Hace poco me dijeron que esta película era algo menos que una obra de arte. Lo cierto es que no es así. Me ha parecido, para que os hagáis una idea, que tiene mucho de Mystic River de Clint Eastwood y que, un año después, la primera temporada de True Detective se inspiró con esta. Quizá haberla llevado a la TV en forma de serie le hubiera sentado mucho mejor.

Villanueve nos presenta el clásico thriller policíaco cuya trama es destapar un crimen que relaciona el secuestro de unas niñas con la religión. Ambiente oscuro, familias desestructuradas por el suceso, lobos solitarios e inspector obsesionado con el caso. La película mantiene la tensión pero falla en su desenlace.

SPOILERS

Existen una serie de actores por las que uno sería capaz de ver una película sin que te la recomienden. Jake Gyllenhaal es uno de esos y, en este caso, no defrauda. Culpable es una adaptación de un largometraje danés con el mismo nombre. Trata sobre un policía relegado al papel de atención telefónica (para emergencias) por tener problemas con la justicia. Durante el desarrollo de la historia observamos que, el protagonista (Jake Gyllenhaal), vive superado por las circunstancias (desidia contestando llamadas, mal trato a sus colegas, problemas de atención...). Sin embargo, en un momento dado, una llamada perturbadora le hace meterse de lleno en su papel como policía. Es en ese momento cuando la tensión se apodera de la escena hasta prácticamente el final.

Culpable plantea toda su trama en el mismo escenario: las oficinas telefónicas de la policía de California. Por tanto, el peso del guion cae, directamente, sobre el protagonista. Es justo este el punto fuerte (como he señalado al principio) de la película. Jake te mantiene atado a la pantalla de principio a fin. ¿El problema? Que poco más se puede decir. Pese a los vuelcos y lo siniestro de la trama, van a lo seguro. No hay nada que no hayas visto en otras películas del mismo estilo como Última Llamada, Buried o la cinta original danesa. Sí, pasas un mal rato viviendo el ir y venir de llamadas a la centralita. Sí, llegas a empatizar con el personaje principal. Pero... ya está. No hay mucho más.

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