Los protagonistas, Viggo Mortensen y Ed Harris tienen buena presentación. Además, gracias en parte al guión, resulta creíble la compenetración que hay entre estos dos personajes. Pero en general, las personalidades de los personajes de esta película parecen no estar bien definidas, hay que valorar el intento de ofrecer personalidades complejas, pero si embargo lo que se nos ofrece son personajes cuyo comportamiento es digno de psicoanálisis. A lo largo de la película se echa en falta que el villano sea más prepotente, teniendo en cuenta el dinero y los hombres que tiene, considerando que este hombre al principio elimina prácticamente él sólo al sheriff y a sus ayudantes, no es comprensible que después se ablande tanto y otorgue tantas concesiones. Aparte el personaje que interpreta Renée Zellweger, por muchas explicaciones que le den, roza el ridículo.¿Qué hace una mujer como ella en un pueblo como ese?

En cuanto a la historia, empieza bastante interesante, parece que va a pasar algo gordo, pero enseguida presenta síntomas de agotamiento. Para hacer tiempo y evitar que la película no se acabe a los 40 minutos se introduce la historia de amor, que lejos de animar la película, ralentiza el ritmo. De modo que se introducen dos historias paralelas que se acabarán uniendo para así poder contar algo más. Poco a poco uno se va dando cuenta que no es tan buena la película como parece, pierden mucha fuerza los conflictos hasta llegar un momento en el que falta poco para que se le olvide a los protagonistas todo lo que ha pasado, y de esta forma, se termine la película porque no tienen más ganas de seguir haciéndola o porque no da para más el presupuesto.

El final queda muy simple, pobre y previsible. Tan simple y pobre como el mismo pueblo en el que ocurren los hechos. Un pueblo más, y un Western más. ¿Pero quién dijo que en un simple no te lo puedas pasar bien?,¿quién dijo que con un Western no te lo puedas pasar bien?