Una excelente serie surcoreana la cual su guión tiene todos los requisitos esenciales de la trama: ira, miedo, tristeza, amor, sorpresa, inteligencia, y solidez, lo que le hace conseguir una alta nota y demuestra el alto auge del cine asiático.

Una crítica sobre patetismo social en la pérdida de valores, focalizada en el juego y bajo la originalidad infantil en una situación abstracta.

Tal vez las conversaciones y gesticulaciones sean lo mas difícil, para las pantallas españolas.

La intención de la serie es interesante pero me esperaba más. No deja de ser una serie de historias entre adolescentes en un instituto. Los finales de temporada son un poco decepcionantes, aunque tampoco es una mala serie, aporta muchos puntos de vista para transmitir los problemas sexuales de la sociedad de los que no se suele hablar, por lo que de esta forma le quita importancia a estos aspectos comunes de la vida.

Personalmente ha sido una película que me conmovió completamente cuando la vi, creo que la idea del fin del mundo que conocemos y que pasaría en caso de que todo lo que vemos se acabe por completo es fantástica, es cierto que quizá está algo forzada al espectáculo, pero esto es el cine.

Me gustaría destacar la gran calidad de video y las tomas tan brillantes propias del cine americano que ofrece la película, además de una banda sonora muy apropiada para cada escena que no te deja despegarte de la pantalla.

Muchas personas nos hemos criado con la saga de Cars y esta última película resultó un gran punto de inflexión en nuestra infancia, ya que fue tras una larga trama entre los competidores, Disney terminó con una brecha final perfecta para el desenlace de la historia, muy emocionante y con un guión a la altura de la película, fantástica, ojalá en un futuro salgan más ediciones aunque tras los últimos comunicados parece complicado.

Cars 2 da un giro importante respecto a la primera película, va enfocada a un público mas general ya que el uso de armas y la historia de los espías americanos le da un punto más de espectáculo a la historia, me gustaría destacar la innovación de Disney en crear ciudades reales con nombres ficticios, como Porto Corsa, basada en la ciudad de Mónaco.