmen Sevilla en ropa interior.
Las fumadas que se dan los doctores por los pasillos y con los pacientes.
La "crítica social" que intentan hacer
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final que alguien lo explique ya que está encerrado en la cárcel pero, ¿deja embarazada a todas las enfermeras de forma mental?
Más sobre Cinemaníaco
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here