Francamente, la película tiene un sinfín de matices y vicisitudes que pueden ser analizadas a detalle bien sea desde la epistemología -si se quiere llegar a ser refinado- o desde un área no tan meticulosa como el razonamiento común. Para no hacer de este texto un monólogo, creo que la transición a la que se expone Alex, podría llegar a ser una antítesis a la disputa entre los planteamientos de Maquiavelo y Rousseau respecto al papel de la sociedad -como entorno- en el actuar de un individuo. Alex se ve forzado indirectamente a suprimir su "Schadenfreude" ( sentimiento de satisfacción generado por el sufrimiento, infelicidad o humillación de otro) siendo un conejillo de indias de la terapia “Ludovico” en la que es forzado a trastornar y deconstruir su carácter ya corrompido.

Una vez llega al punto en el que la sociedad quería verlo, Alex experimenta el rechazo en todas sus facetas, lo cuál hace que la de-corrupción que tanto querían lograr mediante “Ludovico” no sea nada más y nada menos que un cinismo cíclico y contraproducente. Entre los dilemas que enfrenta Alex durante su transformación llega a considerar el suicidio como salida al estado irremediable en el que se encontraba.

No obstante, sus gustos viscerales forjados en el placer y el deseo hacen que cambiar la conducta de un personaje taciturno que se deleita con Georg Friedrich Händel o piezas selectas de Beethoven sea solo otro de los muchos intentos fallidos de corregir el instinto natural del hombre. Estos planteamientos hacen que la película pueda ser fácilmente aborrecida o aclamada por el público general.

El largometraje adapta el escape de tres individuos de una de las prisiones federales de máxima seguridad de Estados Unidos, rodeada de frías aguas y fuertes corrientes qué hacían de Alcatraz, un lugar del que resultaba casi imposible escapar.

Es bastante llamativo contemplar las condiciones de los presos en esta cárcel, desde su ingreso, los privilegios que se les otorgan, hasta las constantes revisiones de los guardias en sus celdas. A pesar de ello, nuestro protagonista se las ingenia para ser la cabeza de la fuga, a través de favores e inteligentes estrategias logra conseguir todo lo necesario para llevar a cabo una escape histórico, que a pesar de el paso de los años sigue siendo un misterio.

La cinta crea una atmósfera triste, con una paleta de colores fríos que recrean la sensación deprimente de estar privado de la libertad en un lugar como Alcatraz, además hace manejo de planos a detalle que relatan la importancia de algunos objetos y nos facilitan la comprensión de momentos cruciales de la fuga. Otro aspecto e resaltar es que a pesar del análisis y preparación minuciosa de Frank Morris a cada detalle del plan, hay una tensión incesante mientras se está llevando a cabo, tensión transmitida al espectador complementada por la presencia de solo sonidos ambientales.

A mi parecer es una película muy entretenida, que motiva a los espectadores a saber un poco más del tema, tanto que gracias a esta adaptación al cine la cárcel es ahora una de las atracciones turísticas más importantes de San Francisco, después del Golden Gate. El reparto escogido le da su propia esencia a los personajes, liderado por Clint Eastwood quien nos regala una de sus mejores interpretaciones.

Tesis es un filme que gira en torno a la violencia explicita y al interés del ser humano frente a esta, expone que así como podemos encontrar simples curiosos, también hay quienes disfrutan ver este tipo de situaciones documentadas que demuestran que la sociedad está tan corrompida que ya nada le sorprende. “Hay que darle al público lo que quiere ver” más que una critica al contenido, es una critica al espectador, al público que niega la atracción por el tema pero no puede evitar verlo, pues la producción de películas tipo Snuff ( y otras consideradas tabú ) se da a consecuencia del morbo de cierto grupo de depravados que lo encuentran placentero, lo que nos lleva a cuestionar la naturaleza del hombre y la influencia de los medios y la industria del cine frente al comportamiento humano.

La película es cautivadora con su historia, pues mantiene al espectador interesado desde la primera secuencia, situando en primera instancia a los personajes principales en una investigación casi policiaca de la que hace participe al espectador, quien cambia su percepción de la identidad del asesino durante el desarrollo de la narrativa.

A pesar de que la historia no explica a profundidad aspectos importantes como la magnitud de la red detrás de este tipo de cintas, y deja a la imaginación del público la crudeza de algunas imágenes, el director español maneja la tensión en los momentos oportunos, trata de persuadir para no mirar, pero es demasiado tentador para no verlo. En lo personal, siento que quien encarna a la protagonista puedo haber hecho un mejor trabajo en cuanto a la actuación; destacable la personalidad del personaje “Chema” que acepta su gusto por el cine violento a diferencia de los demás, sin embargo es un filme entretenido e intrigante para quienes disfrutan del horror psicológico.

Es una obra fuera de lo común, Bergman narra su historia en un cuarto cerrado con 4 personajes, mostrando el cine en un contexto donde es considerado un arte nuevo que “no se puede comparar con las grandes artes". Selma Lagerlöf ganadora del Premio Nobel de Literatura se dispone a presenciar la adaptación de uno de sus libros dirigidos por Victor Sjöström y el fotógrafo Julius, sin embargo, la actriz Tora Teje siente curiosidad acerca de las motivaciones de la autora y da inicio a una conversación que poco a poco se transforma en discusión, en la cual se exploran las emociones y sentimientos de ambos personajes, profundizando en su pasado y sus sueños. Los diálogos de los personajes femeninos reflejan en algunos momentos desacuerdo y en otros respeto, la actriz se siente identificada con la escritora y viceversa, las discusiones sobre el mundo de la actuación y el cine nos señalan que para ambas este es un tinglado extraño.

Este film televisivo nos presenta situaciones que a primera vista son simples, pero trascienden a un contexto actual; ¿Cómo lograr que las imágenes parezcan tridimensionales? refiriéndose a su esencia y a su alma; como actores y actrices deben entender al personaje para meterse en él, y convertir sus sentimientos en arte. Además nos muestra el cine como medio en el que se pueden ver materializadas los retratos de la imaginación, el medio para crear imágenes de una forma distinta a la “tradicional”. Debido a que toda la película se desarrolla en un cuarto y la presencia de música es escasa, cuesta un poco verla de corrido, a pesar de ello logra transmitir con el drama, la esencia y el espíritu de cada uno de los personajes.

Violines en el cielo
La película trata la muerte desde una perspectiva distinta, mostrándola no como el fin de algo, sino como un nuevo inicio, como algo natural y no malo, narrando una historia desde la ceremonia denominada la ultima despedida, este rito simboliza el paso del alma de la vida a la muerte, y su efecto en la sociedad japonesa, que percibe el trabajo de llevar este ritual a cabo como una deshonra. Es interesante como la película desarrolla la montaña rusa de emociones del protagonista; quién pasa de sentir frustración a nostalgia y finalmente aceptación.
La fotografía de tonos grises llama la atención, pues a pesar de esta no se percibe el filme como triste, y los toques de humor dramático la vuelven menos monótona. La banda sonora es destacable, Joe Hisaishi hace un gran trabajo con sus composiciones pues transmiten la emoción de cada escena.
Considero que para disfrutar la película se debe conectar con el personaje y su historia, ya que es demasiado larga, sin embargo, para mí es digna merecedora del Oscar a mejor película extranjera del 2008.