¿Qué esperaba de Coco antes de verla?, pues la verdad es que nada, no tenía ninguna expectativa porque aparte de la canción desconocía el argumento y sólo sabía que tenía muchas críticas positivas pero desconocía el por qué. Así que me dispuse a verla sin más ánimo de que fuera por lo menos entretenida y... sorpresa!.
Sólo diré que Coco trata de la muerte pero con un realismo y delicadeza conmovedor, de la familia, del sacrificio, de los sueños por cumplir... En fin, de todo que aquello que mueve el mundo y lo hace más humano, una flecha directa al corazón capaz de conmover a a cualquiera, tanto pequeño como mayor que se preste a viajar junto a Miguel, nuestro protagonista, por el puente que separa y unen una vez al año los dos mundos.
Una delicia de película que te alegrará mucho de a verla visto y sobre todo vivido.

¿Qué nos podemos encontrar?, una bonita historia aparentemente de lo más normal: chico adolescente, hormonas, verano, agua, tabaco y amor en todas sus facetas tanto filial como carnal.
El rasgo más negativo es la duración, le sobran para mí un par de escenas que no aportan nada y una de ellas en concreto le resta más bien a la película. Buena pero sin ser nada excepcional, de esas películas que la primera vez no ha estado mal pero no para una segunda cita.

Me sorprende la cantidad de puntuaciones tan bajas que está coleccionando últimamente porque no lo entiendo, si a mi no me gusta el cine de terror pues no lo veo, si las películas infantiles me pareciesen aburridas y sólo para niños no las vería. La llamada no engaña a nadie, conociendo sólo un poco el argumento se sabe que es una ida de olla creada para disfrutarla y no diseccionar. ¡Vale! que las actrices no tienen 17 años y ¿qué problema hay?. Brad Pitt interpretaba a un anciano en el curioso caso de B.B. El cine puede ser fantasía, libre albedrío, surrealismo y aún así contener un mensaje y valores, todo eso se cumple en la llamada.
Buenas interpretaciones, ritmo ágil, puntos muy buenos y una bso muy acertada. La llamada no será perfecta, pero no creo que le haga falta serlo como la vida misma.