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Críticas ordenadas por utilidad
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5,8
16.394
7
29 de diciembre de 2023
29 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inesperado thriller con buenas dosis de intriga, tensión y mal rollo. Buenas interpretaciones. Se trata de una película representativa de muchos de los temas de moda en la Norteamérica de 2023, incluyendo las teorías conspiratorias, el preparacionismo o survivalismo, la excesiva dependencia de la tecnología que tiene la sociedad o incluso el fantasma de una nueva guerra civil o mundial, agitado en los últimos tiempos por los acontecimientos que se suceden en el tablero geopolítico. Aunque le sobra algún que otro momento absurdo y al final quedan demasiados cabos sin atar, en general la recomiendo como puro entretenimiento que además debería darnos que pensar un poquito.
9
8 de octubre de 2023
8 de octubre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Woody Allen recupera el tono de "Match Point" en esta tragicomedia romántica con aires de thriller. A través de una mezcla interesante que alterna momentos de comedia ligera con otros de cine negro e intrigas, el director neoyorquino explora de nuevo algunas de sus obsesiones preferidas, en este caso el destino y la suerte.
Todo el elenco está a la altura de la historia y del tono de la película, especialmente el trío que la protagoniza, cuyo casting me parece inmejorable.
Una lástima que esta pueda ser la última película de Allen, tal como él mismo ha sugerido. Una suerte que, para despedirse, haya decidido recuperar territorios cinematográficos menos explorados en su carrera.
Una película que entra en mi top 10 del director y que sin duda recomiendo encarecidamente.
Todo el elenco está a la altura de la historia y del tono de la película, especialmente el trío que la protagoniza, cuyo casting me parece inmejorable.
Una lástima que esta pueda ser la última película de Allen, tal como él mismo ha sugerido. Una suerte que, para despedirse, haya decidido recuperar territorios cinematográficos menos explorados en su carrera.
Una película que entra en mi top 10 del director y que sin duda recomiendo encarecidamente.

5,8
137
8
15 de septiembre de 2024
15 de septiembre de 2024
0 de -1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Efectivamente: esta película viene a ser un "Lost in Translation" a la francesa.
Aunque no es solo eso.
Veamos.
Dirigida y escrita por Élise Girard, esta película explora el aislamiento y la conexión humana a partir del encuentro entre Sidonie Perceval, una escritora francesa que viaja por obligación a Japón con motivo de la reedición de su obra, y Kenzo Mizoguchi, su editor en aquel país.
Durante 95 minutos asistimos a un doble viaje de dos protagonistas de mediana edad: uno físico a través del país del sol naciente, que nos lleva desde Osaka hasta Tokio pasando por Nara, Kioto y Naoshima; y otro de autodescubrimiento y superación en el que ambos tratarán de sobreponerse a los sentimientos para reconciliarse con el pasado y con la vida.
Tras este planteamiento, era inevitable pensar en "Lost in Translation".
Si bien el tono de esta nueva película es distinto y explora otros sentimientos y relaciones.
Dado que "Lost in Translation" es una de mis películas favoritas de todos los tiempos, sentía mucha curiosidad por esta "Sidonie en Japón".
Después de verla en el día de hoy, debo decir que me ha gustado, aunque no tanto como la película de Sofía Coppola.
"Sidonie en Japón" es una película de un lirismo poco frecuente, capaz de transmitir una atmósfera de melancolía a través de una narración minimalista.
Girard utiliza los distintos escenarios en Japón para acentuar el sentimiento de alienación de los personajes.
El guion es sutil y evita el drama explícito, enfocándose en los silencios y momentos de reflexión, recurriendo incluso al realismo mágico para que el espectador comprenda el sentimiento de pérdida interno que atormenta a los protagonistas.
En paralelo irá surgiendo una historia de amor poco convencional, más bien una conexión emocional que simplemente aparece en el lugar y momento adecuados.
La mayoría de escenas de la película no profesan grandes diálogos, ya que mucho se comunica a través de un lenguaje no verbal. En este sentido, la película encuentra su fuerza en la economía de palabras y en la profundidad emocional.
Tal como ocurría en "Lost in Translation", uno de los temas más recurrentes de la película es la barrera cultural y lingüística, que se convierte en una metáfora del aislamiento emocional de los protagonistas. Sidonie, perdida en Japón, encuentra consuelo y entendimiento en francés en su compañero de aventuras, aunque su desconexión va más allá de las diferencias idiomáticas. Japón es un escenario exótico donde el choque cultural se utiliza como un telón de fondo para hablar sobre la pérdida y la necesidad universal de conectar con los demás.
En cuanto al elenco, Isabelle Huppert ofrece una interpretación contenida pero solvente.
Por otro lado, Tsuyoshi Ihara, actor al que desconocía, firma un papel resolutivo además de desenvolverse muy bien con el idioma francés, lo que me ha sorprendido al tratarse de un actor de origen nipón.
Sin embargo, en mi opinión ambos personajes se quedan un poco a medias. Y no por cuestiones interpretativas, sino de guion. Y probablemente también por decisiones de montaje.
Aunque el ritmo de la película es deliberadamente lento, muy a la japonesa, por mi parte echo en falta un desarrollo de los personajes más allá de la melancolía y sentimiento de pérdida, los cuales ya quedan claros desde el principio de la peli.
También creo que la historia de amor se desarrolla precipitadamente.
En mi opinión no da tiempo a empatizar con esa conexión.
La música de piano de Gérard Massini encaja bien en el tono nostálgico de la cinta, incluso me ha sonado puntualmente al Joe Hisaichi de las bandas sonoras de Studio Ghibli, aunque esto último tal vez sea solo cosa mía.
Como puntos negativos, menciono cuatro pequeños aspectos que no son en absoluto terribles:
1. En algunos pasajes se presenta una visión estereotipada y superficial de los japoneses, a veces reducidos a meros accesorios cómicos o exóticos.
2. Desde el punto de vista técnico, en la mayoría de las escenas donde aparece Antoine (exmarido de Sidonie), se aprecia demasiado que está superpuesto con una pantalla de croma. En ocasiones, el enfoque y resolución de Antoine son sensiblemente mejores que los de la propia escena, o bien la iluminación de Antoine es totalmente distinta a la de los demás personajes en la escena. El resto de mi opinión en la zona de "spoilers".
3. Extraña elección de las localizaciones. El único gran monumento que aparece en el film es el templo Todaiji en Nara, aunque puedo entender que se hayan descartado otros puntos clave por costes de rodaje. Tampoco vemos apenas la ciudad de Tokio, aunque también puedo entender que aquí hayan tratado de distanciarse de "Lost in Translation".
4. Me sobran algunos momentos puntuales que dan vergüenza ajena. Estos, en la zona "spoiler".
En conclusión, "Sidonie en Japón" es una obra introspectiva, melancólica y profundamente humana.
A través de su delicado retrato de la soledad y la conexión efímera, ofrece una reflexión sobre el sentido de pertenencia, la pérdida y las relaciones interpersonales.
Muy recomendable si:
- Te gusta el cine francés más delicado y humano.
- Te flipa Japón.
- Te encanta "Lost in Translation".
- Además de la anterior, has disfrutado de obras de corte similar como la novela "Estupor y temblores" de Amelie Nothomb.
Aunque no es solo eso.
Veamos.
Dirigida y escrita por Élise Girard, esta película explora el aislamiento y la conexión humana a partir del encuentro entre Sidonie Perceval, una escritora francesa que viaja por obligación a Japón con motivo de la reedición de su obra, y Kenzo Mizoguchi, su editor en aquel país.
Durante 95 minutos asistimos a un doble viaje de dos protagonistas de mediana edad: uno físico a través del país del sol naciente, que nos lleva desde Osaka hasta Tokio pasando por Nara, Kioto y Naoshima; y otro de autodescubrimiento y superación en el que ambos tratarán de sobreponerse a los sentimientos para reconciliarse con el pasado y con la vida.
Tras este planteamiento, era inevitable pensar en "Lost in Translation".
Si bien el tono de esta nueva película es distinto y explora otros sentimientos y relaciones.
Dado que "Lost in Translation" es una de mis películas favoritas de todos los tiempos, sentía mucha curiosidad por esta "Sidonie en Japón".
Después de verla en el día de hoy, debo decir que me ha gustado, aunque no tanto como la película de Sofía Coppola.
"Sidonie en Japón" es una película de un lirismo poco frecuente, capaz de transmitir una atmósfera de melancolía a través de una narración minimalista.
Girard utiliza los distintos escenarios en Japón para acentuar el sentimiento de alienación de los personajes.
El guion es sutil y evita el drama explícito, enfocándose en los silencios y momentos de reflexión, recurriendo incluso al realismo mágico para que el espectador comprenda el sentimiento de pérdida interno que atormenta a los protagonistas.
En paralelo irá surgiendo una historia de amor poco convencional, más bien una conexión emocional que simplemente aparece en el lugar y momento adecuados.
La mayoría de escenas de la película no profesan grandes diálogos, ya que mucho se comunica a través de un lenguaje no verbal. En este sentido, la película encuentra su fuerza en la economía de palabras y en la profundidad emocional.
Tal como ocurría en "Lost in Translation", uno de los temas más recurrentes de la película es la barrera cultural y lingüística, que se convierte en una metáfora del aislamiento emocional de los protagonistas. Sidonie, perdida en Japón, encuentra consuelo y entendimiento en francés en su compañero de aventuras, aunque su desconexión va más allá de las diferencias idiomáticas. Japón es un escenario exótico donde el choque cultural se utiliza como un telón de fondo para hablar sobre la pérdida y la necesidad universal de conectar con los demás.
En cuanto al elenco, Isabelle Huppert ofrece una interpretación contenida pero solvente.
Por otro lado, Tsuyoshi Ihara, actor al que desconocía, firma un papel resolutivo además de desenvolverse muy bien con el idioma francés, lo que me ha sorprendido al tratarse de un actor de origen nipón.
Sin embargo, en mi opinión ambos personajes se quedan un poco a medias. Y no por cuestiones interpretativas, sino de guion. Y probablemente también por decisiones de montaje.
Aunque el ritmo de la película es deliberadamente lento, muy a la japonesa, por mi parte echo en falta un desarrollo de los personajes más allá de la melancolía y sentimiento de pérdida, los cuales ya quedan claros desde el principio de la peli.
También creo que la historia de amor se desarrolla precipitadamente.
En mi opinión no da tiempo a empatizar con esa conexión.
La música de piano de Gérard Massini encaja bien en el tono nostálgico de la cinta, incluso me ha sonado puntualmente al Joe Hisaichi de las bandas sonoras de Studio Ghibli, aunque esto último tal vez sea solo cosa mía.
Como puntos negativos, menciono cuatro pequeños aspectos que no son en absoluto terribles:
1. En algunos pasajes se presenta una visión estereotipada y superficial de los japoneses, a veces reducidos a meros accesorios cómicos o exóticos.
2. Desde el punto de vista técnico, en la mayoría de las escenas donde aparece Antoine (exmarido de Sidonie), se aprecia demasiado que está superpuesto con una pantalla de croma. En ocasiones, el enfoque y resolución de Antoine son sensiblemente mejores que los de la propia escena, o bien la iluminación de Antoine es totalmente distinta a la de los demás personajes en la escena. El resto de mi opinión en la zona de "spoilers".
3. Extraña elección de las localizaciones. El único gran monumento que aparece en el film es el templo Todaiji en Nara, aunque puedo entender que se hayan descartado otros puntos clave por costes de rodaje. Tampoco vemos apenas la ciudad de Tokio, aunque también puedo entender que aquí hayan tratado de distanciarse de "Lost in Translation".
4. Me sobran algunos momentos puntuales que dan vergüenza ajena. Estos, en la zona "spoiler".
En conclusión, "Sidonie en Japón" es una obra introspectiva, melancólica y profundamente humana.
A través de su delicado retrato de la soledad y la conexión efímera, ofrece una reflexión sobre el sentido de pertenencia, la pérdida y las relaciones interpersonales.
Muy recomendable si:
- Te gusta el cine francés más delicado y humano.
- Te flipa Japón.
- Te encanta "Lost in Translation".
- Además de la anterior, has disfrutado de obras de corte similar como la novela "Estupor y temblores" de Amelie Nothomb.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En cuanto a las escenas de Antoine, el planteamiento de ser un fantasma no justifica el mal trabajo hecho con la pantalla de croma. Ya puestos a usar croma para ahorrarse el billete a Japón del actor que lo interpreta, hubiese sido más eficaz hacer al personaje translúcido todo el tiempo (si no recuerdo mal sólo es translúcido en la escena del coche).
El "chiste" del botones enseñando a usar la ducha para mojar a Antoine, un poquito bochornoso.
El señor que se da cabezazos dormido en el tren da vergüenza ajena de lo mal que lo hace.
El "chiste" del botones enseñando a usar la ducha para mojar a Antoine, un poquito bochornoso.
El señor que se da cabezazos dormido en el tren da vergüenza ajena de lo mal que lo hace.

7,1
22.951
8
9 de noviembre de 2023
9 de noviembre de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Woody Allen escribe y dirige esta comedia que también protagoniza a través de su álter ego más patoso y entrañable. Completan el elenco una convincente Mira Sorvino, cuyo papel en esta película le valió un Óscar y un Globo de Oro, una notable Helena Bonham Carter y un plantel de secundarios que están a la altura en sus respectivos papeles.
En poco más de hora y media, Allen resuelve una comedia ligera sobre las casualidades de la vida y los caprichos del destino como sólo él sabe hacerlo. Aunque el Woody Allen de los 90 es menos experimental y transgresor para volverse más reflexivo y melancólico, en este caso dirige una narración a través de un coro griego para añadir un toque distintivo a la historia, aportando un tono fresco, humorístico y mitológico. La película también está impregnada de referencias culturales y literarias, lo que es característico del estilo de Allen.
En general, "Poderosa Afrodita" es una obra que combina el ingenio de Woody Allen con elementos de la tragedia griega para abordar temas serios como la paternidad, las decisiones de vida y la búsqueda de la felicidad, todo ello enfocado con el toque único y distintivo del director neoyorquino.
En poco más de hora y media, Allen resuelve una comedia ligera sobre las casualidades de la vida y los caprichos del destino como sólo él sabe hacerlo. Aunque el Woody Allen de los 90 es menos experimental y transgresor para volverse más reflexivo y melancólico, en este caso dirige una narración a través de un coro griego para añadir un toque distintivo a la historia, aportando un tono fresco, humorístico y mitológico. La película también está impregnada de referencias culturales y literarias, lo que es característico del estilo de Allen.
En general, "Poderosa Afrodita" es una obra que combina el ingenio de Woody Allen con elementos de la tragedia griega para abordar temas serios como la paternidad, las decisiones de vida y la búsqueda de la felicidad, todo ello enfocado con el toque único y distintivo del director neoyorquino.

7,5
108.139
6
1 de junio de 2024
1 de junio de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Vi esta película cuando se estrenó en 1997 y tenía un grato recuerdo.
Desde entonces no la había vuelto a ver.
Al revisitarla tantos años después, me ha dejado un sabor agridulce.
Tal vez en aquel momento me llegó más porque tenía la misma edad que el protagonista interpretado por Matt Damon.
Quizá no había visto tanto cine en general y drama en particular.
Es posible que, dentro del marco de referencia noventero, la peli funcionase mejor.
Sea por lo que fuere, en este segundo visionado muchos años después, ha dejado de parecerme una película memorable.
No obstante, tiene ciertas virtudes que son innegables:
1. El guion escrito por Matt Damon y Ben Affleck es notable para tratarse de la ópera prima de un par de jovenzuelos desconocidos en aquel momento.
2. El hecho de que Kevin Smith decidiese producirla también nos da una idea del tipo de película de la que estamos hablando. De sus filias y fobias, estilo, conversaciones y tono general.
3. La interpretación de un convincente Robin Williams que evoca al profesor de "El club de los poetas muertos" es, posiblemente, lo mejor del largometraje.
4. El elenco de secundarios está a la altura de la pareja protagonista Damon-Williams.
En resumen: posiblemente fue un título representativo de lo que pudo haberse llamado el "nuevo cine de Hollywood" que llegó a finales de los noventa y principios de los dos miles, así como la plataforma de lanzamiento personal de Matt Damon y Ben Affleck.
Sin embargo, en mi opinión, ha envejecido regular sobre todo debido al uso y abuso de los clichés noventeros que hemos visto hasta la saciedad en el cine de aquella época.
La recomendaría a nostálgicos y a jóvenes cinéfilos que sientan curiosidad por las distintas épocas del cine.
Para el resto de públicos creo que es una peli algo desfasada y que posiblemente no aporta nada si uno ya ha visto mucho cine de los noventa.
Desde entonces no la había vuelto a ver.
Al revisitarla tantos años después, me ha dejado un sabor agridulce.
Tal vez en aquel momento me llegó más porque tenía la misma edad que el protagonista interpretado por Matt Damon.
Quizá no había visto tanto cine en general y drama en particular.
Es posible que, dentro del marco de referencia noventero, la peli funcionase mejor.
Sea por lo que fuere, en este segundo visionado muchos años después, ha dejado de parecerme una película memorable.
No obstante, tiene ciertas virtudes que son innegables:
1. El guion escrito por Matt Damon y Ben Affleck es notable para tratarse de la ópera prima de un par de jovenzuelos desconocidos en aquel momento.
2. El hecho de que Kevin Smith decidiese producirla también nos da una idea del tipo de película de la que estamos hablando. De sus filias y fobias, estilo, conversaciones y tono general.
3. La interpretación de un convincente Robin Williams que evoca al profesor de "El club de los poetas muertos" es, posiblemente, lo mejor del largometraje.
4. El elenco de secundarios está a la altura de la pareja protagonista Damon-Williams.
En resumen: posiblemente fue un título representativo de lo que pudo haberse llamado el "nuevo cine de Hollywood" que llegó a finales de los noventa y principios de los dos miles, así como la plataforma de lanzamiento personal de Matt Damon y Ben Affleck.
Sin embargo, en mi opinión, ha envejecido regular sobre todo debido al uso y abuso de los clichés noventeros que hemos visto hasta la saciedad en el cine de aquella época.
La recomendaría a nostálgicos y a jóvenes cinéfilos que sientan curiosidad por las distintas épocas del cine.
Para el resto de públicos creo que es una peli algo desfasada y que posiblemente no aporta nada si uno ya ha visto mucho cine de los noventa.
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