Una película que se deja ver, pero que no cuenta nada nuevo; cine social de barrio obrero.

Una buena actuación de los protagonistas, en una película bien resuelta; un buen ejercicio de dirección. Y sin embargo, te deja al final una sensación de vacío, como si le faltara profundidad a la historia; el cine social, ¿no debería dejar dando vueltas en mi cabeza algún que otro pensamiento?

En cualquier caso, una película española que merece la pena ver.

Adaptación del personaje del cómic "Mercenario" de Vicente Segrelles. Se ha perdido la riqueza de los dibujos de Segrelles, hasta el punto de tener secuencias que parecen renders de prueba. Seis estrellas: una por ser española, otra por ser de animación, otra por llevar a la pantalla al Mercenario, otra por las voces del doblaje, otra por el ritmo y otra por la música.

Caótica mezcla de cine musical y de cine social, que no cuaja ninguno de los géneros.

Como musical es un desastre: no es culpa de bailarines, no es culpa de cantantes (bueno, un poco sí), no es culpa de coreógrafos... es simplemente que en este país no hay cultura de cine musical (aunque es su momento la hubo). Y de donde no hay, no se puede sacar.

Como ejemplo del subgénero del cine de marginalidad, la verdad es que resulta bastante floja: no basta con sacar un travesti, un enano y unas prostitutas para hacer un ejercicio que remueva conciencias.

Para mí, lo mejor de esta película, y con diferencia, son ciertas actuaciones (que no todas), como la de Najwa Nimri o la de Mónica Cervera. Si no fuera por ellas, esto sería un auténtico despropósito.