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Críticas ordenadas por utilidad
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8
25 de febrero de 2010
25 de febrero de 2010
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta realización Australiana de Adam Elliot es más que interesante, una historia tierna, con un personaje peculiar, a la cual la vida parece destinada a imbuirlo en problemas. El eje de la misma circula en base a los hechos que Harvie soporta, recoje y anota en su pequeño libro. Puede verse por momentos como la trama logra relacionarnos con los acontecimientos en que el querido Harvie se encuentra envuelto. El corto deja una idea en claro respecto de la vida, de los golpes que esta nos proporciona, y la manera en que podemos afrontarlos. También de a momentos logra sacarnos una sonrisa, y hasta alguna risa difícil de contener, lo cual no es poco. Muy buena la realización, impecable la narración de Geoffrey Rush. Para verla más de una vez.

6,8
5.208
10
19 de agosto de 2017
19 de agosto de 2017
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inicialmente no hace falta ninguna clase de preámbulo para disfrutar el cine de Aki Kaurismaki, aunque como seguidor de este director y de haber visto su filmografía completa, siempre me parece mejor opción al menos ver sus últimas producciones. Esto más que nada, para poder contextualizar los sucesos que se presentan, captar la esencia con mayor naturalidad y abrir los sentidos ante la propuesta que el director finlandés tiene para nosotros.
En El Otro Lado de la Esperanza, Kaurismaki repite la temática de la inmigración, presente en su cinta anterior, El Puerto, y la historia de Khaled, con la diferencia que en lugar de situar la acción en Francia, lo hace en su Finlandia natal, entrecruzada con la historia de Wikhstrom, un hombre de 50 años, que decide abandonar a su mujer y cambiar de rumbo laboral, abriendo un restaurante (esto quizás traiga a la memoria otros de sus películas previas, y muy aclamada en su momento, la esperanzadora Nubes Pasajeras) . Como en sus films anteriores, Aki se toma el trabajo de conducir al espectador, de manera pacífica, pero efectiva, a la trama en cuestión. La música siempre presente, una fotografía nítida, imágenes simples y amenas a la vez; un clima perfecto, aunque no apto para gente impaciente.
Khaled es sirio, y por accidente termina llegando a Helsinki, y allí las cosas no les serán fáciles, teniendo que aguardar para ver como progresa su instancia. Su mejor suerte toca al tener de compañero a un hombre en situación similar, y que quizás sea lo más cercano a un amigo que pueda tener. La perspectiva de Khaled es, por lo menos, dolorosa, ya que perdió a gran parte de su familia en una tragedia, sobreviviendo solo él y su hermana, con quien terminaría desencotrándose en el camino, y ahora intenta podes reencontrar. No obstante, esta historia no parece conmover a los encargados de inmigración.
Por otro lado Wikhstrom consigue un restaurante, pero el panorama no es el mejor, sus empleados no dan la mejor de las perspectivas y el lugar en si es poco acogedor. Por el contrario, el nuevo dueño tratará de que ese contexto poco sugestivo, mejore, al menos un poco. En el transcurrir del metraje, Khaled se encuentra con Wikhstrom, quien a diferencia de otros tiene un poco de compasión y le hace un espacio en aquel extravagante lugar.
Entre lo más interesante, se destaca la combinación de humor, generalmente ácido, con un contexto político, pero no por eso la película se torna densa, ni nada por el estilo, siendo sumamente agradable y generando cierta empatía con los personajes que trascienden por el film. Kaurismaki, como viene haciéndolo desde hace ya rato, crea un mundo propio, con fragmentos de realidad, e invita al espectador a ser parte de él, y eso es un motivo más que suficiente para ver esta nueva joya de uno de los directores más destacados del cine de actualidad. Cabe también recordad que el director finlandés ganó el Premio al Mejor Director en la última edición de los Berlinale por esta cinta.
En El Otro Lado de la Esperanza, Kaurismaki repite la temática de la inmigración, presente en su cinta anterior, El Puerto, y la historia de Khaled, con la diferencia que en lugar de situar la acción en Francia, lo hace en su Finlandia natal, entrecruzada con la historia de Wikhstrom, un hombre de 50 años, que decide abandonar a su mujer y cambiar de rumbo laboral, abriendo un restaurante (esto quizás traiga a la memoria otros de sus películas previas, y muy aclamada en su momento, la esperanzadora Nubes Pasajeras) . Como en sus films anteriores, Aki se toma el trabajo de conducir al espectador, de manera pacífica, pero efectiva, a la trama en cuestión. La música siempre presente, una fotografía nítida, imágenes simples y amenas a la vez; un clima perfecto, aunque no apto para gente impaciente.
Khaled es sirio, y por accidente termina llegando a Helsinki, y allí las cosas no les serán fáciles, teniendo que aguardar para ver como progresa su instancia. Su mejor suerte toca al tener de compañero a un hombre en situación similar, y que quizás sea lo más cercano a un amigo que pueda tener. La perspectiva de Khaled es, por lo menos, dolorosa, ya que perdió a gran parte de su familia en una tragedia, sobreviviendo solo él y su hermana, con quien terminaría desencotrándose en el camino, y ahora intenta podes reencontrar. No obstante, esta historia no parece conmover a los encargados de inmigración.
Por otro lado Wikhstrom consigue un restaurante, pero el panorama no es el mejor, sus empleados no dan la mejor de las perspectivas y el lugar en si es poco acogedor. Por el contrario, el nuevo dueño tratará de que ese contexto poco sugestivo, mejore, al menos un poco. En el transcurrir del metraje, Khaled se encuentra con Wikhstrom, quien a diferencia de otros tiene un poco de compasión y le hace un espacio en aquel extravagante lugar.
Entre lo más interesante, se destaca la combinación de humor, generalmente ácido, con un contexto político, pero no por eso la película se torna densa, ni nada por el estilo, siendo sumamente agradable y generando cierta empatía con los personajes que trascienden por el film. Kaurismaki, como viene haciéndolo desde hace ya rato, crea un mundo propio, con fragmentos de realidad, e invita al espectador a ser parte de él, y eso es un motivo más que suficiente para ver esta nueva joya de uno de los directores más destacados del cine de actualidad. Cabe también recordad que el director finlandés ganó el Premio al Mejor Director en la última edición de los Berlinale por esta cinta.
8
25 de febrero de 2010
25 de febrero de 2010
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
A esta altura me corresponde admitir que me gusta mucho el cine de Dinamarca. He notado a los largo de una serie de películas filmadas en este país que he podido ver, y que me han sorprendido con agrado, que el nivel es notablemente alto. Flickering Lights nos cuenta la historia de estos 4 gángsters que deciden robarle una gran cantidad de dinero a un capo, inspirados por su líder, quien esta cansado del negocio y emprende así la manera de poder salir del mismo. La caracterización de cada uno de los cuatro personajes es brillante, logrando conseguir una variedad de tonalidades diversas en sus personalidades, dotando de matices diferentes a cada uno. De esta manera la comedia atrapa y consigue entretener. Mi favorito es Ulrich Thomsen, como siempre reluciente; un actorazo. De las realizaciones de Jensen me ha gustado más “Las Manzanas de Adam”, por contener mayor acidez, pero no deja de ser esta una buena propuesta. Vale la pena invertir tiempo en verla.

7,5
14.285
10
22 de agosto de 2017
22 de agosto de 2017
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
41 años, y un poco más, pasaron desde aquel día en que Roman Polanski se atrevió a presentar "Le Locataire", novena película de su filmografia, primera filmada en Francia y la sucesora de "Chinatown", la cual había representado un enorme éxito, más teniendo en cuenta el rechazo que le generaba a muchos el nombre de Polanski. En aquel momento fue mal aceptada por la critica, quizás la película era demasiado para la época, por eso mismo el paso de los años jugó a su favor y con el tiempo se convirtió en un verdadero film de culto, con todas las letras.
La cinta fue considera como el cierre de una trilogía, la "trilogía de las habitaciones", iniciada en su momento con "Repulsion", continuada con "Rosemary's Baby" y tras una pausa necesaria (más teniendo en cuenta el sinfín de conflictos que sufrió por aquel entonces Polanski), la mencionada. La fama suele confundir y hace creer a muchos que la mejor película de Roman es justamente "Rosemary's Baby", sin embargo podemos decir que "Le Locataire", nada tiene que envidiarle; Polanski se limita a las perversiones y desvaríos de la mente, se adentra en el peor de los terrores, el interno, el más difícil de controlar. Quizás por eso termina siendo el protagonista de su mismo film; quizás nadie estaba a la altura de representar a Trelkovsky, al menos en la forma que el director franco-polaco pretendía.
La misma inicia con el mencionado personaje intentando convencer a los encargados del departamento en cuestión de que era el inquilino ideal para aquella locación. Trelkovsky consigue alquilar la habitación en cuestión, pero la curiosidad lo lleva a preguntarse porque la inquilina anterior se había arrojado por la ventana e ir a visitarla al lugar en dónde ella permanecería los días previos a su deceso final. Allí conoce a Stella (interpretada por una Isabelle Adjani deslumbrante en todo sentido) y a la par comienza la obsesión por la antigua habitante.
¿Es el protagonista quien llega a adentrarse en forma tan enfermiza en la piel de la anterior inquilina o son los vecinos y cercanos del barrio un conjunto de dementes que conspira en su contra?
Durante los 120 minutos de metraje, uno no puede apartarse de la coraza del protagonista, de preguntarse por que pasa lo que pasa y de no sentir al menos, un poco de terror ante las imágenes que se presentan y las instancias sobrecogedores por las cual le toca vivir al mencionado Trelkovsky.
¿Es posible que alguien en estos más de 40 años haya superado ese terror interior que Polanski llega a transmitir de una manera tan avasallante y traumática? ¿De sentir que la cabeza y los monstruos internos siempre serán peores que cualquier terror externo?
La pregunta queda abierta, pero bien sabido es que el miedo mas difícil de combatir es aquel que proviene de lo más profundo y que puede llevar a cabo el peor de los desenlaces...
La cinta fue considera como el cierre de una trilogía, la "trilogía de las habitaciones", iniciada en su momento con "Repulsion", continuada con "Rosemary's Baby" y tras una pausa necesaria (más teniendo en cuenta el sinfín de conflictos que sufrió por aquel entonces Polanski), la mencionada. La fama suele confundir y hace creer a muchos que la mejor película de Roman es justamente "Rosemary's Baby", sin embargo podemos decir que "Le Locataire", nada tiene que envidiarle; Polanski se limita a las perversiones y desvaríos de la mente, se adentra en el peor de los terrores, el interno, el más difícil de controlar. Quizás por eso termina siendo el protagonista de su mismo film; quizás nadie estaba a la altura de representar a Trelkovsky, al menos en la forma que el director franco-polaco pretendía.
La misma inicia con el mencionado personaje intentando convencer a los encargados del departamento en cuestión de que era el inquilino ideal para aquella locación. Trelkovsky consigue alquilar la habitación en cuestión, pero la curiosidad lo lleva a preguntarse porque la inquilina anterior se había arrojado por la ventana e ir a visitarla al lugar en dónde ella permanecería los días previos a su deceso final. Allí conoce a Stella (interpretada por una Isabelle Adjani deslumbrante en todo sentido) y a la par comienza la obsesión por la antigua habitante.
¿Es el protagonista quien llega a adentrarse en forma tan enfermiza en la piel de la anterior inquilina o son los vecinos y cercanos del barrio un conjunto de dementes que conspira en su contra?
Durante los 120 minutos de metraje, uno no puede apartarse de la coraza del protagonista, de preguntarse por que pasa lo que pasa y de no sentir al menos, un poco de terror ante las imágenes que se presentan y las instancias sobrecogedores por las cual le toca vivir al mencionado Trelkovsky.
¿Es posible que alguien en estos más de 40 años haya superado ese terror interior que Polanski llega a transmitir de una manera tan avasallante y traumática? ¿De sentir que la cabeza y los monstruos internos siempre serán peores que cualquier terror externo?
La pregunta queda abierta, pero bien sabido es que el miedo mas difícil de combatir es aquel que proviene de lo más profundo y que puede llevar a cabo el peor de los desenlaces...
28 de diciembre de 2011
28 de diciembre de 2011
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La simple historia de dos seres incomprendidos que se entrecruzan, pero narrada con la mano mágica y el talento innato de Rainer W. Fassbinder, repleta de buenos momentos. Un director que ha logrado conmoverme en más de una ocasión. Simplemente genial y altamente recomendable.
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