Lo peor es la apología sin filtros que se hace del consumo abusivo e irresponsable del alcohol.
Empieza con una interminable escena de adolescentes totalmente ebrios pero felices. Luego nos enseña la vida aburrida de un profesor que se siente muy alejado de su mujer y de sus alumnos.

En una cena con otros 3 compañeros, uno sugiere que serían mucho más brillantes si tuviesen cierto grado de alcohol en sangre, al menos durante su jornada laboral. A partir de ese momento 4 profesores de entre 40 y 55 años comienzan una carrera desesperada hacia el alcoholismo. Llegan en ocasiones al colegio en lamentables condiciones, incitan a beber a algún alumno, conducen bajo los efectos del alcohol, uno de ellos llega a orinarse en la cama que comparte con su esposa .... y, curiosamente, mientras le ocurren estas cosas, se convierten en muy populares entre sus alumnos. Muy absurdo todo.
De adolescente tuve un profesor que a las clases que eran por la tarde llegaba en ocasiones ebrio, eso no le convirtió en popular ni mucho menos, eso ocasionó que gran parte del alumnado dejara de respetarle.

La escena final donde 3 de los profesores bebidos, son manteados y vitoreados por sus alumnos borrachos, como si hubiesen ganado el mundial de fútbol, me parece patética.
En definitiva, una película francamente mala. A no ser que tengas grandes problemas de consumo de alcohol y necesites que te reafirmen que vas por el camino correcto, deberías librarte de tener que verla.