Un relato sobre dos ilusionistas enfrentados que se ve con tremenda facilidad. Como en los trucos de magia, la película nos hace una presentación, una escenificación y un resultado, y poco a poco nos va desvelando sus secretos.

Lo mejor es la escenificación, el ritmo de la película que nunca decae, buenos (aunque algunas veces inverosímiles) golpes de efecto. Me gustó especialmente el trabajo de los secundarios, Scarlett, pero sobre todo, un inmenso Michael Caine que se come la pantalla en cada aparición.

Lo peor que, como en los trucos de magia, la explicación no esta a la altura del número presentado. No importa demasiado, ya que el objetivo de entretener lo ha conseguido sobradamente.

Película que se ve con facilidad, pero en una historia que se caracteriza por ser un drama donde le ocurren una sucesión de desgracias a la protagonista, tardas una barbaridad en identificarte con el personaje. Ni un momento de duda, ni un momento de flaqueza (el recurso de la voz en off de sus pensamientos no funciona, no llega al espectador), no se derrumba, se queda ahí parada viendo lo que le pasa como si fuera ajena a su propia vida hasta muy al final cuando se pregunta ¿por qué yo?

Lo mejor de la película, la madre de la protagonista Mo´Nique hace un trabajo espectacular, porque te hace comprender la crueldad de su personaje, llegas a entenderla y hasta a sentir pena de ella y, teniendo en cuenta el desarrollo de la película, eso es mucho decir. Más de la mitad de la puntuación se debe a ella, creo que es capaz de sostener por si sola una trama bastante convencional, especialmente, la parte de la superación personal, y la persona que le ayuda a formarse, leer y escribir e ir a la universidad (como si eso por si solo te solucionase la vida).