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Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
8
13 de agosto de 2013 3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pacific Rim ya me tenía ganado antes de empezar la sesión a la que acudí el día del estreno. En IMAX3D para que la experiencia fuese completa. Tenía que pasar algo muy malo para que saliese del cine decepcionado. Pero por suerte no fue así. No sólo eso, sino que el film superó mis expectativas, retrotrayendo al niño que llevo dentro (no muy escondido la verdad) como pocas películas han conseguido.

¿Qué tiene Pacific Rim que no tengan otras películas de corte similar? Primero, no hay muchas películas de corte similar y segundo, robots gigantescos contra monstruos aún más grandes. Eso no tendría que ser un valor de por sí (aunque lo es), pero ahí detrás está el gran Guillermo Del Toro, un tío que no es infalible, pero que dota a todas sus obras de las llamadas “marcas autorales” que dan a sus películas un valor extra. Además, Del Toro demuestra con mucha fuerza que realmente ama lo que hace. Y es que Pacific Rim, pese a todos los millones que tiene detrás, es una obra de autor que exuda autentico AMOR por los cuatro costados. Y lo mejor de todo es que este amor no usa para guiñar al fan y dar el típico codazo cómplice, sino que se usa con conocimiento de causa. Del Toro hace lo que quiere porque le gusta. Esta autenticidad queda reflejada en cada plano, en cada detalle del film, y en cada uno se puede apreciar el talento y buen hacer habitual de Del Toro.

Pacific Rim es un espectáculo visual sin precedentes, el mayor ejemplo de lo que puede dar de sí un presupuesto holgado si detrás hay alguien que sabe cómo manejarlo, y el combate en Hong Kong es el mejor ejemplo. Desde ya mismo, este combate pasa a formar parte de ‘mis escenas de acción preferidas de todos los tiempos’. Esta escena resume todo lo bueno que tiene el film: robots y monstruos dándose la badana, acción magníficamente rodada aun siendo los implicados del tamaño que son, un trabajo de diseño fascinante y un ritmo a prueba de bombas atómicas. El problema que surge con una escena tan buena, es que el clímax final queda eclipsado, aun siendo un clímax fantástico.

La acción está rodada con claridad propia de tiempos pretéritos o del otro lado del charco (atlántico), es imposible perderse pese a la magnitud de la acción. Para que esto suceda se deceleran los movimientos de los robots y de las bestias, con lo que además se consigue un efecto de “enormidad” que le va que ni pintado al film, dando a todos los engendros la pesadez necesaria para resultar creíbles. Por mucho que pueda decir yo, es un espectáculo que hay que ver en primera persona para poder entender la magnitud del film. Si alguien ve esto y no se emocionas, es que algo falla. Yo iría al médico a ver si es algo grave.

Pero no todo en el film es tan maravilloso. El guión del film peca de sencillo y aunque esto juega en su favor, ya que no es necesario que venga Nolan a dar profundidad y madurez a un argumento que no lo necesita, no le vendría mal que los personajes estuviesen un poco más detallados. Jugar a los clichés está muy bien, pero podrían estar más trabajados, sin necesidad de recurrir al recurso vago del trauma. Y es que parece que todos los personajes necesitan uno para tener cierta profundidad. Incluso el mariscal, interpretado por Idris ‘baddass’ Elba, tiene una y la cuenta cuando se acerca al final, algo absolutamente innecesario. Aunque hay que decir que el origen de los traumas de los protagonistas dan algunos de los mejores momentos del film, sobre todo el flashback de Mako, personaje interpretado por Rinko Kikuchi.

Y los problemas con los personajes no se quedan aquí. Charlie Hunnam no tiene el carisma necesario para llevar sobre sus hombros el peso de ser el protagonista. Físicamente cumple a la perfección, pero su actuación deja mucho que desear. Rinko Kikuchi cumple un poco mejor, aunque sólo sea porque su papel se limita a estar mona y poco más (y esto lo cumple con creces). Idris Elba sale mucho mejor parado, siendo con diferencia el mejor de toda la función, pese a lo explicado de los traumas.

Los secundarios cumplen muy bien, sobre todo la pareja de doctores, muy histriónicos ellos (a veces demasiado, aunque me da la impresión que el doblaje no ayuda) y con algunas ideas interesantes, como el fanatismo por los kaiju de uno y de los números del otro. Los miembros del mercado negro, que trafica con los órganos de kaiju son otro punto a favor, con un Ron Perlman ‘on fire’ como suele ser habitual en él. Lo del mercado de negro de órganos es otra magnífica idea bastante bien trabajada y con un gran peso en la trama secundaria protagonizada por uno de los doctores. También está el típico rival del prota (con trauma incluido), que está ahí para molestar un poco.

Pero esto no empaña la fantástica impresión que me ha causado el film, ya que lo considero algo sacrificable a cambio de darme los momentos más divertidos y emocionantes que he vivido en mucho tiempo en el cine. Porque el film no desvía la mirada de lo realmente importante, las hostiazas entre robots y alienígenas del tamaño de un edificio de los grandes, el espectáculo visual puro y duro.

Pacific Rim es el entretenimiento palomitero por excelencia, un film de los que deberían llenar las salas si lo que las llena no fueran los prejuicios de los espectadores, capaces de alabar truños como Avatar, pero pasar de esto porque eh, son robots contra alienígenas. Pero yo no tengo esos prejuicios, así que pude disfrutar como un enano durante los 130 minutos que dura. 130 minutos que se pasan en un suspiro, por cierto.

El verano pasado The Avengers hizo realidad uno de mis sueños, ver en pantalla grande a algunos de mis héroes preferidos como realmente merecían. Este verano son las batallas que acontecían en mi mente y que tenían por protagonistas a mis juguetes preferidos. Aunque Pacific Rim es mucho mejor que todo lo que podía pasarse por mi inocente cabecita. No creo que pueda haber mejor piropo para una película de estas características.
21 de mayo de 2013 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Park Chan-wook es uno de los directores coreanos más laureados de los últimos años. Obras como Old Boy o Sympathy For Lady Vengeance respaldan a un autor considerado como de culto por gran parte de aficionados al cine. Por ello, el salto a Hollywood era esperado con expectación, pero también con escepticismo. No sería la primera vez que un director extranjero ve sus creaciones frustradas por el control excesivo del sistema de estudios, que busca la rentabilidad por encima de todo. Así se limita la libertad creativa del director, y por tanto, la impronta del mismo en su obra.

Pero esto no parece haber pasado con Stoker, el primer film Hollywoodiense del afamado director coreano. Todo lo contrario, el film es un ejercicio de estilo de altísimo nivel, donde los recursos formales tienen mayor peso que el guión. El argumento es muy sencillo y esto, en lugar de ser contraproducente, ayuda al director a centrarse en lo que más le interesa, la narrativa audiovisual, el ‘cómo’ por encima del ‘qué’.

El argumento gira en torno a la introvertida India Stoker tras la muerte de su padre, la única persona con la que mantenía una relación cercana. Por lo que la chica se queda sin más compañía que una madre con la que nunca se ha entendido. Hasta que, en el funeral del padre, aparece su tío, del que nunca ha oído hablar. Entonces ve como su tío se invade su domicilio y su vida, y tras varios encontronazos descubre la siniestra personalidad de su tío y que desatará las pasiones más ocultas de India.

El film dialoga directamente con el resto de filmografía del director coreano. Los temas tratados en Stoker son los mismos que ya tratara en sus films coreanos, como son la venganza, la violencia, la psicopatía, la sexualidad, la familia y sus lazos afectivos. Todos estos temas están muy trabajados tanto a nivel narrativo como en la puesta en escena, como es propio en la filmografía del director coreano. Pero todo este trabajo no se queda en un simple artificio visual, ya que cada plano está repleto de detalles que dan mayor profundidad a la psicología de los personajes, las relaciones entre ellos y el mundo que habitan. Todos los aspectos visuales y sonoros están calculados de forma minuciosa para contarnos algo.

El magnífico trabajo sonoro y de fotografía acrecienta la tensión que se respira durante todo el metraje, destacando sobre todo los momentos más opresivos y eróticos. El sonido merece una mención aparte, no solo por el estupendo trabajo musical, sino por los efectos de sonido, manipulados para destacar la sensibilidad especial de la que hace gala India.

Los 98 minutos que dura se pasan en un suspiro y dejan al espectador sumido en un éxtasis visual que hace imposible apartar la mirada de la pantalla. El film adentra al espectador en un mundo hiperestilizado, donde la violencia es tan agresiva como hermosa. El trabajo actoral tampoco se queda atrás, destacando por encima de todos a Mia Wasikowska, que encarna a la perfección a una joven antisocial con problemas psicopáticos que está sufriendo su despertar sexual.

Solo puedo destacar un fallo menor en todo el film, y es que tiene un final demasiado explicativo. Parece que el film no sabe muy bien qué dirección seguir, y se detiene en unas explicaciones fantásticamente realizadas, pero que no aportan nada a todo lo contado.

Stoker no es un film recomendable para todo el mundo, pero a poco que uno sea aficionado al cine, encontrará valores suficientes como para disfrutar del visionado de esta obra tan especial. Por todo ello, Stoker es un film que no puede dejarse pasar. Es uno de esos films en los que cada mirada puede descubrir algo nuevo y emocionante, además de hacerle a uno creer en un tipo de cine que se aleja de los estándares habituales dentro de una industria en ocasiones demasiado acartonada.
31 de julio de 2013 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La nueva aventura de Lobezno en solitario lo tenía bastante fácil para conseguir un resultado satisfactorio tras el desastre que fue Orígenes. Cualquier cosa mínimamente decente sería mejor que el estropicio del primer film en solitario del personaje. Y poco más que eso parecían presagiar los numerosos trailers que promocionaron el film los meses antes de su estreno. Tal vez las bajas expectativas me han hecho ver mucho más de lo que realmente da Lobezno Inmortal, o tal vez es que realmente es una buena película de superhéroes.

En Lobezno Inmortal encontramos el tratamiento de Lobezno más cercano a lo que los fans del personaje buscábamos, sobre todo en lo que ha momentos de action hero se refiere. En el film Lobezno es la versión moderna y mutante del héroe ochentero, capaz de matar a todo lo que se ponga por delante, aguantar lo indecible y con todo, ligarse a la chica de turno. Y todo eso casi sin despeinarse y con frases molonas con las que sentenciar al malo de turno.

Un detalle importante es que POR FIN tenemos ante nosotros un film sobre Lobezno, con él de protagonista indiscutible. Atrás queda el desfile de mutantes que era Orígenes. Este es uno de los motivos por los que mi valoración final del film es más positiva que negativa. Porque el film tiene muchos elementos negativos, que posiblemente no perdonaría si no se tratara de un film del personaje. Pero a Lobezno se lo perdono CASI todo.

El film va sobre seguro, siguiendo a pies juntillas las bases del thriller de acción clásico y adaptándolo a la idiosincrasia del personaje. Pese a que el film funciona muy bien como thriller superheroico, el argumento no presenta ninguna sorpresa, todo lo que sucede en el film es previsible, y el misterio central poco interesante, pero funciona como film independiente y cerrado dentro de la franquicia mutante.

Lo que realmente interesa del film es Lobezno, mostrando el mejor acercamiento al personaje de toda la saga. Jackman vuelve a hacer suyo al personaje, pese a las diferencias físicas que lo separan del personaje de los cómics. También es cierto que al personaje le sobran traumas sentimentales y que mientras siga siendo Jackman quien se ponga las garras de Lobezno, continuaremos con este héroe torturado. Pero el actor se deja la piel en los momentos que realmente importan en un film de Lobezno: los cabreos monumentales que devienen en hostias como panes. Físicamente el actor lo da todo por la causa, y por cosas como esta será muy difícil encontrar un sustituto cuando Jackman decida colgar las mallas de superhéroe.

También funciona muy bien en el film un papel que ya ha demostrado en muchas ocasiones, tanto en otros films como en los cómics, y es que Logan es perfecto como figura paterna para jovencitas descarriadas. En esta ocasión la jovencita es Rila Fukushima, que ejerce el papel que ya tuvo Anna Paquin en la primera X-men (aunque repartiendo leches y katanazos) y que en los cómics tenían Kitty Pride y Jubilo. Esta joven, que interpreta a la mutante Yukio, se convierte en el mejor personaje del film, después de Lobezno, OBVIAMENTE, pese a que no se ha aprovechado todo lo bien que debería. Todo lo contrario sucede con Viper, personaje unidimensional que no aporta nada al film y que casi resulta molesta. Tampoco se acaban de aprovechar bien el resto de personajes, como los miembros del clan Yashida o el ninja Harada, pese a que todos tienen algún momento de lucirse.

El film tiene varias setpieces de acción destacables y que están bastante bien rodadas, pero no lo suficientemente bien como para resultar gloriosas. Aun así destacan momentos como el prólogo, la persecución por las calles de Tokio que acaba en una habitación de hotel ambientada en Marte, el combate en el tren bala contra un grupo de Yakuzas y la lucha en el típico pueblo japonés contra decenas de ninjas. Todos estos momentos destripados en los trailers.

El film funciona de forma fantástica hasta llegar al tercer acto. Tras los enfrentamientos contra yakuzas y ninjas, el film da un (mal) giro y nos sitúa en las coordenadas de las peores películas de superhéroes, con un combate final completamente anticlimático que niega muchos de los elementos mostrados en el resto del film. Es una pena que el film deba cumplir con las obligaciones de ser “una de superhéroes”, porque un final más a tono con el resto del film hubiese funcionado mucho mejor.

Este final es posiblemente lo peor del film junto con las desacertadas y cansinas apariciones de una “photoshopeada” Jean Grey en los recurrentes sueños del atormentado personaje. Ya queda claro que Logan atraviesa un estado de culpa y pesar tras la muerte de Jean, no es necesario bombardear con estas escenas, que no sólo no aportan nada, sino que molestan. Imagino que éstas se han hecho pensando en dar unidad al film con el resto de la franquicia, cosa contraproducente, ya que si el film funciona tan bien es por tratarse de un capitulo independiente, que puede encajar dentro de la saga, sí, pero que no necesita de ningún capitulo previo (ni posterior) para funcionar.

Menos mal que, aparte de las apariciones de Jean, no hay más intentos de enlazar el film con el resto de la franquicia mutante, excepto la secuencia inter-créditos final. Esta sirve, del mismo modo que lo usa Marvel, para enlazar el film directamente con la siguiente entrega. Esta escena, al contrario que las lamentables apariciones de la mutante pelirroja, no sólo no molestan, sino que aumentan las ganas de ver qué sucede en el siguiente capítulo de la franquicia.

En definitiva, pese a no ser un film perfecto (aunque en ningún momento parece buscarlo), Lobezno Inmortal es un thriller de acción muy disfrutable, donde pesan más las cosas buenas que las malas, aunque esto no quita que nos encontremos ante un film irregular. Es mucho mejor que el anterior film en “solitario” de Lobezno, de eso no hay duda, aunque queda lejos de la última incursión cinematográfica de los mutantes, X-men First Class.
24 de agosto de 2013 Sé el primero en valorar esta crítica
Le tenía muchas ganas a Elysium la verdad. Como fanático del scifi y de lo post-apocalíptico que soy, la premisa de Elysium parecía muy atractiva. Además, la influencia de los videojuegos se hace patente en su diseño, sobre todo Halo y Mass Effect (una de mis sagas favoritas, aunque sea una relación amor-odio, y no por el polémico final precisamente). Y se encargaba del film el director de District 9, Neill Blomkamp, un film magnifico realizado con cuatro duros y con resultados increíbles. Pero tras enfrentarme a su visionado el día del estreno, mi decepción no podía ser mayor.

Para dar un poco de cancha al film empezaré con las cosas buenas, que tiene unas cuantas y hacen que se salve de la quema total. Lo más destacable de todo el conjunto es el incomparable marco de acción, un mundo post-apocalíptico y superpoblado, donde la élite, que vive en una estación espacial en la órbita de la tierra, controla a la población. La acción se sitúa únicamente en Los Angeles, por lo que el escenario es caluroso y polvoriento, lleno de chatarra y chabolas, donde la gente sobrevive como puede, una ambientación muy cercana a Alita, ángel de combate. Pero el escenario no se explota, como la mayoría de buenas ideas del film y queda como un mero espacio sustituible por cualquier otro. Aunque como ya he dicho, sí que resulta muy atractivo. Este atractivo hay que agradecérselo, en parte, a los magníficos efectos especiales. Como sucedía en District 9, los efectos están completamente integrados en el escenario, lo cual les da un plus de realismo y lucen mejor que en otras producciones de más presupuesto. Este parece ser uno de los rasgos del cine de Blomkamp y que por ello continuó con el equipo que trabajó con él en District 9, y se nota en todo momento. También se nota su mano a la hora de mostrar violencia explícita, aunque no llega a los niveles de “hombres que explotan” de District 9, sí que muestra muy buen gusto a la hora de mostrar cabezas reventadas o miembros cercenados.

A parte de estos detalles, sólo destaca la interpretación de Sharlto Copley, el único que parece estar pasándoselo bien y no va con el piloto automático. Del resto, Matt Damon hace su papel de héroe a la fuerza, aunque sin ganas; Jodie Foster molesta en más ocasiones de las soportables haciendo de super-mala; Alice Braga sólo es el "love interest", algo que sobra en el film; y del resto, pues están ahí, no molestan, pero tampoco destacan en nada. El problema de los personajes no está sólo en las flojas actuaciones, sino en que estos son planos y poco interesantes y cambian de parecer de una escena a otra, más veces de las recomendables.

El principal problema de Elysium es que tiene un guión muy flojo, simple y predecible. Con multitud de chorradas más innecesarias aún que el “love interest” del protagonista, como son unos estúpidos flashbacks que se suceden desde el inicio del film hasta su final con más regularidad de la deseada. El aire mesiánico de éstos, es uno de los mayores lastres del film, ya que no pegan ni con cola a un personaje que funciona mejor cuando busca salvarse de una muerte segura que como salvador de la humanidad.

El guión también desaprovecha varias ideas interesantes (como el traje del protagonista, que sirve sólo como puerto USB) e incongruencias de tal nivel que, al llegar al final, uno se pregunta por qué ha pasado todo esto, si la solución era tan fácil (en apariencia, porque tampoco se nos plantea en ningún momento una razón para que lo que pasa al final no se haga antes) como mandar unas capsulas de curación a la tierra, y tan contentos. La tan cacareada crítica social (¡scifi socialista!) se queda en poco más que una excusa que, como sucede con demasiados elementos del film, no se explota como debería.

Y aquí llegamos al otro gran problema de Elysium, y es que no sabe muy bien a lo que está jugando. Parece que Blomkamp se cree un alumno aventajado de Verhoeven, pero la realidad es que no parece haber comprendido al director neerlandés. Pero en cambio, su cine funciona muy bien cuando busca la acción y el entretenimiento, ya que el film cuenta con varias escenas de acción narradas con gusto, ritmo y espectacularidad, aunque ninguna resulta ser una de esas set-pieces que se quedan grabadas en la retina del espectador.

En definitiva, al igual que Oblivion, Elysium es una oportunidad perdida de hacer buen scifi dentro del cine mainstream. Es un film muy poderoso visualmente, pero con un guión plano, predecible, lleno de ideas poco aprovechadas y con unos personajes mal desarrollados. Las buenas intenciones que parece tener Blomkamp a la hora de crear algo que se aleje del blockbuster al uso no son suficientes, ya que el film se descalabra en lo más importante, quedando lejos no sólo de su opera prima, sino de muchos blockbusters al uso.

De momento es la decepción del año. Y espero que siga siendo así…
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