Para los 'viejos rockeros' que nos hemos curtido en el heavy metal de los 80 ha sido muy agradable ver la película y reir los disparates de estas familias en compañía de nuestros hijos y sus amigos. Los jóvenes se rieron lo suyo, y los mayores también. Recordamos la hermosa parafernalia de disfrazarse de 'metaleros', los antiguos realizando nuestras propias muñequeras, los nuevos comprándolas en las tiendas especializadas y comentando los cameos de algunas estrellas del rock.
La película es por otra parte una típica peli tonta de instituto americano, con sus familias ricas y sus familias menos ricas, los abusones, los abusados y todas esas 'mierdas' tan yankies. Pero está bien escrita y tiene un puntito de algo más.

Como consumidor habitual de ciencia ficción, me hubiera sido más agradable que esta historia se hubiera desarrollado en un hipotético sistema solar con otra civilización similar a la nuestra que la imposible ficción que han montado. Es totalmente contraria a la ciencia la existencia de esa nueva luna en Júpiter, tan acogedora como desconocida. Después, la lucha titánica de dos pequeños grupos humanos que intentan sobrevivir y tener algún futuro, se convierte en algo con sentido. Otra cosa es que logre hacerse entretenido. Hay mucha desigualdad, los retos de la estación antártica son muy peligrosos pero soporíferos. Y los de la estación espacial ganan por ser más exóticos y amenos. Nada que levante suficientemente una historia floja donde el individuo prevalece a la especie.

Ragnarok está sobre todo dirigido a jóvenes. El instituto, los flirteos, las conductas censuradas,... Pero tiene una perspectiva un tanto diferente del cliché habitual de los productos estadounidenses. Un toque fantástico y cultural muy nórdico. Unos efectos especiales escasos, tan pobres pero bien elegidos, que resultan eficaces. Y un paisaje para su historia de lo más exótico -excepto si eres noruego y vives en Noruega, claro-.
No se recrea innecesariamente. Y dura lo justo. Vamos, un thriller de fantasía que también pueden disfrutar algunos adultos. Y qué vergüenza ajena ver cómo se visten o se mueven en algunos momentos!

Un tratamiento eficaz y cuidadoso como nunca antes hemos visto de una obra de Stephen King. Para quien no la conozca, se trata de un relato lleno de similitudes al thriller terrorífico de IT. Pero sin el derroche de elementos sobrenaturales que tiene esa obra. Aquí, más contenido en lo fantástico, nos encontramos ante una obra más propia de un thriller policiaco. Un ritmo variado y agradecido con la historia que cuenta y sus personajes. Y unos actores muy bien perfilados para la complejidad de enfrentarse a elementos paranormales y, aún así, seguir siendo aturdidas personas de carne y hueso. Muy entretenida.

Agatha Cristy, pasado misterioso en Egipto, herencia millonaria, mansión rellena de ricos frustrados,... Y absoluta falta de alma para si quiera hacer un folletín entretenido. Tantos buenos autores para nada. Glenn Close o Gillian Anderson hacen muy bien su papel. Pero la historia en sí misma es mediocre. Y la dirección no está dispuesta a hacer nada por mejorarla. Qué pena de dinero y tiempo echado a perder. Había buenos ingredientes, pero la receta no era 'de la abuela'.