Esta serie es un ejemplo claro de producto nefasto se mire por donde se mire. El guión está lleno de topicazos y su director nos insulta con un producto sin personalidad propia que no sabe a donde quiere llegar ni como, el caso es hacer una serie, un producto genérico tan propio de Mediaset.

Los actores sobreactúan en exceso y las coreografías son cutres y carentes de estilo hasta provocar esa vergüenza ajena que tan bien se le da a Mediaset.
La factura curiosamente es buena porque se nota que han metido billetes pero el talento no aparece, ni si quiera un atisbo.

Nunca he sido admirador de Tim Burton, pero he de reconocer que con esta película me conquistó para siempre

Extraña y bella a la vez, la película recrea un cuento de Navidad con un personaje triste que te llega al alma con un brillante Jonhy Deep, quizás en su mejor interpretación. Una historia preciosa con momentos inolvidables que recordarás siempre con una sonrisa, aunque la película te hace llorar.
Pura magia.

Un producto abominable se mire por donde se mire. Cualquier cosa profundamente negativa que se diga sobre esta cosa se queda corta. Las situaciones son grotescas como nadie puede llegar a imaginar, salvo el director que imaginamos que habrá cobrado su sueldo y a correr, seguro que aún se estará descojonando de la tomadura de pelo al espectador y a los productores.

Las interpretaciones y el casting es deplorable, los efectos parecen más propios de un video de humor amateur hecho entre cuatro amiguetes sin sensatez, nada se salva y parece como si todo conspirara para realizar una auténtica burla a la industria y más allá de eso a la propia humanidad.

Un producto absolutamente patético que no debería de haber existido nunca si este mundo fuera justo. Cierto es que trasladar un videojuego de lucha (por cierto muy mitico dentro de ese mundo) al cine ya era una idea bastante absurda pero ni poniéndolo en manos del desalmado más cruel podría haber hecho tanto daño a sus seguidores, quienes posiblemente no esperaban mucho pero nunca una cagada tan descomunal.

Una caracterización de los personajes más propia de una parodia... y un guión infantil y ridículo que dejan su sello en este aborto producido por personas sin escrúpulos, sin ningunas ganas de hacer algo mínimamente decente. El cine y los videojuegos no merecían esta mierda.

Una apuesta muy arriesgada recuperando una magia y una esencia que pertenecía a otros tiempos y que el director ha demostrado que se puede recuperar, aún hay esperanza para esos musicales que todos recordamos con tanta nostalgia.

Más allá de la fantástica dirección, la música y las coreografias son muy elegantes, la letra y la historia sacuden el corazón del espectador, con una magnifica y entrañable Emma Stone y un muy humano Ryan Gosling que hacen una pareja perfecta, un feeling que convence al espectador que se siente muy identificado con las vivencias de la vida que todos de alguna manera hemos disfrutado y sufrido.

Gracias a Damien Chazelle por hacernos soñar.