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Críticas ordenadas por utilidad
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7,6
41.580
5
21 de marzo de 2023
21 de marzo de 2023
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
As bestas, con su impecable factura técnica y su extraordinario elenco de actores (Luis Zahera, como Xan, trabaja a un nivel asombroso), podría haber sido un thriller de los que deja interesantísimas reflexiones, pero no han querido. En lugar de eso, han preferido tirar por el nivel de conflicto justito para no parecer un churro más de la churrería de thrillers holiwoodienses; y por el camino nos meten escenitas para que la cosa parezca ofrecer debates en torno al feminismo, al ecologismo... pero nada: porque las miradas son pobres, cutres, maniqueas, no vaya a ser que generemos debate de verdad, en lugar de confirmar las tesis de la mayoría de espectadores. El problema no es sólo que no se atrevan a abrir en canal media docena de temas que lo precisan; lo peor es que, por el camino, se cargan un guion que prometía en la primera parte de la cinta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Galería de cosas terribles:
- Toda la banda sonora. Es un despropósito. ¿De verdad hace falta meterme musiquita de tensión a escenas de tensión? ¿Es necesario manipular más al espectador?
- ¿Qué carajo pinta la primera escena, a cámara lenta, con caballos y musiquita de tensión? ¿Se nos ha vuelto simbolista cutre Sorogoyen o qué? ¿Está leyendo a Freud, o a Lorca, o a Rimbaud? Santo dios.
- La primera parte amaga con ofrecer conflictos reales: los habitantes del pueblo soñaban con vender sus terrenos y dedicarse a otra cosa, por eso la negativa del francés puede ser incluso egoísta y tal y tal. El problema es que, cuando llevas una hora pintando a los del pueblo como locos y patanes, cualquier amago de empatizar con ellos es imposible. De esa forma conectas con los prejuicios de los espectadores (pueblo: barbarie; francés-ecologista: civilización) y seguro que te va bien en taquilla, pero pierdes la oportunidad de hacer una película grande, tan compleja como la puñetera realidad.
- La segunda parte (después de causar baja el francés) es un despropósito: la hija metomentodo que llega para que nos hagamos preguntas chuscas sobre libertad, justicia, amor, familia, feminismo...; la esposa que, de repente, no tiene miedo y planta cara a los pueblerinos; el vendedor de ovejas que intenta estafar a la francesa, para que nos quede claro que los de pueblo son muy malos; ¡el descubrimiento de la cámara es... inenarrable -sobre todo, porque lo veíamos venir-!.
En la galería de cosas buenas de la película destaco, sobre todo, una: lo bien que refleja el nivel de violencia explícita y subrepticia que maneja cierta gente en los pueblos. Conozco situaciones similares, algunas las he vivido, y no pensé que la película fuera a acertar en ese retrato. Lo de echar baterías al depósito de riego es el tipo de cosas que no crees que pueda ocurrísele a nadie, pero que pasa. Además, los comentarios, el acoso permamente, las bromitas... Todo eso pone los pelos de punta.
- Toda la banda sonora. Es un despropósito. ¿De verdad hace falta meterme musiquita de tensión a escenas de tensión? ¿Es necesario manipular más al espectador?
- ¿Qué carajo pinta la primera escena, a cámara lenta, con caballos y musiquita de tensión? ¿Se nos ha vuelto simbolista cutre Sorogoyen o qué? ¿Está leyendo a Freud, o a Lorca, o a Rimbaud? Santo dios.
- La primera parte amaga con ofrecer conflictos reales: los habitantes del pueblo soñaban con vender sus terrenos y dedicarse a otra cosa, por eso la negativa del francés puede ser incluso egoísta y tal y tal. El problema es que, cuando llevas una hora pintando a los del pueblo como locos y patanes, cualquier amago de empatizar con ellos es imposible. De esa forma conectas con los prejuicios de los espectadores (pueblo: barbarie; francés-ecologista: civilización) y seguro que te va bien en taquilla, pero pierdes la oportunidad de hacer una película grande, tan compleja como la puñetera realidad.
- La segunda parte (después de causar baja el francés) es un despropósito: la hija metomentodo que llega para que nos hagamos preguntas chuscas sobre libertad, justicia, amor, familia, feminismo...; la esposa que, de repente, no tiene miedo y planta cara a los pueblerinos; el vendedor de ovejas que intenta estafar a la francesa, para que nos quede claro que los de pueblo son muy malos; ¡el descubrimiento de la cámara es... inenarrable -sobre todo, porque lo veíamos venir-!.
En la galería de cosas buenas de la película destaco, sobre todo, una: lo bien que refleja el nivel de violencia explícita y subrepticia que maneja cierta gente en los pueblos. Conozco situaciones similares, algunas las he vivido, y no pensé que la película fuera a acertar en ese retrato. Lo de echar baterías al depósito de riego es el tipo de cosas que no crees que pueda ocurrísele a nadie, pero que pasa. Además, los comentarios, el acoso permamente, las bromitas... Todo eso pone los pelos de punta.
Documental

7,4
1.432
10
7 de enero de 2023
7 de enero de 2023
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra maestra del cine social y político. Una historia de la H/humanidad, con mayúscula y con minúscula. Una película sobre el trabajo ímprobo de las mujeres, en su doble faceta: el reproductivo (¡qué dolor produce esa madre dependiente!) y el productivo (¡qué tremenda imagen-metáfora sobre la irrupción del capitalismo y la lógica de acumulación o pelotazo en contextos rurales con otro paradigma vital!). Todo sin maniqueísmos zafios y narrado con una impronta visual maravillante, donde la vida de las abejas explotadas de diversa manera (que también pueden ser objeto de metáfora -"qué dios, detrás de dios, la trama empieza" decía Borges, aunque sin querer ser socialista), funciona como inolvidable hilo conductor.
5
13 de septiembre de 2023
13 de septiembre de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antidisturbios es una serie ideológicamente terrible. Tanto, que echa por tierra el trabajo del reparto (verdaderamente espléndido), el de los técnicos y el de la gente de arte. Excepto la BSO, que pertenece al género patético-intrigante, además de estar mal hecha, todo está producido con el marchamo del cine de calidad.
Que una serie que pretende ser realista cometa tantos atropellos merece ser comentado. No conozco a la pareja de guionistas (imagino que serán los típicos pijos con buen corazón), así que no sé si lo que han parido es manipulación o propaganda, pero lo que no es, bajo ningún concepto, es una serie crítica con el sistema (como he leído por ahí):
- No existe un "asuntos internos" como ese, que exprima de esa forma en los interrogatorios a la UIP y que se comprometa con la verdad hasta la extenuación. La prueba está en que la muerte/asesinato de dos senegaleses (no fue uno, sino dos) a cargo de la Nacional en Lavapiés se saldó con...¡ninguna investigación y ninguna medida de castigo interna! ¡Ole! Y como eso ha habido decenas de casos en España. Es una indecencia que se sugiera que hay una suerte de crítica interna en los departamentos policiales. Es un indecencia, una infamia y una poca vergüenza.
- La serie insiste constantemente en lo bien que usa la violencia la policía: siempre aguantando, los pobres, siempre conciliando, nunca atropellando derechos... Incluso en el desahucio que provoca todo, la intervención policial es bastante laxa... Resulta patético. ¿Pero los guionistas han estado alguna vez en alguna manifestación pacífica disuelta a porrazos? ¿Han hablado alguna vez con esta panda de neonazis?
- Otra misión de la serie es mostrarnos lo normales que son los policías. Esto llega al insulto cuando se pone a varios de ellos como trabajadores pobres. Oiga, que un miembro de la UIP cobra más que un profesor y que la mayoría de docentes universitarios: 2.000 pepinos al mes. ¡Irse al carajo!
- Seguimos con la misión ideológica: pobres antidisturbios, que sufren violencia de los hooligans y casi los matan... El capítulo 5, específicamente, está entero dedicado a manipularnos emocionalmente hasta el punto en que nos llegue a dar mucha pena el pobre antidisturbio acorralado y de que justifiquemos la paliza a los aficionados franceses. ¡Es un capítulo entero dedicado a eso!
- Seguimos manipulando: la moralejilla de este panfleto es que hay manzanas podridas en el sistema, en la policía y en todos lados... pero eso, son manzanas podridas, no es el árbol entero. Y son gente normal, humilde, con sus problemas personales... Hay que ver cómo somos, que criticamos mucho las cosas y se nos olvida lo normales que son todos estos tipos. Básicamente, esta es la idea de la serie. Se puede adornar como queráis, pero esta es la idea.
Que una serie que pretende ser realista cometa tantos atropellos merece ser comentado. No conozco a la pareja de guionistas (imagino que serán los típicos pijos con buen corazón), así que no sé si lo que han parido es manipulación o propaganda, pero lo que no es, bajo ningún concepto, es una serie crítica con el sistema (como he leído por ahí):
- No existe un "asuntos internos" como ese, que exprima de esa forma en los interrogatorios a la UIP y que se comprometa con la verdad hasta la extenuación. La prueba está en que la muerte/asesinato de dos senegaleses (no fue uno, sino dos) a cargo de la Nacional en Lavapiés se saldó con...¡ninguna investigación y ninguna medida de castigo interna! ¡Ole! Y como eso ha habido decenas de casos en España. Es una indecencia que se sugiera que hay una suerte de crítica interna en los departamentos policiales. Es un indecencia, una infamia y una poca vergüenza.
- La serie insiste constantemente en lo bien que usa la violencia la policía: siempre aguantando, los pobres, siempre conciliando, nunca atropellando derechos... Incluso en el desahucio que provoca todo, la intervención policial es bastante laxa... Resulta patético. ¿Pero los guionistas han estado alguna vez en alguna manifestación pacífica disuelta a porrazos? ¿Han hablado alguna vez con esta panda de neonazis?
- Otra misión de la serie es mostrarnos lo normales que son los policías. Esto llega al insulto cuando se pone a varios de ellos como trabajadores pobres. Oiga, que un miembro de la UIP cobra más que un profesor y que la mayoría de docentes universitarios: 2.000 pepinos al mes. ¡Irse al carajo!
- Seguimos con la misión ideológica: pobres antidisturbios, que sufren violencia de los hooligans y casi los matan... El capítulo 5, específicamente, está entero dedicado a manipularnos emocionalmente hasta el punto en que nos llegue a dar mucha pena el pobre antidisturbio acorralado y de que justifiquemos la paliza a los aficionados franceses. ¡Es un capítulo entero dedicado a eso!
- Seguimos manipulando: la moralejilla de este panfleto es que hay manzanas podridas en el sistema, en la policía y en todos lados... pero eso, son manzanas podridas, no es el árbol entero. Y son gente normal, humilde, con sus problemas personales... Hay que ver cómo somos, que criticamos mucho las cosas y se nos olvida lo normales que son todos estos tipos. Básicamente, esta es la idea de la serie. Se puede adornar como queráis, pero esta es la idea.

8,5
36.624
8
20 de febrero de 2023
20 de febrero de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No imagino cuál pudo ser el punto de partida de esta película: ¿hacemos una de espías?, ¿una comedia sobre nazis?, ¿un enredo sentimental con el teatro como escenario? Sea como sea, lo increíble es que logran que el guion funcione como un artefacto increíble. Tratar de hacer gracietas en según qué contexto puede dar grima, y yo estaba dispuesto a encajar el golpe, pero nada: el señor Lubitsch se cuida mucho de no hacer el ridículo mientras te lía en la trama de espías, al tiempo que te mete cuatro chistes para que tampoco te vengas arriba con el dramatismo. Qué prodigio de balanza, macho. Tragicomedia de la buena.
En otro orden de cosas, esta película me ha recordado muchísimo a Underground, de Kusturica: trío amoroso, comedia con nazis (y la guerra) por medio, actores metidos a militares, el mundo del teatro/cine como recurso narrativo... Imagino que será una inspiración reconocida, porque no puede ser casualidad.
En otro orden de cosas, esta película me ha recordado muchísimo a Underground, de Kusturica: trío amoroso, comedia con nazis (y la guerra) por medio, actores metidos a militares, el mundo del teatro/cine como recurso narrativo... Imagino que será una inspiración reconocida, porque no puede ser casualidad.
Documental

6,1
139
4
4 de enero de 2025
4 de enero de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
Mira que apunta maneras la película, pero es que no se sostiene. Es la típica cosa un poquito sórdida, un poquito interesante, que le gusta tanto a los germanos y a los hipsters. El problema, además de la sordidez y el voyeurismo, es que está mal hecha: la gente no reza en voz alta, la gente no le explica todo el rato a Dios las cosas con pelos y señales y desde el principio porque se supone que Dios ya sabe algunas cosas, el flujo de pensamiento/rezo es infinitamente más complejo y más interesante que esos monólogos guionizados, pastueños y cuentacuentos, que meten en la película...
La premisa es buena. La realización es una farsa. Verla entera sí que es un acto de fe.
Impostura y pretenciosidad
La premisa es buena. La realización es una farsa. Verla entera sí que es un acto de fe.
Impostura y pretenciosidad
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