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Críticas ordenadas por utilidad
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6,8
633
7
31 de julio de 2016
31 de julio de 2016
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaghe Stella Dell'Orsa (Errantes Estrellas de la Osa Mayor) es un film poco conocido de Luchino Visconti, pero no menor. Pudo ser una obra de teatro, ya que se desarrolla casi totalmente en interiores, pero ha sido rodada muy cinematográficamente, con abundancia de primeros planos y en un precioso blanco y negro con cuidados encuadres. Sin embargo las escenas de exteriores, aunque escasas, son esenciales en la trama.
La historia se inicia con el regreso a Volterra de Sandra y su marido americano, después de años de ausencia. La visita tiene como objeto ceder a la ciudad como parque público el jardín de su palacio, en homenaje a su padre asesinado en Auschwitz. Allí deberá enfrentarse a su madre demente, su padrastro y de forma especial a su hermano, con quien que se encuentra inesperadamente. Éste ha escrito una novela autobiográfica que pretende publicar, relatando el escandaloso pasado de ambos cuando eran adolescentes. Su título es el de la película. Desde el primer momento de su reencuentro, se adivina la turbia relación que los unió y los separó, presintiéndose el drama que va a ser el nucleo de la historia.
Se ha escrito que la película es una moderna versión del mito de Electra y su hermano Orestes, pero por encima de todo es el retrato de una clase alta en agónica decadencia, como el vetusto palacio que habitaron o la propia Volterra. Una decadencia de la que los hermanos, Sandra y Gianni, son los últimos exponentes. Sandra, una bellísima Claudia Cardinale en todo su esplendor, es el eje de la historia. No en vano su nombre es el título internacional de la película. En el rostro de Claudia, en sus ojos y en su mirada, Visconti afirmó una vez que podía ver la permanencia de la mujer etrusca dos mil años después. Esa belleza antigua, aristocrática, es lo que queda del mundo en ruinas del que Andrew, el marido, quiere huir. El no está contaminado por esa telaraña de sombría melancolía que envuelve y atenaza a Sandra, siendo por tanto el único que puede arrancarla de sus fantasmas, aunque el destino ya tiene previsto el final.
La historia se inicia con el regreso a Volterra de Sandra y su marido americano, después de años de ausencia. La visita tiene como objeto ceder a la ciudad como parque público el jardín de su palacio, en homenaje a su padre asesinado en Auschwitz. Allí deberá enfrentarse a su madre demente, su padrastro y de forma especial a su hermano, con quien que se encuentra inesperadamente. Éste ha escrito una novela autobiográfica que pretende publicar, relatando el escandaloso pasado de ambos cuando eran adolescentes. Su título es el de la película. Desde el primer momento de su reencuentro, se adivina la turbia relación que los unió y los separó, presintiéndose el drama que va a ser el nucleo de la historia.
Se ha escrito que la película es una moderna versión del mito de Electra y su hermano Orestes, pero por encima de todo es el retrato de una clase alta en agónica decadencia, como el vetusto palacio que habitaron o la propia Volterra. Una decadencia de la que los hermanos, Sandra y Gianni, son los últimos exponentes. Sandra, una bellísima Claudia Cardinale en todo su esplendor, es el eje de la historia. No en vano su nombre es el título internacional de la película. En el rostro de Claudia, en sus ojos y en su mirada, Visconti afirmó una vez que podía ver la permanencia de la mujer etrusca dos mil años después. Esa belleza antigua, aristocrática, es lo que queda del mundo en ruinas del que Andrew, el marido, quiere huir. El no está contaminado por esa telaraña de sombría melancolía que envuelve y atenaza a Sandra, siendo por tanto el único que puede arrancarla de sus fantasmas, aunque el destino ya tiene previsto el final.

6,4
37.164
4
9 de septiembre de 2017
9 de septiembre de 2017
20 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
IT narra la historia de una pandilla de adolescentes, casi niños, que se autodenominan "los perdedores" por los traumas de todo tipo que acumulan, que actuarían como sus propios monstruos, por lo que al final te planteas si sus experiencias no son más que una gigantesca metáfora de sus limitaciones para afrontar la vida. Lo cierto es que el retrato de los chicos -y la chica- es tenebroso, en dura lucha con su entorno, en un tiempo -los años ochenta- en los que el bulling lo resolvía cada uno por su cuenta con los matones que le tocaban, sin que los mayores jugasen ningún papel, como en el film, donde la imagen de los adultos es mostrada a través de la mirada de los niños como la de unos seres distantes, despreciables e incapaces de comprender su mundo adolescente.
La película tiene un inicio sugestivo, pero son cinco minutos. La escena de Georgie, el niño, siguiendo en carrera a su barquito de papel deslizándose rápido sobre el agua de la lluvia, hasta su encuentro con Pennywise, el payaso, es formidable. Pero enseguida It comienza a decaer para convertirse en una convencional película de terror, con sus tópicos, sus sustos, sus subrayados estridentes y toda la truculencia del género. Al final todo ha resultado previsible y hasta aburrido, al menos desde mi perspectiva subjetiva de persona mayor.
Porqué hay que reconocer que el film no va dirigido a todos los públicos, sino especialmente a aquel personal juvenil cuyas edades coincidan con las de los protagonistas y así puedan identificarse con sus aventuras. Quizá salgan incluso del cine deseando ver la segunda parte que a buen seguro se ha de rodar.
La película tiene un inicio sugestivo, pero son cinco minutos. La escena de Georgie, el niño, siguiendo en carrera a su barquito de papel deslizándose rápido sobre el agua de la lluvia, hasta su encuentro con Pennywise, el payaso, es formidable. Pero enseguida It comienza a decaer para convertirse en una convencional película de terror, con sus tópicos, sus sustos, sus subrayados estridentes y toda la truculencia del género. Al final todo ha resultado previsible y hasta aburrido, al menos desde mi perspectiva subjetiva de persona mayor.
Porqué hay que reconocer que el film no va dirigido a todos los públicos, sino especialmente a aquel personal juvenil cuyas edades coincidan con las de los protagonistas y así puedan identificarse con sus aventuras. Quizá salgan incluso del cine deseando ver la segunda parte que a buen seguro se ha de rodar.

6,2
31.441
7
17 de mayo de 2016
17 de mayo de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La Bruja" rememora en una magistral ambientación, las historias de brujería que tanto proliferaron en el siglo XVII en Nueva Inglaterra. La narración, sin embargo, se centra únicamente en el caso de un granjero, su esposa y los cinco hijos del matrimonio, decididos a establecerse aislados de su comunidad, a la vera del bosque y al amparo de su fe.
Sin concesiones a la comercialidad ni a la truculencia, van desencadenándose ante nuestros ojos terribles hechos de naturaleza sobrenatural, que perturban por lo que ocultan, valiéndose de eficaces elipsis.
En una atmósfera de religiosidad enfermiza y asfixiante, los protagonistas del drama viven con igual certeza la existencia de Dios y la del Diablo, como si uno y otro se realimentasen y de la fuerza de uno dependiese la del otro. En este caso el Diablo o el Maligno gana la batalla, materializado en un submundo de brujas y aquelarres, grotesco y seductor, onírico y real a la vez.
Las imágenes filmadas son de una gran pureza y verismo. La fotografía, naturalista, recuerda la pintura holandesa de la época e incluso evoca el film "Ordet" de Dreyer, aunque también influye la temática religiosa.
El uso sabio del color consigue mostrar los paisajes como desolados y tristes, mientras que las brujas aparecen en toda su intensidad cromática.
En un film sin música (solo hay algún subrayado sonoro en alguna escena) la fuerza de la historia radica en los actores, sus tensos diálogos y sus convincentes oraciones. Destaca el conmovedor momento de la familia recitando el salmo 23 ante el yacente hijo Caleb, cuya actuación en medio de creibles y notables actores, incluso sobresale.
Quizá no debiera etiquetarse como "cine de terror" lo que es puro cine de autor, o de "arte y ensayo" como lo llamábamos en el pasado.
Sin concesiones a la comercialidad ni a la truculencia, van desencadenándose ante nuestros ojos terribles hechos de naturaleza sobrenatural, que perturban por lo que ocultan, valiéndose de eficaces elipsis.
En una atmósfera de religiosidad enfermiza y asfixiante, los protagonistas del drama viven con igual certeza la existencia de Dios y la del Diablo, como si uno y otro se realimentasen y de la fuerza de uno dependiese la del otro. En este caso el Diablo o el Maligno gana la batalla, materializado en un submundo de brujas y aquelarres, grotesco y seductor, onírico y real a la vez.
Las imágenes filmadas son de una gran pureza y verismo. La fotografía, naturalista, recuerda la pintura holandesa de la época e incluso evoca el film "Ordet" de Dreyer, aunque también influye la temática religiosa.
El uso sabio del color consigue mostrar los paisajes como desolados y tristes, mientras que las brujas aparecen en toda su intensidad cromática.
En un film sin música (solo hay algún subrayado sonoro en alguna escena) la fuerza de la historia radica en los actores, sus tensos diálogos y sus convincentes oraciones. Destaca el conmovedor momento de la familia recitando el salmo 23 ante el yacente hijo Caleb, cuya actuación en medio de creibles y notables actores, incluso sobresale.
Quizá no debiera etiquetarse como "cine de terror" lo que es puro cine de autor, o de "arte y ensayo" como lo llamábamos en el pasado.

6,2
24.093
4
12 de junio de 2016
12 de junio de 2016
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos buenos tipos es una comedia de acción ambientada en los años 70, aunque no es un thriller por mucho que sus protagonistas sean detectives. Las críticas han sido bastante buenas y admito que la película ha gustado por las risas que he oído a mi alrededor, pero he sido incapaz de esbozar apenas una sonrisa. Es lo que tiene la edad. Porqué aún reconociendo que alguna situación hilarante está bien resuelta (la escena del w.c. o las caídas de Gosling) para mi gusto hay en el film demasiada pirotécnia gratuita en la acción y mucha sal gruesa en el humor.
Parece que Shane Black ha querido mostrar cómo en el fondo Los Ángeles y Hollywood siguen más o menos igual que en los años 70, con su insoportable polución y su pornografía, pero se intuye que hubo mayor radicalización izquierdista en aquel entonces.
Hay que reconocer que Russell Crowe y Ryan Gosling hacen buena pareja y que se divierten actuando. La aparición de Kim Bassinger en un papel secundario con su maravillosa obra de ingeniería plástica en el rostro tiene su morbo, aunque sea perfectamente prescindible.
Parece que Shane Black ha querido mostrar cómo en el fondo Los Ángeles y Hollywood siguen más o menos igual que en los años 70, con su insoportable polución y su pornografía, pero se intuye que hubo mayor radicalización izquierdista en aquel entonces.
Hay que reconocer que Russell Crowe y Ryan Gosling hacen buena pareja y que se divierten actuando. La aparición de Kim Bassinger en un papel secundario con su maravillosa obra de ingeniería plástica en el rostro tiene su morbo, aunque sea perfectamente prescindible.

6,8
18.515
9
1 de julio de 2017
1 de julio de 2017
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Verano de 1993 no es un film para grandes públcos ni buenas taquillas, pero es una película absolutamente recomendable, madura y redonda como la mejor fruta.
Desde la primera escena a la última se va desgranando aquel verano que cambió la vida de Frida, la niña protagonista. Con minuciosidad, con pequeños detalles, más con imágenes que con palabras, vamos conociendo su historia, desde la triste salida de Barcelona en la verbena de Sant Joan, pasando por todos los avatares de la relación con sus tíos y su prima en la deslumbrante Garrotxa. Todo siempre rodado desde la perspectiva de la menor, con la cámara colocada a su altura y los personajes mayores fuera parcialmente del encuadre cuando se requiere:¡qué forma tan brillante de subrayar su punto de vista!.
La película tiene un tono casi documental, naturalista. Cada situación se toma su tiempo, el necesario. Ante tus ojos vas observando la vida de aquellos personajes como si tu mismo estuvieses con ellos aquel verano.
Basta con seguir sus pasos y sus miradas -casi no serían necesarias las palabras, otro mérito del film- para adivinar sus sentimientos. En cuanto a la actuación de Frida, se trata de pura magia. Sin duda ha sido elegida por sus cualidades para el personaje, pero el mérito fundamental, obviamente, es de la dirección.
Los demás actores -en el film todo fluye- no parece que actúen, si no que estén viviendo. No cabe mejor elogio.
Se ha publicado que la película está basada en la propia experiencia personal de su guionista y directora Carla Simón. ¿Será capaz de superar o igualar al menos este debut en su siguiente película, en una ficción que no le sea tan próxima? . Será un gran reto.
Desde la primera escena a la última se va desgranando aquel verano que cambió la vida de Frida, la niña protagonista. Con minuciosidad, con pequeños detalles, más con imágenes que con palabras, vamos conociendo su historia, desde la triste salida de Barcelona en la verbena de Sant Joan, pasando por todos los avatares de la relación con sus tíos y su prima en la deslumbrante Garrotxa. Todo siempre rodado desde la perspectiva de la menor, con la cámara colocada a su altura y los personajes mayores fuera parcialmente del encuadre cuando se requiere:¡qué forma tan brillante de subrayar su punto de vista!.
La película tiene un tono casi documental, naturalista. Cada situación se toma su tiempo, el necesario. Ante tus ojos vas observando la vida de aquellos personajes como si tu mismo estuvieses con ellos aquel verano.
Basta con seguir sus pasos y sus miradas -casi no serían necesarias las palabras, otro mérito del film- para adivinar sus sentimientos. En cuanto a la actuación de Frida, se trata de pura magia. Sin duda ha sido elegida por sus cualidades para el personaje, pero el mérito fundamental, obviamente, es de la dirección.
Los demás actores -en el film todo fluye- no parece que actúen, si no que estén viviendo. No cabe mejor elogio.
Se ha publicado que la película está basada en la propia experiencia personal de su guionista y directora Carla Simón. ¿Será capaz de superar o igualar al menos este debut en su siguiente película, en una ficción que no le sea tan próxima? . Será un gran reto.
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