You must be a loged user to know your affinity with Pednarcob
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

8,4
100.295
8
3 de septiembre de 2015
3 de septiembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque el tiempo pase, Rick y su café siempre están abiertos: se llama "clásico" porque es atemporal.
Humphrey Bogart se mete en uno de sus personajes más conocidos y exitosos, interpretando magistralmente al taciturno y amargado Rick Blaine, que tiene una serie de reglas de aislamiento muy particulares, tales como interactuar lo menos posible con los clientes, aunque con contadas excepciones, como su fiel pianista Sam o su "socio", el prefecto de Policía Louis Renaud. Ya antes del detonante, la historia nos atrapa con unos diálogos frescos y dinámicos que definen en pocas líneas a los personajes que van a entrar en conflicto, y aunque a veces de forma muy velada, dejan claras las bases para la historia que comenzará cuando Victor Lazlo llegue a Casablanca... en compañía de su esposa, el viejo amor del casi misántropo Rick. Necesitan algo de él, pero él no quiere recordar tiempos pasados, y se cierra en banda.
Como ya he mencionado, el guión es fantástico, sin nada que envidiar a los de este siglo... y la mitad del anterior; irónico y sarcástico, melancólico y esperanzador, triste y alegre, todo en su justa medida y combinación.
La estructura es coherente, y no se demora en temas que nada tengan que ver con lo que está tratándose; va en un in crescendo con ciertos giros y momentos de muy marcada intensidad.
Los personajes están bien dibujados, e incluso aquellos que cambian de bando o de conducta a lo largo de la película resultan verosímiles en sus "catarsis", y cuando uno revisa la cinta, comprende que en realidad, la mayoría están movidos por las circunstancias; Rick, el antihéroe desencantado, al que sólo vemos sonreír en flashbacks de una vida mejor; Ilsa, siempre entre dos mundos; Lazlo, el héroe, el mártir; y por supuesto, Renaud, un cínico entrañable.
El final es lo más conocido. Se escribió en el último momento, pues hasta que todo lo anterior no estuvo terminado, los escritores ignoraban por completo cómo iba a acabarlo; esto se nota, y pese a que puede parecer forzado, tiene también un toque de realismo que lo hace creíble, y lo más importante: cercano. Sin quejas al respecto más que las ya admitidas.
En definitiva: una película a la que siempre se puede y se debe volver, pues si bien el tiempo pasa, la ruleta nunca se detiene en el Rick´s Caffé Americain, y el piano nunca deja de sonar.
Humphrey Bogart se mete en uno de sus personajes más conocidos y exitosos, interpretando magistralmente al taciturno y amargado Rick Blaine, que tiene una serie de reglas de aislamiento muy particulares, tales como interactuar lo menos posible con los clientes, aunque con contadas excepciones, como su fiel pianista Sam o su "socio", el prefecto de Policía Louis Renaud. Ya antes del detonante, la historia nos atrapa con unos diálogos frescos y dinámicos que definen en pocas líneas a los personajes que van a entrar en conflicto, y aunque a veces de forma muy velada, dejan claras las bases para la historia que comenzará cuando Victor Lazlo llegue a Casablanca... en compañía de su esposa, el viejo amor del casi misántropo Rick. Necesitan algo de él, pero él no quiere recordar tiempos pasados, y se cierra en banda.
Como ya he mencionado, el guión es fantástico, sin nada que envidiar a los de este siglo... y la mitad del anterior; irónico y sarcástico, melancólico y esperanzador, triste y alegre, todo en su justa medida y combinación.
La estructura es coherente, y no se demora en temas que nada tengan que ver con lo que está tratándose; va en un in crescendo con ciertos giros y momentos de muy marcada intensidad.
Los personajes están bien dibujados, e incluso aquellos que cambian de bando o de conducta a lo largo de la película resultan verosímiles en sus "catarsis", y cuando uno revisa la cinta, comprende que en realidad, la mayoría están movidos por las circunstancias; Rick, el antihéroe desencantado, al que sólo vemos sonreír en flashbacks de una vida mejor; Ilsa, siempre entre dos mundos; Lazlo, el héroe, el mártir; y por supuesto, Renaud, un cínico entrañable.
El final es lo más conocido. Se escribió en el último momento, pues hasta que todo lo anterior no estuvo terminado, los escritores ignoraban por completo cómo iba a acabarlo; esto se nota, y pese a que puede parecer forzado, tiene también un toque de realismo que lo hace creíble, y lo más importante: cercano. Sin quejas al respecto más que las ya admitidas.
En definitiva: una película a la que siempre se puede y se debe volver, pues si bien el tiempo pasa, la ruleta nunca se detiene en el Rick´s Caffé Americain, y el piano nunca deja de sonar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
"-¿Con qué autoridad me cierra el bar?
-¡Qué escándalo: he descubierto que aquí se juega!
-Inspector: aquí tiene su dinero.
-Gracias".
-¡Qué escándalo: he descubierto que aquí se juega!
-Inspector: aquí tiene su dinero.
-Gracias".
Más sobre Pednarcob
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here