Preciosa película, semi amateur, natural como poco te puedes encontrar en cine.
En algún pasaje roza el toque inocentón, pero musicalmente (el meollo), es fresca, sensible y atrapa.
Vedla, disfrutaréis con la sorpresa como yo lo hice.
Notable alto.

La verdad, no he podido ver tranquilamente y del tirón esta rarísima película.
Ya sabemos que Medem es un cineasta tan tan original como surreal, pero en esta película se desmadra por completo. Y es una pena, pues malogra la belleza formal y la de la actuación de la joven y bella actriz nobel.
No puedo aprobar la peli, pero aún así, no masacraré a Médem, ya que su inventiva total, seguro que nos depara alguna película venidera más fumable que esta.
Le doy un cuatro por la límpida fotografía, el exotismo visual algo videoclipero y la inclasificable belleza de la Vellés, aunque realmente como película merece menos.

Simplemente diré que esta película es una soberana tontería. Nada es interesante en ella, ni siquiera los aparentemente bellos protagonistas...los dos actores estaban comenzando y se les medio perdona, pero a Meg Ryan, debería haberle hecho entrar en la nevera una temporada, mas aún seguimos sufriéndola.
Otras mediocres películas de viaje en el tiempo parecen buenas al lado de esta, que representa un absurdo gasto en producción transformado en una supìna tontería a través del tiempo.

Inclasificable película. Humor? Dónde está el humor?
Feismo por doquier y actores desaprovechados.
No me ha gustado. Esa es la simple opinión que se puede sacar de una película larga hasta para ver con el mando en la mano e ir aligerando trozos.

Insatisfactoria visión la de esta película. La base sólida del personaje de Tomás Moro, se diluye en un hieratismo cansino. Sin duda, como leí en otra crítica, esta fría recreación, excesivamente teatral, es mejor que la se ofrece en la desbocada y finalmente, también cansina serie, "Los Tudor". Pero aún así, la carestía total empaque en los enfrentamientos, donde la moralidad superior de Moro, aburre por chocar totalmente con la vaciedad de quienes le juzgan, es un lastre para el disfrute de la película.
Sin duda, la diferencia de que una obra teatral se diferencia de un film, no es otra que un dinamismo más efectista, y tal no se produce.
No creo que la tan alabada actuación del protagonista sea de 10, pero si notable, y en general creo que no alcanza ese sobresaliente porque a todos los que le rodean les falta fuerza y dramatismo veraz.
Si me detengo más en la delicada belleza de Susannah York o en descubrir que, efectivamente, el fallecido hermano de Vanessa Redgrave, es el que recordaba como otro particular Cornwall, en Excalibur, pues mal vamos.
Ah, por cierto, Robert Shaw, que es el más me sugiere fuerza, aparece en escena menos de lo que hubiera sido deseable.
En definitiva, que no me cuesta decir que esta película es buena, pero demasiado teatral y sujeta al texto, en el tono de "El león en invierno", pero sin una Hepburn, que anime la función.
Saludos.