La primera hora casi me hace tirar la toalla. Las buenas notas me hicieron pasarla a 2x... (lo siento, ya me he comido mucho de esto). Quedemos en que el clima de desasosiego queda sembrado para el resto de la película que sí me gustó sobre todo al final, en donde se puede ver una visión de la guerra y sus atrocidades descarnada como no vi antes.

Ni siquiera el Pianista de Polanski, pese a estar muy próximo, se acerca. Cierto feísmo y un casting a lo Pasolini le da una veracidad que hace que el film merezca la pena, pues tiene algo único que aportar al cine bélico.

Malparida en los felices años 2000 apesta en cuanto te aproximas a cualquiera de una de esas escenas en las que el curita con chupa de cuero no se sabe si va a reconfortar al damnificado o a perpretar alguna desviación sexual a su costa.
Lamentable que la televisión pública esté pagando por esta serie a los que con toda seguridad sean amiguetes de Berlusconi.

Por favor estén atentos a los vuelos de los micrófonos de ambiente en 2 o 3 ocasiones durante la película. Un pena que se haya hecho tan tan tan mal una película que podría ser mucho mejor. Los actores a lo Passolini se repiten, no debía haber más presupuesto, y pesa más su buena voluntad que el talento del director de casting o incluso el propio Ken Loach.