Que no es lo mismo.

Película que se vendió como película de terror y de ahí la decepción que provocó en muchos espectadores. Se crean falsas expectativas que atraen al público inadecuado.

A mí me parece un notable metáfora sobre el miedo y sus mecanismos. Está llena de símbolos, algunos un tanto obvios y facilones. Pero la película fluje bien apoyándose en imágenes poderosas. Y tiene un desenlace brutal, inesperado, nada previsible, aunque, a mí, personalmente, el final no acaba de convencerme del todo. Ese desenlace tan potente también es uno de sus puntos débiles: condiciona tanto lo que has visto, que convierte a la película en un producto de usar-y-tirar. No puedes verla dos veces.

Nota: ¿Quién decidió traducir el título al español como "El bosque"? ¿Por qué no "La aldea"? Esa manía de ser creativos con el trabajo de los demás...

A mí no me decepcionó aunque no es una obra maestra. ¡Hay tantas que no lo son!

Esperaba más comedia pero aún así la encuentro interesante. Cierto es que utiliza recursos ya vistos como que dos asesinos a suelo hablen de cosas comunes y se comporten como turistas (Pulp Fiction), pero, bueno, es una tendencia actual que busca dar una vuelta más a los personajes y a los argumentos.

Es una película entretenida si no se espera un thriller al uso, si no se está pendiente de cuándo va a empezar la acción. La historia va por otro lado. Mejor centrarse en la relación entre los personajes. De eso va la historia.

Pero no todo convence, al menos a mí: el personaje del enano, por ejemplo, me estorba, aunque al final tiene su porqué, un poco pillado por lo pelos. Y el final, bastante previsible y ajustado a los cánones.

Se trata de una película correcta, bien hecha, cuidada, seria. Pero estoy de acuerdo con otros en que le falta emoción. O le sobra pudor para atreverse a traspasar la piel sentimental del espectador, teniendo en cuenta, además, el tema con el que las ve.

También creo que cuenta un handicap añadido: este tipo de películas solemos degustarlas preparadas y aliñadas por Hollywood y, como espectadores, tenemos algunos vicios adquiridos al respecto. Y como encima le concedieron el Oscar a la mejor película extranjera, pues crea una expectativas que luego no cubre.

En cualquier caso, es una película buena, que cuenta bien una historia interesante y con algún que otro hallazgo dramático de mérito. Digna, en definitiva.

No soy capaz de entender que existan opiniones sobre esta película que la califican con "la historia de amor perfecta" o "increíble". Lo achaco a la falta de perspectiva y a la primera impresión que en algunos puede causar una típica producción inglesa, muy cuidada y con muchos medios.

No he leído la novela que adapta y quiero pensar que ahí sí que hay pasión porque en la película yo no puede verla por ningún lado. Los personajes se dicen apasionados, hablan de la pasión que los embarga, pero no se ve por ningún lado. Y en el cine hay que "ver" las emociones, no narrarlas.

La película se basa en el preciosismo de sus imágenes, cuyo culmen es la escena de la playa de Dunkerke, una escena absolutamente irrelevante a no ser que lo que se pretendiera fuese una exhibición de ambientación y de movimientos de cámara. Pero está hueca, o casi, por dentro. Y además, doblemente fraudulenta porque además de carecer de pasión tampoco hay expiación. Y precisamente este segundo fraude es lo único que sorprende - y a mí me gusta - de este película.

Y puestos a recordar películas de amor, guerra y expiación, me quedo con "El paciente inglés".

Le pasa lo que ha tantas otras películas últimamente: parten de una idea interesante (lo que se vende en la sinopsis del guión y que luego va a parar a las reseñas y los DVDs) que luego no saben o no pueden desarrollar.

Se me ocurre que la idea de partida nació de una forma parecida a ésta:

- Las películas de superhéroes están de moda pero todas se parecen demasiado. ¿Cómo podemos hacer una diferente?
- Aplicamos las nociones básicas del pensamiento lateral y nos encontramos, a las primeras de cambio, con la figura del "anti-héroe": borracho, sin techo, despreciado. Vamos, un perdedor. Y nos gusta, porque la historia del cine está llena de antihéroes de éxito.
- Uniendo los puntos tenemos como resultado el "super-anti-héroe". A priori, un punto de partida interesante, tanto desde el punto de vista moral como político: si tengo superpoderes, ¿puedo moralmente "pasar" de ellos y no ayudar a la gente? ¿me debo a la colectividad o debo preservar mi deseos individuales? ¿el bien que haga, compensa el mal que deba hacer para alcanzar ese bien? ¿cómo estar seguro de que siempre se hace el bien? ¿tengo la fuerza moral para ajustarme a la ley teniendo el poder de sobrepasarla? ¿la sociedad prefiere la inmediatez de las soliciones de un superhéroe o la mediatez de un sistema de justicia? ¿se entregaría sin condiciones una sociedad con miedo en cualquier inadaptado que tuviese el poder suficiente para librarle de sus miedos?

Y eso es, supongo, lo que ha llevado a muchos de los espectadores que han opinado aquí al cine. También a mí (en realidad, a la tienda de abajo, a alquilar el DVD).

Y a partir de aquí han podido pasar infinidad de cosas: no se tenía más que el personaje, de tan poco recorrido dramático como el super-héroe; no se han atrevido a seguir con la gamberrada y llevar hasta sus últimas consecuencias a un "semidios" borracho y desinhibido.

Quizás pecamos un poco de ingenuos por creer que ésta podía ser esa película.