Tenia bastante curiosidad por como llevarían el asunto de que dos superhéroes como Batman y Superman con poderes tan desiguales se pudiesen enfrentar entre sí sin acabar en el primer asalto, y no me defraudó.

Los roces entre Batman y Superman son lo mejor de la película aunque se suceden a cuenta gotas hasta el clímax final, todo lo demás sobra.
Ben Affleck por contra de lo que muchos pudieran pensar cumple con creces como Bruce Wayne, sinceramente se luce y el que no lo hace y está a la altura del Joker de Jared Leto, es este sobreactuado Lex Luthor que nos han plantado, además cada vez que aparece te saca de la película.

El hilo argumental de Lois no interesa, ni los sueños y visiones que se suceden bastante a menudo durante todo el largometraje, todo esto supone la mayor pega de todas, y es que la verdadera película no empieza hasta pasadas las 2 horas y eso la hace demasiado larga y pesada.

El film en general está bien y aunque la cosa vaya de madres que hace rozar lo absurdo, no es un estrepitoso fracaso como lo han querido vender, se deja ver.

Tercera parte que no es nada sin la segunda y aún con ella sigue sin ser nada más que un producto de relleno para seguir explotando la franquicia y rellenar las salas de cine. Es larga, aburrida y solo sirve para continuar desarrollando hasta el infinito o mejor dicho hasta el fin del mundo a sus personajes más icónicos dando como resultado actuaciones predecibles y absurdas que devaluan el legado del que partían.
La salva momentos muy breves y concretos del film junto una vez más, a su banda sonora.
Incomprensible aventura que sirve para continuar pasando un buen y largo rato con nuestros adorados personajes.
Y recuerda, si sientes que los personajes resucitan porque si, de un minuto a otro ascienden de rango, o incluso se vuelven más idiotas y preguntas al guionista, este te responderá: "fueron tortugas amigo".
Era cierto lo que se mencionaba en la Historia Interminable, la "nada", existe.

Si por lo general segundas partes nunca fueron buenas, terceras ya ni te cuento. Como ya pasara en sagas como Alien o Terminator, esta secuela desvirtúa la esencia de la original.

Las escenas de acción y los efectos especiales es lo único que se salva en esta película por momentos absurda en la que un pesimo matrimonio va a buscar a su hijo perdido en plan Jumanji en la isla de Sorna , la misma que apareció en El Mundo Perdido pero sin parecerse a aquella isla un carajo.

El niño protagonista en modo rambo en miniatura sobra, nadie se cree que después de un mes siga vivo en una isla repleta de dinosaurios.
Alan Grant aparte de que su personaje llega a decaer bastante en esta secuela porque es engañado absurdamente para volver a la isla pese a la reputación como científico que posee, no se sabe muy bien que pinta aquí.

Las escenas en las que entra en escena un teléfono inalámbrico, que son muchas durante la historia, son de una estupidez extrema.

No es mala película si dejas de compararla con la original, tiene alguna que otra escena diferente y es ideal para pasar el rato, además lo mejor es que dura poco, pero es para ver y olvidar.

Conan, el Conquistador nunca ocurrió, para cuando fue posible realizarla chuache tenía la agenda a tope y el resultado fue adaptar su guión para la infame Krull, el Conquistador con el actor de la serie de Hercules.

Lo que se suponía que debía ser un spin off de Conan, tampoco lo fue como tal, en Red Sonja no aparece pero si lo hace Scharzenegger en un personaje similar.
La protagonista es ella y no el, cosas del caché, por eso aquí se título como tal.

Lo que podía haber sido un universo magnífico de espadas y brujería se convirtió después de Conan el Barbaro en un juego de niños. Los magníficos escenarios, la ambientación y el vestuario se mantenían currados, pero ya no habían bárbaros, sangre, vísceras ni cabezas rodando, en su lugar habían cutres monstruos y repelentes niños.

Película de aventuras sin más que se puede ver para pasar el rato mientras lloras a lágrimas viva de pensar lo que podía haber sido en otra realidad alternativa.

Los vampiros como los hombres lobo han tenido tropecientas películas y versiones pero muy pocas llegan a ser recordadas hasta hoy,  esta es una de ellas y gracias sobretodo al mítico baile de Salma Hayek con la serpiente donde la actriz tuvo que superar su fobia con estos particulares reptiles para que el papel no se lo quitara Madonna.

Robert Rodriguez, Tarantino y su circulo nos brinda esta agresiva película sin pelos en la lengua que hoy día no se podrían rodar y si se pudiera se lo cargaria lo "políticamente correcto" puesto que no es apta para feminazis sino para disfrute de colegas y cerveza.

Un par de hermanos delincuentes que creen tener el mundo a sus pies huyen hacia México tomando a una familia de rehén para cruzar la frontera y celebrar el éxito en un templo puticlub azteca de moteros con luces de neón a la espera de ser recogidos al amanecer. Creen que la vida les sonríe pero nada es lo que parece ser y lo que se les viene encima es nada más y nada menos que un festín vampírico homenaje al cine más gore cutre ochentero.

Comienza la cacería.